Varias personas nos cuentan cómo la han disfrutado y cómo les ha hecho la vida imposible. Los expertos aclaran por qué el subidón es tan efímero como el de una noche de copas
Desde que me recuerdo 'habitando' en Internet he deseado fórmulas que no implicaran, como hasta hace poco, duplicar los tiempos y las energías desplazándonos y contaminando
Ahora somos felices con cualquier cosa. Esa casa del pueblo, de tus padres o de unos amigos, que era un último recurso, se revela preciosa cuando no tienes dónde ir
Yo miro al mes de febrero de 2020 con los ojos entornados de retroenvidia por su normalidad sin pandemia
Los cromos de la distopía instalada en nuestro futuro perfecto son las colas del hambre y las personas inmigrantes que saltan de la patera y echan a correr mientras turistas nacionales los contemplan con sus mascarillas mojadas
La respuesta está en uno mismo
No sabremos nunca qué ve la gente cuando nos mira, si a simples extraños o a esos seres a los que no podemos ver más, a los que no podemos dejar de buscar en todas partes
En la vieja normalidad siempre había algo que te estabas perdiendo, y la perdida, en realidad, eras tú. Vivíamos desplazados, lejos de nosotros mismos
Imagino a nuestros herederos rompiendo en el futuro las ánforas digitales de nuestros tesoros electrónicos y descubriéndolas vacías, sin monedas que den contra la losa
Las víctimas solo ven seducción, y no son conscientes del peligro hasta que ya han cedido el control de su voluntad. Pero tiene remedio
La paga era el primer dinero negro, los primeros trapicheos y la primera complicidad fuera de la ley en la que rige la 'omertá'
El miedo al otro está en el origen de las peores fobias. Y ahora se encarna en unos ciudadanos cada vez más aislados, encerrados sobre sí mismos, con la comunicación telemática sustituyendo la relación presenciales
Siento que la política es como aquel estribillo pegadizo que aun resuena en la memoria: 'un pasito p’alante, un pasito p’atrás'
Desde masturbación hasta ETS, no falta de nada
Tengo la esperanza de volver cuando los rebrotes no acaparen ya los titulares de cada día. Es mucho esperar porque eso significaría que todos hemos aprendido algo
El lugar para tener la charla, cómo empezar la conversación..., todo cuenta
Por primera vez, no es más importante decirnos a nosotros mismos quiénes vamos a ser el año que viene o dentro de diez sino confesarnos cómo hemos llegado hasta aquí
De adolescente, tu madre es la señora que te tuvo porque quiso y en el pecado lleva la penitencia. Lo que nadie te dice es que, al tiempo, puede que te conviertas en ella
No podré hacerlo en persona pero quiero abrazar y besar desde aquí, con estas palabras, a los libreros, a los lectores, a los editores catalanes y, sobre todo, a los míos
Somos animales muy sociales a los que, de repente, una pandemia ha obligado a existir físicamente lejos unos de otros. Sobreviene una sensación abrumadora de aislamiento y vulnerabilidad. La distancia nos fuerza a cuestionarnos quiénes somos y cómo queremos vivir
Dentro de esta situación de crisis, se añora el contacto pleno y libre con familiares, amigos y conocidos. Los expertos señalan un proceso de cambio en las relaciones más estrechas en cuatro tiempos
Nos apresuramos en abrir porque entendemos que a más rápido nos pongamos en marcha, más ágil será la recuperación de nuestros bolsillos, nuestras relaciones, nuestros ánimos
Honramos hoy a los muertos del virus mientras los vivos hacemos que todo es como era. No sé quién está más ciego