Los scooters eléctricos ganan terreno en las calles de Ciudad de México
China lidera las importaciones en este tipo de vehículos, triplicando en el último año las unidades ingresadas en 2021

En la congestionada capital mexicana, los vehículos ligeros de dos ruedas han proliferado por calles y aceras como una alternativa de movilidad fácil y asequible para desplazarse en la ciudad más poblada de Norteamérica. Ante la insuficiencia del transporte público, el tráfico congestionado y la omnipresencia de las aplicaciones de reparto, miles de capitalinos han optado por este tipo de transporte: un híbrido entre patinete y ciclomotor capaz de alcanzar hasta 60 kilómetros por hora y con un precio aproximado de 5.000 pesos mexicanos (unos 270 dólares).
China ha desempeñado un papel clave en esta tendencia, liderando las importaciones. Hasta mayo de 2025, el 98% de las más de 200.000 motocicletas eléctricas importadas provenían de este país, y las importaciones totales del último año casi triplicaron las de 2021.
Uno de los fabricantes chinos que ha visto el potencial del mercado mexicano es Yadea, empresa que inauguró una planta en Estado de México en mayo de 2024 con el objetivo de abastecer la demanda nacional. La compañía planea ampliar su producción con otra planta que eventualmente exportará a Estados Unidos y Canadá.
La omnipresencia de estos vehículos ha hecho necesaria la creación de un marco regulatorio para una integración segura y eficiente. En marzo pasado, el Gobierno de Ciudad de México, en colaboración con la Asociación Mexicana de Fabricantes e Importadores de Motocicletas (AMFIM), anunció una iniciativa de reformas a Ley de Movilidad y Reglamento de Tránsito para definir legalmente a los vehículos como “motocicletas eléctricas” y diferenciarlas de otros transportes eléctricos de dos o tres ruedas.