
Cuando los capos explotan la pobreza y la juventud: cuatro décadas de niños sicarios en Colombia
La utilización de adolescentes como asesinos a sueldo se remonta a los magnicidios de Rodrigo Lara en 1984 y de Bernardo Jaramillo en 1990. La práctica, que recupera visibilidad tras el atentado contra Miguel Uribe Turbay, nunca desapareció