Ir al contenido
_
_
_
_

España abandona Eurovisión: cómo la guerra de Netanyahu terminó con 65 años de idilio musical

La retirada española y de otros tres países abre la mayor crisis del certamen en toda su historia. RTVE confirma que sí celebrará el Benidorm Fest

Héctor Llanos Martínez

La de 2026 será la primera edición de Eurovisión en la que España no participe desde que debutó en el concurso musical en 1961. Era la sexta edición del certamen y la representante enviada por RTVE al certamen fue Conchita Bautista, que presentó el tema Estando contigo. Fue el comienzo de un idilio entre España y el festival que ha durado casi 65 años, hasta que este jueves RTVE anunció su retirada después de que los miembros de la UER, organizadora del certamen, aprobaran mantener a Israel dentro de la competición en la edición de 2026. Países Bajos, Eslovenia e Irlanda también confirmaron su salida.

Como en toda relación larga, la conexión emocional de los españoles con el festival ha vivido altibajos. Pero la retirada se produce justo en un buen momento, sobre todo después de la creación del Benidorm Fest en 2022 como sistema de elección del concursante. En los últimos años, el concurso ha visto renovado el interés entre el público, especialmente el más joven, convirtiéndose en todo un acontecimiento televisivo. El año pasado, la retransmisión en TVE batió récords de audiencia con una cuota del 50,1% y un total de 5.884.000 espectadores, impulsada precisamente por la polémica por la participación de Israel.

Y eso que a España se le resiste la victoria en Eurovisión. Los primeros años fueron los que más alegrías dieron a los fans españoles, con dos victorias consecutivas. La primera fue en 1968 con el La, la, la de Massiel. El triunfo llevó a la celebración de Eurovisión en el Teatro Real de Madrid el 29 de marzo de 1969. En esa edición, Salomé volvió a dar el primer puesto a España con Vivo cantando, aunque en este caso empatada con las propuestas de Francia, Países Bajos y Reino Unido, todas ellas interpretadas por mujeres. Debido al empate, al año siguiente la final se celebró por sorteo en Ámsterdam. España no volvió a organizar nunca más el certamen.

En aquellos años dorados, los grandes de la música española participaban en el festival. Raphael lo hizo con Hablemos del amor en 1967 y Julio Iglesias con Gwendolyne en 1970, cimentando el éxito internacional de ambos cantantes. Mocedades logró otro hito con su interpretación de Eres tú (quedaron segundos) en 1973, que hizo que el tema se convirtiera en un éxito incluso en las listas estadounidenses. Eurovisión impulsaba la presencia de la música española en todo el mundo.

Israel debutó en Eurovisión varios años después que España, en 1973, con el tema Ey Sham, interpretado por Ilanit, quedando en cuarta posición. Su trayectoria inicial fue similar a la de España y ganó el certamen durante dos años consecutivos. Primero lo hizo en 1978 con A-Ba-Ni-Bi, de Izhar Cohen, y un año más tarde con Hallelujah, de Milk and Honey.

A pesar de su victoria el año anterior, Israel decidió en 1980 no organizar el certamen por razones económicas. La fecha del concurso en La Haya (Países Bajos) coincidió con el Yom HaZikaron, el día de conmemoración de los Caídos de Israel, una fecha nacional de luto, lo que hizo que tampoco participara en esta edición. El país hizo historia en el certamen con su tercera victoria, en 1998, cuando una mujer transexual, Dana Internacional, se proclamó por vez primera ganadora con el tema Diva. En 2018, Israel doblaba en victorias a España al ganar por cuarta vez con Toy, de Netta.

En 1983, los 0 puntos que se llevó Remedios Amaya marcaron un punto de inflexión en el idilio de España con el festival. A medida que se iban sumando miembros, el concurso entendía menos las propuestas españolas y apostaba por otras tendencias, como las de Europa del Este. La audiencia española comenzó a perder interés por el festival, pero la llegada de Operación Triunfo en 2001, un fenómeno social que además se convirtió en la preselección española a Eurovisión, logró que el certamen no cayera en el olvido, al menos durante algunos años. Pero los malos resultados obtenidos por los populares concursantes del talent de TVE y Gestmusic hicieron que regresara el desdén de los espectadores españoles.

