De un peso frágil hasta el verano a oportunidades para el sector textil y electrónico frente a China: las claves de la tormenta financiera en México
La divisa sufre un batacazo arrastrada por las turbulencias globales y se deprecia casi un 4% en dos días. Los analistas señalan debilidades y fortalezas en medio de la guerra arancelaria de Trump


Este fin de semana se ha llevado como un vendaval el ánimo de celebración con el que el Gobierno mexicano afrontó el jueves pasado su exclusión de los denominados “aranceles recíprocos”, las tarifas que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha impuesto a prácticamente todos los países del globo. La primera fase de implementación, de un 10% general a todas las importaciones de Estados Unidos, entró en vigor el sábado. La segunda, que incluye tasas específicas que van del 11% al 50%, en función del país, comenzarán a aplicarse este miércoles.
Los mercados financieros esperaron sin éxito alguna señal que ofreciera una esperanza, como una prórroga en los plazos, pero ese anuncio nunca llegó y han iniciado la semana en plena convulsión, un lunes negro que México esta vez no ha podido esquivar. Tras un repunte momentáneo el miércoles pasado, el peso cerró la sesión este lunes con una depreciación del 1,32% y una cotización de alrededor de 20,71 pesos por dólar. En los últimos dos días, la devaluación de la moneda ha alcanzado un 3,88%, el equivalente a 77,3 centavos.
Todo responde, dicen los expertos, a un escenario de alto riesgo a nivel global, con el mundo encaminándose a una recesión a la que México puede verse arrastrado por el nivel de integración de la economía mundial. En el medio plazo, no obstante, si las tasas se mantienen estables, el país puede convertirse en un gran atractivo para las empresas que producen en lugares muy afectados por las tarifas, como los asiáticos. Podríamos estar, anticipan los especialistas, ante un regreso del nearshoring, un acercamiento de la producción a los mercados finales. Estas son algunas de las claves de la tormenta financiera en el país norteamericano:
¿Por qué caen la bolsa y el peso en México, que esquivó los aranceles?
A pesar de que el peso se apreció dos puntos al poco de conocerse la exclusión del país de los aranceles recíprocos, este lunes se ha sumado a la caída de las bolsas globales, una consecuencia de la respuesta de China a las tasas de Trump, explica Janneth Quiroz, analista de Monex. “Que las dos economías más grandes del mundo se estén enfrentando implica un riesgo sistémico para todos los demás”, incide. Gabriela Siller, de Banco Base, añade otra clave: “El peso mexicano es un activo de inversión. Cuando hay un escenario que los inversionistas consideran de riesgo, se refugian en el oro, los bonos del tesoro, los dólares, el franco suizo y el yen japonés”, monedas mucho más estables. “Por eso sufre el peso, que es una divisa de una economía emergente”, dice. “El trato preferencial hizo que México tuviera un desempeño positivo ese día”, añade el economista Gerardo Esquivel, “pero la guerra comercial tiene implicaciones negativas también para nosotros”.
¿Cuál puede ser el futuro del peso en el corto y medio plazo?
La volatilidad de los mercados y la depreciación de la moneda será la norma en los siguientes días, anticipan las expertas. Además, dice Esquivel, en México “va a dominar un poco el efecto de lo que prevalezca en Estados Unidos”. “Si sigue prevaleciendo la preocupación por una recesión allí, eso nos va a perjudicar”, apunta. “Ante otro episodio de alta aversión al riesgo como el de esta noche, el peso puede alcanzar el máximo del año de 21,29 pesos por dólar”, apuntala Gabriela Siller: “Después del verano va a tender a estabilizarse”.

