Porno: el opio del pueblo
No lo dijo Marx, pero la pornografía se está convirtiendo en un enorme problema, un mundo paralelo al real que está carcomiendo los cimientos de la vida en todos los sentidos


Elon Musk, en nombre de la libertad y la democracia (que no del dinero) ha decidido aportar su granito de arena para afianzar la actual y hegemónica pornocracia. Ha cambiado la política de contenidos de X para permitir la difusión de pornografía. Eso sí, siempre y cuando, dicen las nuevas normas de la plataforma, “sean producidos y distribuidos de forma consentida” y “no fomenten la explotación, la falta de consentimiento, la cosificación, la sexualización, el daño a los menores y los comportamientos obscenos.” Lo cual podría ser una definición bastante exacta de lo que es el porno en sí mismo. Ojalá fuera verdad y en X se pusieran manos a la obra a perseguir la explotación sexual audiovisual, pero es poco probable dada la cultura pornificada en la que vivimos.
Con tantos hombres enganchados al onanismo digital, va a ser difícil hacer la revolución. No lo dijo Marx, es cierto, pero el porno se está convirtiendo en un enorme problema social, de salud y de seguridad, un mundo paralelo al real que está carcomiendo los cimientos de la vida humana en todos los sentidos y en todas partes, afectando a la democracia misma. ¿Exagero? Puede ser, pero acuérdense de que el marqués de Sade defendía la prostitución como válvula de escape del Estado para evitar perturbaciones al Gobierno (lo sé por Alicia Puleo y su Dialéctica de la sexualidad). Con el desarrollo tecnológico y la difusión masiva de la pornografía, su efecto aletargador se parece al de ciertas drogas y a todas luces es ya el nuevo opio del pueblo. Por no hablar de las consecuencias devastadoras sobre la sexualidad al colonizar nuestro imaginario más íntimo difundiendo prácticas y comportamientos estandarizados de forma masiva. No puede existir la libertad sexual si, para empezar, ni siquiera tus fantasías son tuyas y tu imaginación está secuestrada por el algoritmo. Aparte del problema más importante sobre el que se cimienta esta pornocracia: la violencia monstruosa sobre las mujeres reales que aparecen en las imágenes, cuyas consecuencias son devastadoras para las víctimas, pero también para los “espectadores”. Lo cual no solo tiene efectos sobre los menores; también los hombres adultos han ido interiorizando cada vez más que el sexo es sinónimo de vejaciones, sometimiento, golpes, insultos y maltrato a la compañera sexual que, a su vez, si también ha estado expuesta a la pornografía o ha sido víctima de violencia sexual en algún momento, acabará asumiendo ese rol de esclava sometida al haber aprendido a erotizar la propia degradación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
El Tribunal de Justicia de la UE condena a España por incumplir la normativa europea sobre aguas residuales urbanas
El pleno del Ayuntamiento de Barcelona señala el “fracaso” del gobierno de Jaume Collboni en la gestión del sinhogarismo
Avisos naranjas en cuatro comunidades y un fin de semana de lluvias, nieve y frío invernal
María Guardiola alienta la idea del pucherazo en Extremadura tras 48 horas de silencio: “El derecho a votar se ha hurtado”
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16
- Eduardo Casanova anuncia que tiene VIH: “Hoy rompo este silencio tan doloroso”






























































