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Marcelo Ebrard, sobre el acuerdo general a negociar con EE UU: “Queremos tener certidumbre sobre las tarifas”

El secretario de Economía volverá a Washington esta semana para abordar este nuevo convenio preacordado con Sheinbaum, que servirá de base para la revisión del TMEC en 2026

Marcelo Ebrard, secretario de Economía, en la conferencia de prensa mañanera del 11 de junio de 2025.
Karina Suárez

Después de que el encuentro entre México y Estados Unidos en el G-7 saltó por los aires tras el inesperado abandono de Donald Trump de la cumbre, el Gobierno mexicano ha vuelto a la carga en su batalla para obtener el ansiado trato preferencial arancelario por parte de la Casa Blanca. El que sería el primer cara a cara entre el republicano y la presidenta Claudia Sheinbaum se frustró, pero en su lugar tuvo lugar una llamada de 20 minutos. En el enlace telefónico, los mandatarios acordaron trabajar en un convenio general sobre seguridad, migración y comercio. En esta última trinchera, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, informó que el documento propuesto por Sheinbaum a Trump dará certidumbre sobre las tarifas arancelarias, de aquí a que comience la revisión del TMEC, en julio de 2026. “México ya hizo el esfuerzo que le correspondía en migración, ya ha avanzado muchísimo a juzgar por el fentanilo asegurado, entonces, México ha cumplido y aparte el tema es que tengamos certidumbre de aquí a que se hace la revisión del TMEC respecto a tarifas y los temas comerciales”, indicó este miércoles.

Tras cinco meses de amagos por parte de Trump, aranceles y negociaciones a puerta cerrada, México quiere, al menos, certidumbre sobre las nuevas reglas del juego. El funcionario mexicano está aún a la espera de que las autoridades comerciales estadounidenses le confirmen cuándo será la próxima reunión en Washington, pero él confía en que será esta misma semana. Sin entrar en detalles, el titular de Economía mencionó que se hablará sobre el arancel del 50% sobre acero y aluminio, así como las tarifas a otras exportaciones mexicanas, desde autopartes hasta electrodomésticos. “Lo que queremos es tener certidumbre, cuál es el escenario que tendremos en 2025 y llegar a un acuerdo (con EE UU) porque ya cumplimos, eso es lo esencial, lo que se dijo que se necesitaba, ya se hizo”, zanjó.

La encomienda de la presidenta Sheinbaum para aterrizar este nuevo acuerdo general en migración, seguridad y comercio, corre en paralelo al objetivo de conseguir un trato preferencial arancelario. México busca hacer valer su posición no solo como socio del TMEC ante EE UU, sino también como el principal exportador al vecino país del Norte, con envíos por más de 505.000 millones de dólares al año. Bajo esta premisa, el Gobierno de Sheinbaum ha eludido la confrontación directa con Trump, vía la imposición de aranceles. Pese a los golpes tarifarios de Trump, el Ejecutivo mexicano sigue optando por la estrategia de cautela y “cabeza fría”.

Pese a que México no ha impuesto aranceles a EE UU y es su socio en el TMEC, el republicano ha dado solo algunas concesiones respecto a las tarifas. El Gobierno de Trump no incluyó al país latinoamericano en los llamados “aranceles recíprocos” y permitió librar de un 25% a los artículos que cumplen con el TMEC, mientras que en la tarifa del 25% sobre los autos foráneos, el mandatario permitió a México y Canadá un descuento acorde al contenido estadounidense de cada unidad. Estas batallas, no obstante, se han diluido frente al alza del arancel sobre el acero y el aluminio, que pasó del 25% al 50%.

El muro arancelario impuesto por Trump a México y el resto del mundo ha supuesto un cambio radical en los flujos del comercio exterior. Las empresas exportadoras mexicanas optaron por elevar sus envíos durante los primeros meses del año para esquivar la amenaza de los aranceles, un amago que comenzó a cristalizarse a partir de marzo pasado. Sin embargo, la inusitada cobertura de inventarios comienza a escasear y los estragos de las nuevas tarifas ya se empiezan a ver sobre el terreno. En abril pasado, México exportó poco más de 41.800 millones de dólares, una caída del 3% respecto al mismo mes de 2024. La incertidumbre derivada por esta guerra comercial y la desaceleración económica interna sitúan a México aún en una posición de extrema delicadeza, con un horizonte sombrío para el segundo semestre de 2025.

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Sobre la firma

Karina Suárez
Es corresponsal de EL PAÍS en América, principalmente en temas de economía y sociedad. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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