Los países garantes de la tregua en Gaza urgen a avanzar en el plan de paz ante el riesgo de que colapse
Los mediadores señalan a Israel por sus “violaciones diarias del alto el fuego” y Ankara pide a EE UU, impulsor del acuerdo, que presione a su aliado israelí

Los principales gobiernos regionales en los que Estados Unidos se ha apoyado para mediar e impulsar el alto el fuego en la franja de Gaza han dado este sábado un nuevo toque de atención y han llamado a avanzar en la consolidación del plan antes de que se derrumbe. Qatar, Turquía y Egipto, que firmaron como garantes el acuerdo de tregua que el pasado octubre terminó con las mayores hostilidades entre Israel y la milicia palestina Hamás en el enclave, han expresado su temor a que el cese no alcance la segunda fase ante lo que interpretan como violaciones israelíes del alto el fuego.
Representantes de esos tres países y de otros Estados árabes y europeos, incluido el español, se han reunido este sábado en una conferencia sobre cómo lograr la paz en Gaza organizada en Doha, capital catarí. La cumbre, que se celebra cuando la primera fase del frágil alto el fuego en la Franja está a punto de culminar, ha dado cuenta de las dudas que varios Gobiernos implicados en el plan tienen acerca del salto hacia la segunda mitad del proyecto, que debe incluir la solidificación del cese a las hostilidades, el desarme de la milicia palestina y el despliegue de una fuerza de seguridad internacional.
El primer ministro catarí, el Sheikh Mohamed bin Abdulrahman al Thani, ha asegurado durante su ponencia que el cese se encuentra en un momento “crítico”, y ha advertido que ni tan siquiera se trata de una tregua: “No lo será hasta que las tropas israelíes se hayan retirado del todo, hasta que Gaza tenga estabilidad y hasta que los gazatíes puedan entrar y salir, cosa que aún no sucede”.
El ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, ha declarado a la agencia Reuters desde Doha que todavía se desconocen los integrantes y la misión que tendrá la fuerza internacional (ISF, por sus siglas en inglés). Por su parte, su homólogo egipcio, Badr Abdelatty, ha urgido que la ISF sea una realidad pronto “porque una de las dos partes [en conflicto], Israel, está violando la tregua a diario”.
Las palabras de estos Gobiernos, que forman parte de la estructura que sostiene el acuerdo del alto el fuego en Gaza, entran en contradicción con las afirmaciones que llegan desde Washington, donde insisten en destacar la robustez del cese. Representantes de EE UU, donde el presidente Donald Trump ve la paz en Gaza como un asunto personal, aseguraron el jueves bajo condición de anonimato al diario israelí Times of Israel que el salto a la segunda fase es inminente.
Casi dos meses después de que el alto el fuego entrara en vigor, Hamás está a las puertas de terminar con sus obligaciones en virtud de la primera etapa del acuerdo. La milicia ha liberado a los 20 rehenes con vida que le quedaban en su poder -los devolvió de golpe, el 13 de octubre-, y ha ido devolviendo los restos de los cautivos muertos a medida que los encontraba. Eran un total de 28 cuerpos. Ahora, después de entregar el miércoles a un ciudadano tailandés, a los combatientes palestinos solo les queda por retornar los restos de un rehén israelí. Cuando lo hagan, los requisitos del primer tramo del acuerdo habrán concluido.
La devolución de los veinte rehenes vivos al inicio de la tregua, que Hamás presentó como un acto de buena fe, no ha impedido que el cese se siguiera tambaleando. Israel, que a diferencia de Hamás no ha declarado el fin de la guerra, ha mantenido hostilidades diarias en la Franja y ha lanzado múltiples ofensivas relámpago, justificándolas como una respuesta ante violaciones por parte de milicianos palestinos. Todo, mientras sigue restringiendo el acceso de suministros básicos en incumplimiento del acuerdo, en una decisión que castiga colectivamente a dos millones de personas.
Las hostilidades israelíes han matado en la Franja a 367 palestinos durante la tregua, según informó el ministerio de Sanidad gazatí el sábado. Cinco de estas personas murieron el sábado, en dos incidentes separados que un comunicado castrense israelí vincula con la respuesta de sus soldados ante “terroristas” que se acercaban a la Línea Amarilla, que delimita la mitad de la Franja que las tropas judías controlan en virtud de la actual fase del acuerdo.
Una resolución que no disipa dudas
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el mes pasado una resolución que respalda la segunda mitad del plan de EE UU para Gaza. El proyecto visualiza la formación de una administración tecnocrática formada por palestinos que estaría supervisada por una Junta de la Paz que Trump lideraría. En paralelo, la resolución otorga un mandato internacional para que la ISF se despliegue en Gaza para afianzar el desarme de Hamás y la reculada de los uniformados israelíes.
La resolución, sin embargo, no ha disipado las dudas de algunos países en quienes Trump confía para llevar a cabo el plan de paz. El texto no detalla cómo proceder ante el rechazo de la milicia palestina a desarmarse si no existe una vía creíble hacia la creación de un Estado palestino. Fidan, el titular de Exteriores turco, ha dudado este sábado de la secuencia temporal en la que los distintos objetivos del alto el fuego deben producirse. “[El desarme de Hamás] no puede ser lo primero”, ha dicho, contraviniendo los deseos de EE UU e Israel.
En su lugar, el turco ha planteado como una urgencia mayor el fin de los bombardeos israelíes. “La cantidad de violaciones diarias de la tregua por parte de Israel es indescriptible”, ha protestado, llamando a la intervención de EE UU para que contenga a su aliado. “Todos los indicadores muestran que hay un enorme riesgo de que esto frene el proceso [de paz]”.
Abdelatty, el ministro de Exteriores egipcio, y José Manuel Albares, su homólogo español, también han denunciado las acciones israelíes. “Es inaceptable que se viole permanentemente el alto el fuego”, ha dicho el socialista, presente en Doha. “Cada semana decenas de palestinos inocentes son asesinados y desplazados”.
El ministro español ha mencionado la necesidad de tener como objetivo la solución de los dos estados -uno israelí, y otro palestino-, un elemento que el primer ministro catarí, el sheikh Abdulrahman al Thani, ha descrito como central. Desde su perspectiva, la segunda fase de la tregua “es únicamente temporal” en el camino hacia “una solución duradera que traiga justicia a los dos pueblos”. “Si solo estamos resolviendo la catástrofe que ha ocurrido en Gaza durante los dos últimos años, será insuficiente”, ha anticipado el mandatario árabe, clave en las negociaciones que llevaron a la tregua. “Hay una raíz del conflicto”, ha concluido, “Y esta raíz tiene que ver con el derecho de los palestinos para tener su propio Estado”.
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