
Los resentidos
El rencor por la derrota corroe y embrutece el alma: puedes pasar un año entero acordándote de un palo o de una falta que se comió el árbitro antes del gol del empate
El rencor por la derrota corroe y embrutece el alma: puedes pasar un año entero acordándote de un palo o de una falta que se comió el árbitro antes del gol del empate