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Un grupo de militares da un golpe de Estado en Guinea-Bisáu en pleno recuento electoral

Los oficiales suspenden las elecciones después de que el presidente y un candidato opositor se hubieran proclamado vencedores

Umaro Sissoco Embalo presidente de Guinea-Bisáu
José Naranjo

Un grupo de militares de Guinea-Bisáu ha dado este miércoles un golpe de Estado y asegura haberse hecho con el control del país “hasta nueva orden”, según una declaración leída en la sede del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas por el general Denis Ncanha, jefe de la casa militar del palacio de la República. Los oficiales, autoproclamados como Alta Comandancia Militar para la Restauración del Orden, han anunciado la suspensión del proceso electoral en curso y la anulación de la publicación de los resultados de los comicios celebrados el pasado domingo y que se esperaban para este jueves, según informa France Press. Además, han cerrado las fronteras y han hecho un llamamiento a la calma a la población.

El presidente de Guinea Bisáu, Umaro Sissoco Embaló, había denunciado horas antes ser víctima de un intento de golpe por parte de un sector del Ejército. El propio Embaló aseguró a la revista JeuneAfrique haber sido detenido en su despacho por un grupo de militares alrededor del mediodía, así como que también se encontraban bajo arresto el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Biague Na Ntan, y su segundo, el general Mamadou Touré, además del ministro del Interior, Botché Candé. A esa misma hora se escucharon disparos en los alrededores del palacio presidencial y de la sede de la comisión electoral en Bisáu, capital del país, donde se llevaba a cabo el recuento de los votos de los comicios presidenciales del pasado domingo en los que el propio Embaló era candidato.

Embaló ha señalado al jefe del Ejército de Tierra como máximo responsable de este golpe de Estado en el que manifestó no haber sufrido ningún tipo de violencia, según JeuneAfrique. “He sido depuesto”, explicó a France 24 TV, según informó la agencia Reuters.

En las horas previas a esta asonada militar, partidarios de Embaló habían anunciado la victoria de su candidato con un 65% de los votos, mientras que el aspirante opositor Fernando Dias reclamaba haber ganado con un 51% de las papeletas. Sendos anuncios habían provocado un aumento de la tensión postelectoral y el temor a que se produjera algún tipo de acción violenta en un país conocido por su inestabilidad y las injerencias del Ejército en la vida política mediante golpes de Estado.

Las elecciones se habían celebrado en relativa calma el pasado domingo y con escasas irregularidades, según la misión de observación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) a la que pertenece Guinea-Bisáu. A las mismas se presentaron 12 candidatos, entre los que sobresalían los citados Embaló y Dias, después de que el principal líder opositor, Domingos Simoes Pereira, máximo dirigente del histórico Partido por la Independencia de Guinea-Bisáu y Cabo Verde (PAIGC), fuera excluido de la carrera presidencial por el Tribunal Supremo. Este partido pidió el voto para Dias, lo que hizo crecer sus expectativas de alzarse con la victoria.

Embaló, quien en la actualidad se encuentra en paradero desconocido y en manos de los militares, llegó al poder en 2020 tras otras controvertidas elecciones en las que se enfrentó a Pereira. La comisión electoral dio ganador a Embaló, pero su rival presentó un recurso ante el Supremo, que exigió que le fueran enviadas las actas electorales. La negativa de la comisión electoral a enviar las pruebas del recuento llevaron al país a un bloqueo que se prolongó durante dos meses hasta que Embaló decidió autoproclamarse presidente con el apoyo del Ejército y en contra del criterio de la máxima autoridad judicial del país. La comunidad internacional acabó por dar su respaldo a Embaló, quien tres años después suspendió el Parlamento después de que su partido perdiera las elecciones legislativas.

Desde su independencia de los portugueses en 1974, Guinea-Bisáu ha sufrido una guerra civil y cinco golpes de Estado llevados a término, además de numerosas intentonas. Con unos dos millones de habitantes, ha estado bajo la lupa de las fuerzas policiales internacionales por ser un importante punto de tránsito de la droga que procede de Latinoamérica camino de Europa. En 2013, el contraalmirante Jose Americo Bubo Na Tchuto, quien durante años fue jefe de la Marina de Guinea-Bisáu, fue detenido por EE UU acusado de tráfico de estupefacientes

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).
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