RTVE decidió crear en 2022 el Benidorm Fest, un concurso al estilo del Melodienfestivalen de Suiza o el Sanremo italiano, que sirviera para elegir al artista y la canción que representaran a España en Eurovisión. La polémica suscitada en su primera edición por el triunfo de Chanel en contra de las votaciones de la audiencia disparó la popularidad de este certamen y, en consecuencia, también de Eurovisión. El enfado se convirtió en euforia cuando el SloMo de Chanel quedó en tercera posición en la final europea celebrada en Turín (Italia). Fue el mejor resultado español desde nada menos que 1995. RTVE ha confirmado que el Benidorm Fest no se verá afectado por la renuncia a Eurovisión y celebrará su próxima edición, como estaba prevista, en la segunda semana de febrero de 2026.

La euforia decayó en la edición de 2023 con el 17º puesto logrado por Blanca Paloma. Pero meses después comenzó la guerra en Gaza y la participación de Israel en el certamen suscitó una nueva polémica. La UER solicitó que el país hiciera cambios en el tema que presentó para la edición de 2024, Hurricane, al considerar que se saltaba las normas del concurso por hacer referencia a un hecho político: los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023 que iniciaron la ofensiva militar de Israel contra civiles. Varios países miembros de la UER, entre ellos España, no entendieron ya entonces el doble rasero de la organización Europea, que había expulsado a Rusia en 2022 por sus ataques a Ucrania.

Desde entonces, las tensiones entre España y Eurovisión fueron creciendo y llegaron a un punto de no retorno durante la emisión de una de las semifinales de la edición de 2025. Justo antes de la actuación de la representante israelí Yuval Raphael, la señal local de RTVE emitió una condena los ataques del país en Gaza. Los comentaristas, Tony Aguilar y Julia Varela, recordaron que hasta ese momento eran más de 50.000 las víctimas civiles por los ataques en Gaza, siendo más de 15.000 de ellas niños, según los datos de Naciones Unidas. A diciembre de 2026, esa cifra ha ascendido a 70.000 víctimas civiles.

Ante este gesto de RTVE, la UER amenazó a la cadena pública española con “multas punitivas” si repetía las referencias al conflicto de Gaza durante la final. La respuesta de RTVE fue clara. Antes del inicio de la emisión de la final, sobreimpresionó un cartel en el que se leía, en español y en inglés: “Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina”. Al hacerlo justo antes de la emisión oficial, evitó la multa anunciada.

Israel, como había ocurrido el año anterior, estuvo a punto de ganar el certamen en 2025 ―y por tanto en convertirse en la siguiente anfitriona― gracias al televoto. Por ello, RTVE siguió presionando a la organizadora de Eurovisión el mismo día en que Yuval Raphael quedó en segunda posición, solo por detrás del austriaco JJ. La cadena pública española solicitó una auditoría del televoto español recibido durante la final, ante sospechas de que hubiera sido manipulado a través de campañas políticas en WhatsApp y redes sociales. A esa petición española se sumaron otros países participantes.

El pasado septiembre, España, Países Bajos, Eslovenia, Irlanda e Islandia anunciaron que no participarían en Eurovisión 2026 si Israel lo hacía. Y esa postura no cambió cuando el 10 de octubre Israel anunció un alto el fuego en Gaza, que incumplió días después y que volvió a retomar el 29 de octubre.

En noviembre, la UER propuso cambiar de forma drástica sus reglas de votación para huir de las sospechas de manipulación en el televoto. Anunció que esas nuevas medidas se someterían a votación en la Asamblea General prevista para este jueves y viernes. Ayer, en la primera jornada, tras la decisión de la mayoría de los miembros de la UER de mantener a Israel en el certamen, España, Irlanda, Eslovenia y Países Bajos confirmaron su renuncia a participar en Eurovisión. Islandia, otro país que había anunciado su veto, aún no ha comunicado oficialmente su salida.

Es el peor momento en la relación del festival con España, que con el paso de los años se ha convertido en uno de sus participantes más relevantes. Y también la mayor crisis del certamen en toda su historia, ante la espantada de países de cara a su edición de 2026, que se celebrará el 16 de mayo en Viena (Austria).

Con su retirada en la edición de 2026, España deja también de formar parte de Big Five, del que forma parte desde que se creó el grupo, en el año 2000. Este club está formado por cinco países, que completan Francia, Reino Unido, Italia y Alemania, y que realizan la mayor contribución financiera a UER, organizadora del concurso. Por esa razón, su pase a la final está garantizada cada año.

No es la primera vez que un miembro del Big Five sale del grupo: Italia se marchó de Eurovisión durante 13 años. Cuando retomó su participación en 2011, volvió a integrarse en el grupo, por lo que España podría volver a serlo en el futuro, si regresa a la competición.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, creador del blog 'Doc&Roll'. XV Premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Antes de llegar a El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_