Ir al contenido
_
_
_
_

Cómo escoger las alianzas de boda y qué pasa si no usas anillos

Ir a la joyería y escoger unas alianzas ya no es suficiente, los tiempos han cambiado y ahora hay infinidad de opciones

Newsletter Novias alianzas
Sara Campos Román

Han llegado nuestras alianzas. Son preciosas (qué voy a decir yo) y han viajado desde el taller de Moncho Morandeira, en la montaña asturiana, hasta Madrid en poco tiempo. Ha pasado solo un mes desde que le escribimos y ya están en casa. Este artículo es un extracto de ‘De Boda’, el boletín de ‘S Moda’ en primera persona sobre cómo se organiza un enlace. Si quieres recibirlo, puedes apuntarte gratis aquí.

Llegamos a Moncho, joyero artesano, a través de Instagram (cómo no), nos llamaron la atención sus creaciones inspiradas en la naturaleza, algunas de sus alianzas tienen tallado el relieve de una montaña, la que cada una quiera. Me encantaron. Busqué más sobre su trabajo, opiniones de otras personas y nos pusimos en contacto con él.

Nuestro proceso ha sido sencillo porque elegimos uno de sus diseños, aunque con algunas modificaciones, nos mandó un medidor por correo para saber la talla exacta y se puso manos a la obra. Estas no son nuestras alianzas, ni el proceso dura solo unos segundos, pero me parece ilustrativo ver cómo es la creación artesanal. Siento una mayor conexión con las cosas que hacen personas con nombre y apellidos, con sus propias manos, que con aquellas que son fabricadas en masa. Valoro mucho el mimo que le ponen a cada pieza y el tiempo que le dedican.

Algunos de los diseños de Moncho con relieves de las montañas que las parejas le piden.

Esta ha sido nuestra elección, pero no es la única, ni mucho menos. Hay quien decide diseñar sus alianzas junto con el artesano, dejando brotar su imaginación y aportando las ideas que tienen en la cabeza, incluso hay quien se anima a crearlas con sus propias manos en talleres presenciales, como os contó Brenda en esta newsletter. También hay quien compra dos anillos, en diferentes lugares y de diferentes diseños, que convierten en sus alianzas de boda.

Y aquí viene la forma que considero la más emotiva que hay para crear los anillos de boda. Es una opción que eligen muchas parejas, como Mariño y Euan, que fundieron varias joyas heredadas para crear sus alianzas. Simbolizando, no solo su unión, sino también un vínculo simbólico entre ambas familias para construir la suya, con la memoria de sus antepasados.

Primero fue un sello del abuelo de Euan y la cadena del bisabuelo de Mariño, pero no había suficiente oro, así que su familia se volcó. La abuela de Mariño le “donó” una sortija que le había regalado su madre de niña y la madre de Euan participó con su propia alianza de boda. “Nuestras alianzas tienen un valor sentimental añadido muy grande y cuando las llevamos nos acordamos de nuestras familias, es como tenerlas siempre con nosotros”, confiesa la pareja.

Dos de los anillos familiares que fundió la pareja. A la izquierda, la alianza de boda de la madre de Euan, cuya tipografía copiaron en su honor.

También fue una forma de tener presentes a personas esenciales de su vida, que ya no están: “Nos daba mucha pena que nuestros abuelos no fueran a formar parte de ese día, entonces nos pareció una buena manera de recordarlos, celebrarlos y hacer que formaran parte de ese día”.

El motivo sentimental está más que claro, pero Mariño y Euan siempre intentan “buscar maneras de reducir su impacto en el medio ambiente”, por lo que “reciclar el oro era la manera más sostenible” de crear sus alianzas.

También hay quien no quiere ponerse alianzas porque no está acostumbrado a llevar anillos o porque no le gusta que se evidencie su estado civil de casada. Y es ahí donde se pone en marcha la imaginación. Fue el caso de la joyera Celia Gayo, que ha tenido que buscar alternativas en muchas ocasiones. El novio de una de las parejas que llegaron al taller de joyería de Celia, Migayo, no quería llevar anillo, “pero sí querían que ceremonialmente se entendiera como un intercambio de anillos”, explica la artesana. Así que lo que hizo fue diseñar un broche circular, similar a un anillo, que acogiera la otra alianza en su interior, unido por la temática de las olas del mar. De esa forma, “él le pondría a ella el anillo y ella le colocaría el broche” en la ceremonia.

Las piezas están realizadas en cera tallada y vertida por goteo para su posterior fundido en metal.

Está claro que las alianzas condensan muchas emociones y no solo relacionadas con el amor. Las alianzas nos dan muchos sustos, muchas carcajadas, momentos divertidos y alguna que otra oración a San Antonio... ¡Cuántas alianzas perdidas y cuántas formas de encontrarlas! Hace varios años, en un bautismo de buceo, una mujer encontró una alianza de matrimonio a 6 metros de profundidad, lo compartió en redes y encontró a la pareja, que la había perdido 30 años atrás.

Aunque más breve, hace varias newsletter nuestro compañero Javier nos contó cómo había perdido y recuperado su anillo el mismo día de la boda. Está claro que algo pasa con las alianzas…

Existen alternativas si tienes miedo a perder el anillo o no usas habitualmente, pero te gusta la tradición: tatuarse una alianza, hay quien lo hace años después de casarse o el mismo día de la boda (cuidado con esto porque no es legal realizar tatuajes en lugares no autorizados por Sanidad).

Otra opción es un tatuaje que rime, que se complemente o se complete el uno con el otro. “Es un recuerdo bonito que vas a llevar siempre y que siempre te recordará un momento bonito de tu relación, aunque en el futuro no estéis juntos”, explica desde Bristol la tatuadora Naomi García, que solo tiene un pero para los tatuajes de pareja: los nombres propios. “Creo que eso es como como marcarte, como una vaca, que pones ahí que perteneces a esa persona”, explica Naomi, que cree que insistiría mucho en preguntar si están seguros o directamente se negaría.

Varios tatuajes que se complementan cuando ambas personas están juntas.

Este artículo es un extracto de ‘De Boda’, el boletín de ‘S Moda’ en primera persona sobre cómo se organiza un enlace. Solo tienes que apuntarte aquí para recibirlo gratis.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Sara Campos Román
Es redactora de Estrategia Digital de EL PAÍS y coescribe la newsletter semanal De Boda. Antes fue directora de producto digital de laSexta y formó parte de las redacciones de ABC, El Mundo y Diario de León. Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos y licenciada en Arte Dramático por la ESAD Asturias.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_