Los aspirantes Chacón y Madina quedan en un segundo plano

La pregunta ayer era quién no estaba en el congreso extraordinario del PSOE de Andalucía, el de la consolidación de Susana Díaz como nueva líder socialista y valor emergente en todo el universo del PSOE. Díaz, con chaqueta roja de cuero, camisa blanca y pantalón negro, fue la estrella absoluta. Todos querían fotos con ella y no negó ninguna. Ha creado en un pispás el susanismo. No se oyó ni una crítica, todo fueron elogios para una mujer que se propone “empezar de nuevo” un ciclo de victorias de su partido. En el Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada se citaron algunos de los posibles aspirantes a las primarias.

La entrada de Carme Chacón al recinto tuvo una acogida tibia, nada que ver con otras apariciones en Andalucía cuando aspiraba a la secretaría general. Chacón se situó en un segundo plano, incluso cuando Díaz, Griñán y Zapatero recorrían la sala hacia sus asientos y todos querían sus besos y abrazos. Igual actitud que la de otro que suena en las quinielas: el secretario del grupo socialista en el Congreso, Eduardo Madina, sentado junto a Chacón en una segunda fila.

También asistió el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, el único gobernante autonómico, aparte de Susana Díaz, que podía aportar el PSOE. Y muchos ex: la que fuera vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega y exministros como Trinidad Jiménez, Miguel Ángel Moratinos, Rosa Aguilar y Carmen Calvo. Aunque también algunas ausencias, como la de Patxi López, por motivos familiares y Emiliano García Page, alcalde de Toledo.