Morena apuesta a la fortaleza de Sheinbaum en 2027: revocatorio, intermedias y judiciales en la misma fecha
El partido oficialista prepara una iniciativa para aprovechar la popularidad de la presidenta ante el desgaste de la formación por las polémicas y casos de corrupción

n hilo de preocupación recorre los cuarteles generales de Morena. Las últimas encuestas constatan el desgaste como consecuencia de las polémicas y casos de corrupción que golpean al partido. Desde el caso Adán Augusto López, que cada vez se enreda más, hasta los abultados patrimonios rodeados de opacidad de otros de sus pesos pesados, o los derroches en las recientes vacaciones. Un panorama que ha abierto una grieta en el respaldo ciudadano al partido oficialista, y temen que pueda llegar a dañar sus próximos resultados electorales. El desgaste de Morena contrasta con la sólida aprobación de la presidenta, Claudia Sheinbaum, al cierre de este primer año de mandato. Detectada la fuga, en el partido ya tienen una solución en mente: aprovechar el efecto arrastre de la popularidad de la presidenta de cara a las elecciones del horizonte más cercano, en el ecuador del sexenio, y juntarlas todas el mismo día.
Creen que todavía hay tiempo de remediarlo y confían también en sacar adelante un plan que ya está en marcha. Dos fuentes conocedoras de las negociaciones aseguran que cuentan con los apoyos necesarios para poder celebrar a la vez tanto el revocatorio de mandato, como las elecciones intermedias que renovarán la Cámara Diputados, 17 Estados votarán gobernador y habrá nuevos comicios judiciales. Todos previstos para dentro de dos años, pero en fechas distintas. El plan supone incluir estos cambios en la reforma electoral, que a su vez implica modificar la Constitución, en la que ya trabaja el oficialismo.
Ya hay una iniciativa para cambiar la fecha de la revocatoria de mandato en la Cámara de Diputados, presentada por Alfonso Ramírez Cuéllar, un operador político que responde directamente a la presidenta. La Constitución establece que el revocatorio de mandato debe celebrarse en octubre, mientras que las elecciones intermedias de diputados y las judiciales se realizarán el primer domingo de junio. El objeto de la iniciativa es unificarlas el mismo día de junio. El cálculo del oficialismo es que la aparición de Sheinbaum en una de las boletas electorales que recibirá el ciudadano permitirá una mayor captación de votos y asegurar la preciada mayoría calificada en el Congreso, y, de paso, hacerse con los tribunales que queda por conquistar. Este año se celebró ya una primera convocatoria rodeada de polémica por las acusaciones que Morena dirigió el voto con guías previas.
El cálculo de aprovechar la marca del mandatario, justamente, es lo que llevó a la oposición en 2021 a no permitir que se compaginaran las elecciones intermedias y la revocatoria del entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, tomando en cuenta su enorme popularidad. Aquella vez, el oficialismo tuvo que ceder a las presiones del PAN, PRI, PRD y MC, tras haber perdido la mayoría calificada en los comicios de diputados ese mismo año. Hoy, Morena controla ambas Cámaras con mayoría suficiente, contando con el apoyo de sus aliados PT y el PVEM, para hacer modificaciones a la Constitución sin apenas contrapesos.
En 2022 fue la primera vez que se celebró el revocatorio de mandato. La implantación de un referéndum a mitad de sexenio nació por iniciativa de López Obrador, cumpliendo una de sus promesas históricas de campaña. Con los índices de popularidad del presidente casi intactos desde la arrolladora victoria en 2018 y sin nubarrones graves en el horizonte, la consulta de hace cuatro años se resolvió con un aplastante respaldo al ahora expresidente. En abril, dos meses antes de las intermedias, un 91,1% votó a favor de su permanencia, aunque con un bajísimo 7,5% de participación. En aquella ocasión, la cita electoral se leyó más como operación política para medir la capacidad de movilización de Morena y seguir apuntalando al mandatario.
Ahora, los planes son algo más ambiciosos: no dejar margen entre convocatorias y aprovechar la marca Sheinbaum presente en el revocatorio para lograr un efecto arrastre en las otras dos citas con las urnas. De salir adelante, el votante recibirá una boleta por diputados, una por jueces, una preguntando si quiere que Sheinbaum termine su mandato, y otra en caso de que en su estado se elija gobernador, diputado local y alcalde.
La iniciativa impulsada por Ramírez Cuéllar aporta justificaciones técnicas, dejando de lado la motivación política: que se gastaría menos si se juntaran las elecciones; que se reduciría el hartazgo de la ciudadanía con tantos comicios; que se alcanzaría una mayor participación ciudadana en el ejercicio revocatario, al estar más cargos en juego.
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