El tiempo es un factor que juega, a priori, a favor de México, siempre que traiga cierta estabilidad en las tarifas. “Una vez haya certeza sobre cuáles van a ser los aranceles finales en cada país, si México mantiene la ventaja, puede verse fortalecida la integración económica del TMEC [el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica]”, analiza Quiroz. “En el medio plazo, si ingresan dólares al país vía exportaciones a Estados Unidos, eso puede terminar afectando de manera positiva” al país, concluye.
¿Supone la caída del petróleo una amenaza para México?
El petróleo tampoco ha escapado a la tormenta, cayendo a su nivel más bajo en cuatro años. La buena noticia es que ya no tiene el peso en las finanzas de México que solía tener, coinciden los tres analistas, que sin embargo le atribuyen distinto impacto. “México exporta petróleo, pero importa gasolina”, explica Esquivel. “Los movimientos de petróleo se van a contrarrestar y posiblemente incluso a neutralizar”, vaticina: “Cambiará más la composición de los ingresos que su volumen”. Los bajos precios del petróleo, consecuencia de una potencial recesión, disminuirían los ingresos por las exportaciones, pero también harían descender los costes de las importaciones de gasolina.
Gabriela Siller es menos halagüeña: “Sí puede terminar afectando a las finanzas públicas por Pemex. Consume recursos importantes de las finanzas, el Gobierno ha estado ayudando a la petrolera, que necesitará más ayuda”. “Hace muchos años las finanzas dependían mucho de los ingresos petroleros y eso quedó en la mente de los inversionistas”, dice, a pesar de que la dependencia se ha reducido considerablemente.
¿Cuáles son las oportunidades para el país?
Las oportunidades para México se abrirán en el medio plazo, sostienen, cuando haya más certeza sobre la deriva que tomará la guerra arancelaria. Podría consolidarse una vuelta del nearshoring, valoran Esquivel y Siller: un acercamiento de las plantas de producción al destinatario final, en este caso, Estados Unidos. “Si los aranceles se mantienen en la línea de lo anunciado, México sería una gran oportunidad para que muchas empresas se relocalicen”, enuncia el primero, y enumera: “El sector textil, los artículos deportivos, los muebles, incluso algunos aparatos electrónicos” que producen en países como “Vietnam, Tailandia o Malasia”. “Es muy posible que las fábricas que están situadas en otras partes del mundo que tienen ahora un elevado arancel decidan venir a México para exportar hacia Estados Unidos”, completa Siller. Aunque los gastos laborales subirían, los de transporte bajarían.
Para Janneth Quiroz, que se muestra prudente, la clave la dará la revisión del TMEC. “Los inversores buscan certeza de qué es lo que va a pasar más allá del monto [de los aranceles]. Hay que esperar a ver si México impone barreras arancelarias a otros países como China, que podrían frenar la inversión en el país”, dice.
¿Y ahora qué? Hipótesis de futuro
El caos en el que han entrado los mercados financieros no puede durar eternamente, dicen los especialistas. “Es insostenible”, resume Gerardo Esquivel: “Simplemente resultaría muy costoso frente a los electores norteamericanos, que quizá se lo cobrarían con la pérdida del Congreso [en las elecciones intermedias que se celebran dentro de año y medio]. Yo creo que esto tendrá que irse ajustando paulatinamente”. El riesgo mayor para Janneth Quiroz radica en la desaceleración de la economía que ya se observó en el último trimestre de 2024. Si este abril continúa la contracción, México estará oficialmente en recesión, el escenario más plausible también para Gabriela Siller.

En el largo plazo, no obstante, la especialista considera que la volatilidad bajará: “Creo que [Trump] va a empezar a disminuir aranceles y a dar ciertas extensiones”. Cabe esperar, eso sí, cuatro años de crisis intermitentes, coinciden los expertos, marca del presidente republicano, con un carácter propenso a la sorpresa. El TMEC será el paraguas al que podrá agarrarse México, cuya revisión está próxima. “Puede haber algo similar” a lo que se pactó en el último mandato de Trump, deja ver Quiroz: “Ahí se sentaron las bases del comercio internacional. Tanto Canadá como México seguramente van a poner en la mesa esto que pasó, y también Estados Unidos. Una vez se ratifique este tratado, se disipará la incertidumbre”.
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