Un estudio de la UNAM identifica las zonas mortales por la caída de rayos en México

Al menos 2.470 personas han muerto por la caída de un rayo en México desde 1998. Así lo ha revelado un estudio elaborado por Alejandro Jaramillo Moreno y Christian Domínguez Sarmiento, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El trabajo se titula Cartografía del riesgo de rayos en México: Integración de las amenazas naturales y la vulnerabilidad social (Mapping Lightning Risk in Mexico: Integrating Natural Hazard and Social Vulnerability) y fue publicado en inglés a través de la revista Weather, Climate, and Society. Según Jaramillo, doctor de ingeniería y experto en ciencias atmosféricas, los habitantes de zonas con altos niveles de vulnerabilidad social, como la falta de educación y acceso a servicios, infraestructura limitada y viviendas que no ofrecen una adecuada protección contra las tormentas, entre otros factores, son quienes más riesgos corren y sostiene que la amenaza está subestimada. La cifra de los casi 2.500 fallecidos abarca de 1998 a 2021.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, los Estados más afectados son Estado de México, con 539 fallecidos; Oaxaca, con 206; Michoacán, con 168, y Guerrero, con 133. Y los municipios del Estado de México que registraron la mayor cantidad de eventos mortales son San Felipe del Progreso, con 27; Villa Victoria, con 30; Ixtlahuaca, con 23, y Toluca, con 22.

Además, los expertos Jaramillo Moreno y Domínguez Sarmiento crearon el primer mapa de riesgo de muertes por rayos para saber qué zonas del territorio son las más afectadas. Jaramillo resalta que el mapa y el estudio son fundamentales porque integra las ciencias de la atmósfera con las ciencias humanas. El especialista cree que hay aspectos humanos que dominan y modulan el riesgo de muchos fenómenos y añade que la amenaza de los rayos se subestima a pesar de las muertes y pérdidas económicas atribuidas a este fenómeno, sobre todo en países en desarrollo. “Es un riesgo oculto, y por eso no se le presta suficiente atención”, dice.

El estudio enfatiza que los países en desarrollo afrontan distintos retos, como una alta densidad de población, la prevalencia de la agricultura con mano de obra intensiva que expone a la población rural a los peligros de los rayos durante el día, viviendas inseguras y la falta de conciencia en la población sobre los peligros de los rayos.

En México existe una amplia gama climatológica que va de la tropical a la subtropical. El territorio se caracteriza por temporadas de lluvias marcadas por frecuentes tormentas eléctricas. “Esta exposición a los rayos hace que México sea especialmente vulnerable, sobre todo si se tiene en cuenta el mayor riesgo al que se enfrentan los países en desarrollo de las regiones tropicales y subtropicales con población rural”, se lee en el estudio y añade que a pesar de la alta exposición a este fenómeno climático, las investigaciones para entender el riesgo en estas zonas son limitadas.

Jaramillo insta a instituciones de protección civil que presten atención al mapa, ya que es una herramienta útil para tomar decisiones respecto a vivienda, refugios y centros de atención médica, por ejemplo. El mapa, dice, identifica dónde es prioritario educar a la población sobre cómo reaccionar ante tormentas eléctricas y qué protocolos deben seguirse.