Las manos vacías
El video de Jonathas de Andrade no trata de palomas y hombres sino de la calamidad insensata del amor y de la posesión


Jonathas de Andrade es un artista brasileño. Lo conocí por su obra O peixe, un video en el que filmó a varios pescadores de Alagoas, Brasil, que, al sacar al pez del agua, lo aferran contra su pecho y lo acarician durante su tránsito hacia la muerte. Los pescadores y la pesca son reales, pero el rito posterior no: lo llevan a cabo a pedido del artista. Días atrás fui a ver una selección de sus películas al centro Conde Duque, de Madrid. Al entrar, me atrajo la imagen de varios hombres que, uno tras otro, sostenían una paloma y la lanzaban al aire. Pensé: “Qué obvio. La palomita de la paz”. Pero no. Los hombres son miembros de una sociedad de colombófilos. Andrade les pidió que, en vez de lanzar a las palomas mensajeras con el sistema mecánico habitual, lo hicieran con sus manos. Así, estos hombres jóvenes, adultos, viejos, cobijan a un ser alado con una actitud de intimidad extrema y, haciendo un movimiento suave, lo impulsan a volar. La cámara se detiene en la expresión de los hombres. Es como si nunca hubieran visto a las palomas antes, como si las estuvieran descubriendo. Hay ternura, perplejidad, arrobo, respeto. Las manos, aun cuando la paloma ya ha levantado vuelo, persisten en un gesto de adoración, como si elevaran un cáliz. No es un video sobre palomas y hombres sino sobre la calamidad insensata del amor y de la posesión: individuos con las manos vacías contemplan el vuelo de lo que han arrojado al abismo inverso del cielo, de lo que podría no regresar, de lo que ya no puede ser cuidado, de lo que va solo. El latido amoroso persiste en las manos desiertas. El hueco que dejan las palomas, aun cuando regresen, es definitivo: han sido capaces de abandonar. El video parece el reverso de ese poema de Robert Creeley: “cómo/se entremezclan/todos estos/sentidos, para/que aún en tus /brazos pueda/ seguir pensando en vos”. Los hombres, desde la tierra y con las manos vacías, siguen pensando en sus palomas lejanas.
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