La transición al cine de C. Tangana: pasión, amor y redención al son de una pena gitana
El documental ‘La guitarra flamenca de Yerai Cortés’, ganador de dos premios Goya y debut directorial del artista, se presenta en el Festival de Cine en Guadalajara y tendrá una proyección en Ciudad de México


Hace un año C. Tangana llegaba a México con un horizonte claro. El motivo de su visita al Festival Internacional de Cine en Guadalajara se debía al estreno del documental Esta ambición desmedida, una producción que lo despojaba de la condición de ídolo obtenida con su disco El Madrileño y mostraba su lado más íntimo y vulnerable. En esa ocasión, admitió no ser un gran entendido a nivel cinematográfico, pero lo que más le interesaba era aprender. Fue ahí, en la sala Guillermo del Toro en la Cineteca jalisciense, que afirmó: “Mi futuro más inmediato es convertirme en un director de cine”. Una edición después, el cantante cierra un círculo en la capital tapatía. Deja atrás al personaje y firma con su nombre real, Antón Álvarez, su primer largometraje como director: La guitarra flamenca de Yerai Cortés, un documental sobre este joven prodigio de la guitarra flamenca.
Habitual a la expectativa que el artista genera, la presentación este pasado sábado de su debut directorial ya había colgado el cartel de boletos agotados días antes. Por este motivo, la organización ha abierto una nueva función el día del cierre del festival, el 14 de junio. A la par, el documental tendrá una proyección única en Ciudad de México este lunes de 9 de junio.
La película ganadora de dos Premios Goya, incluyendo Mejor Documental, inicia cuando Álvarez, C. Tangana, conoce a Yerai Cortés y queda completamente fascinado con su talento e intrigado por su historia familiar. El guitarrista es una figura inusual dentro del flamenco; tan respetado por los gitanos más tradicionalistas como por los artistas vanguardistas de la nueva ola de la que él forma parte. Deciden emprender un viaje juntos para grabar un disco en el que las canciones vienen marcadas por una gran pena, donde el propio proceso artístico lo enfrenta con su pasado y lo empuja a explorar un secreto familiar a través del cual trata de redimir la relación con sus padres. El resultado es una película que desarrolla una experiencia musical para sumergir al público en una historia de pasión, amor y redención.
El director, nacido en Madrid y de 34 años, cuenta en la sala, al terminar la película, que cuando conoció a Cortés, este ya tenía la idea del disco. No era exactamente el que resultó de la colaboración entre ambos, pero era la idea que tenía en la cabeza. “Ha habido gente que ha escuchado antes el disco y después ha visto la película. Con las canciones en el disco se puede intuir lo que sucede y la película se convirtía en algo mucho más explícito. El disco ya nos daba todas las claves y como una especie de guión como de ciertos temas, lugares por los que había que pasar y también como un tono”, explica Álvarez

El realizador llegó a Guadalajara junto a sus protagonistas, Yerai Cortés, la cantante y pareja del guitarrista, Tania García, mejor conocida como La Tania, y Cris Trenas, la productora del filme. El filme fue como una terapia para Cortés, pero no solo por temas familiares irresueltos sobre su niñez y raíces gitanas, sino también como una sesión para reparar la relación con su pareja. Los almendros, canción original del filme que obtuvo el reconocimiento en los Goya y que canta la también actriz, es sobre la infidelidad que le confesó el músico (con el que mantiene una relación desde hace 13 años) y de cómo lo superaron.
“Ha sido un proceso bastante duro. En el proceso te vas encontrando con situaciones que no son tan bonitas. De repente tienes más inseguridad en algunos casos. Puede que no todos hayan tenido mi seguridad de contar las cosas y eso te genera como una especie de conflicto en tu cabeza. Luego también hay otros momentos muy bonitos que es sanar, contar esas heridas, ese pasado que hemos tenido la suerte y el privilegio de poder reescribir”, afirma Cortés, a lo que García complementa: “Siempre digo que ha sido fácil mostrar la vulnerabilidad porque hemos tenido la suerte de trabajar con Antón. Fue contar nuestra historia de la mano de él, que nos sentíamos como en casa”.
La película halla también, a través del flamenco y su puesta en escena, un recurso narrativo y teatral para contar la historia que busca entregar. Si bien hay escenas montadas para este objetivo, Álvarez relata que lo que le interesaba reflejar era la improvisación y lo cotidiano. Poder acceder, de la mano de Cortés, “al mundo del flamenco más ordinario y más de vivir la música”.
Otra perspectiva de hacer arte
“Siempre tuve como la inquietud de poder mostrar un flamenco que consumimos los flamencos. Porque los focos son muy bonitos, las estructuras, escenografías, pero luego cuando los flamencos se van de fiesta, ahí empieza otro cosa. Para nosotros siempre fue eso. Llevar esa idea por bandera e intentar, dentro de todo de todo, esta forma de hacer esta película que también tiene como cosas muy contemporáneas y momentos muy marcados a nivel escena. Que no se pierda la espontaneidad , eso de no saber qué va a pasar. Eso que lo hace único”, afirma el cantante alicantino de 29 años.
Trenas dice que trabajar con Pucho, como le dicen a C. Tangana de cariño sus amigos, le ha hecho evolucionar como productora, ya que lo considera una persona que te reta mucho, “para bien y para mal”, afirma entre risas y añade, “sobre todo para bien, porque te hace hacer cosas que a priori piensas que no son posibles. Con esa su determinación de ‘todo se puede hacer’ es muy interesante, divertido y a veces estresante”.
Álvarez afirma que el debut tras de cámaras lo ha cambiado mucho. Desde replantearse sus relaciones personales con su familia, con la gente que quiere y hasta su forma de entender cómo crear y abordar su proceso creativo, sin pensar en cómo se pasa de uno a otro.
“El tono de la película es uno que yo nunca hubiera utilizado en la música o en otro arte. Normalmente soy un poco más provocador, más cabrón, si se quiere, y esta película tiene un tono como reconciliador y eso es algo que me ha dado este filme y conocerles a ellos. Vivir esa historia. Siento que ha transformado mi sensibilidad de alguna forma y ahora puedo hacer las cosas desde otro punto de vista que antes nunca jamás lo había hecho así”, finaliza Álvarez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
