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Columna
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Amber Heard y el cuerpo incorrupto de Santa Teresa

La actriz que perdió una demanda de Johnny Depp ha conseguido ser feliz en un país donde tan pronto blandimos la ley contra la violencia de género más avanzada de Europa como sacamos de su tumba a una santa

Amber Heard abandonando la sala donde se celebraba el juicio por difamación de Johnny Depp contra ella.
Raquel Peláez

Mucho antes de que trasladara su dormitorio al Capitolio, Elon Musk dijo que no podía soportar la idea de irse a la cama sin una pareja a su lado. “Irme a dormir solo me mata”. Le acababa de dejar Amber Heard, quien se refugió en él cuando estaba atravesando un juicio de divorcio contra uno de los actores más vengativos de Hollywood. Bien es sabido que los buitres sobrevuelan a los moribundos y este en su día le puso ojitos de nerd a una rubia espectacular y maltratada en sus horas más bajas. No se salió con la suya y ahora, ya convertido en anarcocapitalista misógino, buitrea la democracia mientras va llenando de piedras preciosas su Guantelete cósmico, ese puño mágico creado por Marvel para el malvado Thanos, cuya estampa parece inspirada en la reliquia de la mano incorrupta de Santa Teresa. Reliquia, por cierto, junto a la que dormía todas las noches Franco para sentirse acompañado. Bien es sabido que en sus momentos más bajos algunas personas se refugian en la religión (o en una mano; cumple a veces la función de un buen somnífero).

A pesar de todas las pruebas contundentes de las que disponía, Heard perdió un juicio y la vida contra su maltratador. Solo recuperó la última mudándose a otro país. Desde hace años reside en Madrid, siempre capital de algún régimen, y a la vez siempre espacio de libertad, sobre todo con dinero para comprarla. Ella acaba de ser noticia de nuevo por tener dos hijos con otra fémina. Supongo que cuando Elon Musk se entere dirá que ya lo sabía él (lo mismo que probablemente diría Johnny Depp). Amber Heard ha conseguido cierta felicidad en un país donde tan pronto blandimos la ley contra la violencia de género más avanzada de Europa como sacamos de su tumba el cuerpo supuestamente incorrupto de una mujer mundialmente famosa por tener orgasmos sola. Sin mano, eso sí. Se la arrancó un fraile, Jerónimo Gracián. Otro que debía de llevar mal dormir solo.

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Sobre la firma

Raquel Peláez
Licenciada en Periodismo por la USC y Master en marketing por el London College of Communication, está especializada en consumo y cultura de masas. Subdirectora de S Moda, fue redactora jefa de la web de Vanity Fair. Comenzó en Diario de León y en La Voz de Galicia. Autora de 'Quiero y no puedo. Una historia de los pijos de España' (Blackie Books).
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