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Una mina antipersona mata a seis militares en un operativo en la frontera entre Michoacán y Jalisco

La Guardia Nacional patrullaba un camino de tierra en el municipio de Los Reyes cuando el explosivo estalló. Otros dos soldados fueron heridos

Elementos del ejército en una demostración de búsqueda de minas antipersonas, en el municipio de Aguililla, en el Estado de Michoacán, en 2022.
Alejandro Santos Cid

La frontera entre Michoacán y Jalisco volvió a recordar a una zona de guerra la noche del martes al miércoles. Una mina antipersona estalló al paso de un convoy de la Guardia Nacional que patrullaba un camino de tierra en los alrededores del poblado El Santuario, en el municipio de Los Reyes. El blindaje del todoterreno castrense no fue suficiente para proteger a sus pasajeros. La explosión mató a seis soldados e hirió a otros dos, que fueron trasladados en helicóptero al hospital de Apatzingán en estado grave. Los militares ejecutaban un operativo en la región, feudo del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

La noticia comenzó a circular a última hora del martes en la prensa local y fue confirmada en la mañana de este miércoles por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum. “Muy lamentable que esto ocurra, el uso de artefactos explosivos. Nuestra solidaridad, cariño y todo el apoyo a los familiares de la Guardia Nacional”, ha declarado la mandataria, que ha dedicado más palabras a resaltar los logros de su estrategia contra el crimen que a la muerte de los militares: “Se está trabajando de manera muy importante en seguridad. El día de ayer hubo 44 homicidios reportados, por supuesto que quisiéramos que no hubiera ninguno, pero recuerden que el promedio en septiembre del año pasado era de casi 80, 75, y hay detenciones muy muy importantes, además del trabajo de atención a las causas”.

La Guardia Nacional todavía no ha informado de la muerte de sus soldados. En la prensa local hay dos versiones enfrentadas. Una que dice que las víctimas realizaban un patrullaje rutinario en la región, zona caliente con fuerte presencia del crimen organizado, para inhibir posibles actos de violencia. Otra, que plantea que desde el fin de semana los militares se habían desplegado como parte de un operativo especial que buscaba desmantelar un centro de operaciones y adiestramiento del CJNG en Santa María del Oro.

Seis aviones texanos y cuatro helicópteros se trasladaron al lugar para dar cobertura área durante el rescate de los seis cuerpos y los dos supervivientes. Las minas antipersona repartidas por los grupos criminales en la región se han convertido en parte del paisaje cotidiano, explotando tanto contra militares como contra los campesinos que labran la zona. Lo mismo pasa con los drones caseros manipulados para convertirse en explosivos, como los que acabaron con la vida de tres soldados en febrero de 2024 en Tepalcatepec.

Las operaciones militares en la frontera entre Michoacán y Jalisco se han recrudecido en los últimos meses, con el Cartel Jalisco Nueva Generación como nuevo objetivo prioritario después de haber gozado de años de relativa libertad. El grupo liderado por El Mencho fue el gran ganador de la guerra interna del Cartel de Sinaloa entre sus dos facciones más poderosas, Los Chapitos y La Mayiza. El debilitamiento de sus rivales —con la mayoría de sus líderes muertos o bajo poder de la justicia estadounidense— renovó las fuerzas y la economía del CJNG.

Estados Unidos no perdona, y su presidente, Donald Trump, designó al CJNG como grupo terrorista —junto a otras cinco mafias mexicanas—, remarcando al Mencho como el último gran narcotraficante mexicano en libertad, por cuya la captura la DEA (la Administración de Control de Drogas, por sus siglas en inglés) ya ofrecía desde hace años 15 millones de dólares: la cabeza criminal más codiciada por Washington. A Sheinbaum no le quedó más remedio que lanzarse contra el cartel a degüello para mostrar resultados a sus socios comerciales de la Casa Blanca, que amenazaban con una guerra comercial si las labores de seguridad en México no mejoraban su estadística.

La frontera entre Michoacán y Jalisco, uno de los grandes bastiones del CJNG junto a Guanajuato, se ha convertido en uno de los frentes de esa batalla. En marzo, cuatro soldados y tres sicarios se mataron a tiros en una emboscada criminal que evolucionó a un encarnizado combate a lo largo de los pueblos de Guadalupe de Lerma, Zamora, Ocotlán, Tanhuato... Tras los tiroteos, el CJNG bloqueó carreteras e incendió coches. Tres días después, a 300 kilómetros de allí, en Autlán de Navarro, uno de los centros neurálgicos del Mencho, el Ejército contraatacó por tierra y aire, bajo la cobertura de tres helicópteros. Dos guardias nacionales más murieron.

En abril, el CJNG colapsó durante cuatro horas las carreteras de sus tres Estados clave, Michoacán, Jalisco y Guanajuato, pero fue la zona michoacana la que peor parte se llevó. Hubo otros dos policías acribillados, decenas de vehículos incendiados, negocios en llamas, la población encerrada en sus casas, las calles vacías. No hubo detenidos aquel día. Poco después, fue asesinado Iván Morales, un expolicía que sobrevivió a una caída de helicóptero envuelto en llamas, tumbado hace 10 años por un lanzacohetes en un operativo que fracasó tratando de capturar al Mencho en Jalisco. Morales, que vivía con la cara desfigurada tras el accidente, fue acribillado exactamente 10 años después de la fallida misión, el 1 de mayo.

Por el lado del Gobierno, las detenciones, tanto a capos de alto perfil como a importantes operadores logísticos, económicos y sicarios se han multiplicado en los últimos meses. También los decomisos. Este mismo martes, horas antes de que la mina explotara en Michoacán, las fuerzas de seguridad detuvieron a 12 miembros del CJNG en Tabasco en tres operativos simultáneos. Cinco son guatemaltecos. Otros dos miembros del cartel fueron arrestados esa mañana en Cotija, Michoacán, con 23 kilos de droga y 24.000 municiones.

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Sobre la firma

Alejandro Santos Cid
Reportero en El País México desde 2021. Es licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad Autónoma de Madrid y máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Cubre la actualidad mexicana con especial interés por temas migratorios, derechos humanos, violencia política y cultura.
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