Las protestas de los garífunas de Honduras contra ‘Supervivientes’ caen en saco roto
Una de las comunidades de Cayos Cochinos, donde se graba el ‘reality’, denuncia que el programa limita la pesca artesanal y amenaza el ecosistema en plena temporada de desove de la tortuga carey, en peligro de extinción. La productora asegura que tiene los permisos y reivindica beneficios económicos para la población local


Eduar García, un pescador artesanal de 34 años de la comunidad garífuna de Nueva Armenia, se levanta cada mañana para ir a faenar alrededor de los Cayos Cochinos hondureños. Su tarea, dice, se ve interrumpida cada año cuando unos 20 extraños llegados desde España se asientan durante tres meses en las playas de estos paradisiacos islotes ubicados en el Mar Caribe. Este año, además, el asentamiento es por partida doble. Tras la emisión de Supervivientes 2025, entre marzo y junio, Telecinco estrenó en septiembre Supervivientes: All Stars, con un programa marcado por las protestas de un sector de la comunidad garífuna que está en contra de esta segunda edición del popular reality, y que ha terminado de encender la llama de la polémica en Honduras. “No estamos en su contra, pero no respetan nuestra tierra”, se queja García en una nota de voz enviada a EL PAÍS, en la que comenta que pertenece al Grupo de Pescadores Artesanales de la Comunidad de Nueva Armenia. Hasta la fecha, sin embargo, la emisión continúa con normalidad.
No estamos en su contra, pero no respetan nuestra tierraEduar García pescador garífuna
Todo estalló el pasado 4 de septiembre, en el arranque de esta nueva edición del programa, que tiene de particular la vuelta al concurso de antiguos supervivientes. El habitual salto en helicóptero no se realizó y una de las pruebas iniciales, en Cayo Menor, se vio interrumpida. Ambos contratiempos se produjeron por una manifestación a la que acudieron decenas de personas del pueblo garífuna autóctono que habita en este conjunto de 15 islas y cayos. Tras 20 ediciones y algún cambio de nombre, [antes el programa se llamaba La isla de los famosos] un sector de la población local ha decidido reprochar que la producción emitida en Telecinco “amenaza seriamente al ecosistema de los cayos”, según Mabel Robledo, miembro de OFRANEH (Organización Fraternal Negra Hondureña) y activista en otras organizaciones como IM-Defensoras. El detonante para movilizarse ahora, según las entidades mencionadas, ha sido que en septiembre comienza el desove de la tortuga carey, una especie declarada en peligro crítico de extinción, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza.

La comunidad garífuna de los Cayos Cochinos es una población afroindígena originaria de San Vicente, instalada en este archipiélago hondureño tras migrar desde la costa caribeña en busca de una zona con mayores fuentes de sustento. Corozal, Sambo Creek, Lis Lis, Cacao, Balfate, Río Esteban, Chachahuate, East End, Bolaños y Nueva Armenia. Estas, son las 10 comunidades que conviven en los cayos, que en su mayoría son de propiedad privada y están gestionados por la Fundación Cayos Cochinos, vinculada al Gobierno hondureño y la cual ampara al reality de Telecinco. La última, la de Nueva Armenia, es la del pueblo garífuna que ha elevado la protesta en contra de Supervivientes.
Aseguran que cuando los equipos del programa están en las playas, se les impide acceder a zonas de pesca, se les obliga a hacer rodeos. “En ocasiones se nos retira del mar con presencia policial o militar, simplemente por interferir, aunque sea de forma involuntaria, en las grabaciones”, apunta García, quien reivindica que la pesca para ellos es su medio de vida y de sustento para sobrevivir. “Estos actos representan un riesgo para nuestra alimentación”, lamenta el pescador.
En mayo de este año se celebró una audiencia pública en la Corte Internacional de los Derechos Humanos que enfrenta a los miembros de este sector garífuna de los Cayos contra el Estado de Honduras, cuya sentencia se espera que vea la luz a finales de este año o principios del próximo y uno de los casos que se discuten en este juicio es la continuidad de Supervivientes en los cayos. García insiste en que el reality “no les consultó adecuadamente sobre las fechas de esta edición extra”, ni se les ofrecieron garantías reales de que su modo de vida no se vería lesionado.
