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Ayuso abandona en ambulancia la misa de la Almudena “por un mareo”

La presidenta de Madrid ha sido trasladada a la Fundación Jiménez Díaz. Las primeras exploraciones indican que podría tratarse de un virus estomacal

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a su llegada a la eucaristía por la festividad de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, presidida por el cardenal José Cobo. Foto: Borja Sánchez Trillo (EFE)
Juan Diego Quesada

Isabel Díaz Ayuso ha abandonado este domingo en ambulancia la misa por la patrona de Madrid, la Virgen de la Almudena, por “un mareo”. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha sido trasladada a la Fundación Jiménez Díaz, donde se encuentra a la espera de un diagnóstico, según ha explicado a EL PAÍS su equipo. En este momento está siendo atendida por los médicos y le realizan pruebas para conocer el origen del malestar. Las primeras exploraciones indican que podría tratarse de un virus estomacal.

Ayuso ya canceló el sábado su asistencia al Congreso del PP andaluz por no encontrarse bien. La presidenta se despertó con la intención de ir a la estación del AVE y viajar a Sevilla, pero regresó a la cama al sentirse indispuesta. Esos problemas parecían superados después de haber pasado la noche sin mayores problemas. Sin embargo, este domingo, a punto de participar en la misa que oficia el arzobispo de Madrid, José Cobo, empezó a “encontrarse mal” y tuvo que abandonar el lugar de las autoridades.

La presidenta fue atendida por una ambulancia del Summa 112. Les dijo a los sanitarios que no se encontraba “bien”, por lo que decidieron trasladarla a un hospital. “No está ingresada. Estamos pendiente del diagnóstico. Parecía que estaba recuperada de lo de ayer, pero no es así. En este momento todavía no sabemos lo que tiene”, explican los asesores de Ayuso.

Nada parecía presagiar que la presidenta se encontraba hoy indispuesta. Ayuso ha hecho declaraciones a los medios de comunicación nada más llegar a la explanada de la catedral, donde iba a oficiarse la misa después de una procesión. Ha adelantado que iba a pedirle a la virgen “prosperidad para todos, convivencia y atender a las personas más vulnerables y las que están solas”. Minutos después ha tenido que marcharse.

Esto ocurre tras la primera semana del juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, al que acusan de haber revelado un correo electrónico en el que el abogado de la pareja de la presidenta, Alberto González Amador, reconoce dos delitos fiscales. Se trata de un caso especialmente sensible para Ayuso, que siente que su privacidad ha sido invadida. El novio, en su declaración en el Supremo, llegó a decir que había dudado entre suicidarse o irse de España cuando todo este asunto salió a la luz.

Al mismo tiempo, la Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado el procesamiento a González Amador por uno de esos delitos por fraude fiscal y otro de falsificación documental. La primera es una causa en la que se le acusa de defraudar 350.000 euros en los ejercicios de 2020 y 2021 utilizando un entramado diseñado para ocultar facturas falsas.

No solo ha sido su novio el que ha testificado ante el Supremo, también lo ha hecho su jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, la persona que difundió a algunos medios de comunicación que la fiscalía había ofrecido un pacto a González Amador y después lo había retirado “por órdenes de arriba”. La cadena de emails ha demostrado que eso no fue así, pero fue uno de los primeros pasos para iniciar la investigación contra el fiscal general.

La actitud de la presidenta respecto al juicio más mediático de los últimos años en el Supremo ha sido ambigua. Por un lado, ha defendido la imparcialidad de la justicia y ha dicho que espera que se sepa “toda la verdad”. Por otro, ha apelado al “patriotismo” de los jueces y los fiscales. Ha dibujado a su novio como una víctima del “sistema”, una excusa para atacarla a ella políticamente. Su versión es que se trata de un asunto que no la concierne a ella, sino a su pareja, que tuvo estos problemas con Hacienda cuando todavía no mantenían una relación. Sin embargo, fue Rodríguez, el principal asesor de Ayuso, quien se encargó del tema cuando empezó a darse conocer en los medios.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.
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