Sobreexplotación del territorio
“¿Crees que en Europa, en un área marina protegida, se permitiría hacer un programa de televisión?”. Macarena Marambio, investigadora del Institut de Ciències del Mar (ICM) - CSIC, lo tiene claro: “Se aprovechan de la ignorancia de las personas. Venden a países que no están tan desarrollados que producciones de este tipo servirán de inyección económica, que además es algo puntual, pero al mismo tiempo se están cargando el ecosistema, que sí es un recurso a largo plazo”. Esta experta no cree que la fabricación de las grandes estructuras donde los concursantes realizan las pruebas sea bueno para las playas, “y más teniendo en cuenta el tamaño tan reducido de los cayos”, insiste Marambio. “Sobre el papel estará escrito que se utilizan materiales y pinturas biodegradables. ¿Pero está realmente eso controlado? Yo no lo creo” remata la científica del CSIC.
Juanra Gonzalo, director general de Cuarzo y productor ejecutivo de Supervivientes, sostiene que el reality se hace bajo el abrigo de la mencionada Fundación Cayos Cochinos. “Estamos con todos los permisos del Gobierno. La Fundación tiene un Plan de Manejos con el que se dedican a preservar la flora y la fauna. Hay especies que no tocamos”, asegura Gonzalo. “Nos han boicoteado el estreno del programa porque dicen que desova la tortuga carey en todos los cayos, también ellos explotan el terreno cuando llevan a turistas”, añade el productor.
Estamos con todos los permisos del GobiernoJuanra Gonzalo, productor ejecutivo de 'Supervivientes
Un informe proporcionado por la propia Fundación Cayos Cochinos a EL PAÍS demuestra que la población de la tortuga carey no está en su mejor momento, con tan solo 23 nidos registrados en 2023. “Todo lo que sean luces o ruidos, pueden interrumpir el desove. Cuando salen las crías e inician su camino hacia el mar pueden desorientarse”, sugiere Carlos Carreras, profesor en IRBio de la Universidad de Barcelona. Carreras no descarta que la realización de Supervivientes en estas fechas de desove tenga un impacto en la especie. “Aunque en el informe ponga que en algunas playas no hay huevos, como en Playa Uva, eso no significa nada. Si hay en los alrededores, el animal queda perjudicado igual, porque las hembras mientras descansan entre desoves reposan en el mar y si hay un mayor tráfico marítimo puede molestarlas”, justifica Carreras. En este sentido, Marambio, la investigadora del CSIC, critica la estrategia de la Fundación Cayos Cochinos de justificar que no haya riesgo porque no ha habido tortugas en algunas partes de las playas en 20 años, cuando “de cada nido de tortuga nacen entre 80 y 100 crías y son 20 años los que necesitan para pasar a la adultez y solo sobreviven un 2% o 3%”. “Parece un plan de greenwashing”.
Kelvin es otro habitante de los Cayos Cochinos y afirma a este periódico que “en lo personal” el reality no le afecta, porque entre otras cosas aporta puestos de trabajo a gente local. Según Cuarzo, Supervivientes tiene contratadas a 120 personas (la comunidad garífuna tiene más de 5.000 personas) y aseguran que generan una fuerte “inyección económica” al país, ya que usan hoteles, restaurantes, ferreterías o carpinterías de la zona. “Sería una gran pérdida para ellos que nos fuéramos”, reconoce Gonzalo.
El choque entre el espectáculo y la defensa del territorio en Cayos Cochinos vuelve a poner en el centro el dilema entre economía y preservación del medio ambiente. “La conservación choca con la cultura y la economía. Es verdad que las comunidades garífunas tienen que prosperar. Pero creo que debería evitarse hacerlo de esta manera, mira que hay sitios en el mundo, pero que un programa de televisión no sea haga en una reserva natural. Hay que buscar reducir el riesgo, por mínimo que sea”, reflexiona Carreras. Tras el incidente en el primer episodio de Supervivientes All Stars, el reality sigue emitiéndose de forma normal y se espera que continúe siendo así hasta el final de la edición.
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