La opositora venezolana María Corina Machado, Premio Nobel de la Paz 2025
El comité noruego del galardón elige a la venezolana por “su incansable trabajo promoviendo los derechos democráticos para el pueblo de Venezuela”
El Comité Nobel noruego ha otorgado este viernes el Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado (Caracas, 58 años). El comité la ha elegido “por su incansable trabajo promoviendo los derechos democráticos para el pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”. Machado lleva desde finales de agosto del año pasado en la clandestinidad a causa de la represión desatada por el régimen de Nicolás Maduro tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que la galardonada, que no pudo participar en la contienda por estar inhabilitada, apoyó la candidatura del diplomático Edmundo González Urrutia.
“Estoy en shock", le ha dicho Machado a González en una llamada telefónica que el político opositor, exiliado en España, ha difundido en sus redes sociales. “No me puedo creer esto”, ha continuado Machado, emocionada, durante la conversación. Los dos políticos recibieron en octubre del pasado año el premio Sájarov por la libertad de conciencia que concede el Parlamento Europeo, pero la concesión del Nobel de la Paz supone ahora un gran espaldarazo a la causa democrática de la oposición venezolana.
¡Nuestra querida Maria Corina Machado, galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025! Merecidísimo reconocimiento a la larga lucha de una mujer y de todo un pueblo por nuestra libertad y democracia. ¡La primer Nobel de Venezuela! ¡Enhorabuena @mariacorinaya, Venezuela será… pic.twitter.com/jpmrUEujtL
— Edmundo González (@EdmundoGU) October 10, 2025
“Como líder del movimiento democrático en Venezuela, María Corina Machado es uno de los ejemplos más extraordinarios de coraje civil en América Latina en los últimos tiempos”, ha manifestado el presidente del comité, Jorgen Watne Frydnes, al anunciar el galardón. “Machado ha sido una figura clave y unificadora en una oposición política que alguna vez estuvo profundamente dividida, una oposición que encontró un terreno común en la demanda de elecciones libres y un gobierno representativo”, ha proseguido Frydnes.
La opositora venezolana se ha alzado entre los miembros del comité noruego por encima del candidato que mayor campaña y esfuerzos había hecho en los últimos meses, el presidente estadounidense, Donald Trump.
Veterana dirigente política, Machado se enfrentó frontalmente al expresidente Hugo Chávez, quien solía descalificarla con ataques personales e insultos —llegó a definirla como “burguesita de fina estampa”—. Tras años trabajando alejada de la primera línea, hoy es, junto a Edmundo González, la principal rival de Maduro y el chavismo. Antes de las últimas elecciones, fue de hecho la primera líder política venezolana en más de una década capaz de movilizar a la inmensa mayoría de la oposición. Machado logró unir a una coalición con sensibilidades, tradiciones ideológicas y visiones estratégicas difíciles de conciliar. Prueba de ello fue su inapelable triunfo en las primarias celebradas en octubre de 2023, cuando arrasó con el 92,5% de los votos. Ese fue el trampolín que impulsó su campaña hacia las presidenciales. Una carrera truncada por la inhabilitación impuesta por la Contraloría, un organismo controlado por el aparato chavista, que forzó a su candidatura, la Plataforma Unitaria Democrática, a buscar contra el reloj a un aspirante alternativo.

Esa dimensión política se agrandó con el paso del tiempo. Si bien Machado siempre fue una figura visible en la disputa con Chávez y Maduro, no siempre tuvo la misma popularidad. En las primarias opositoras de 2012 solo rozó el 4% de los apoyos frente al 64% del excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski. Pasó entonces a representar a un sector del antichavismo más enrocado en posiciones como el boicot de las convocatorias electorales y convencido de la eficacia de los cercos diplomáticos. Cuando en 2019 un entonces desconocido diputado, Juan Guaidó, lanzó su desafío a Maduro proclamándose presidente interino y tratando de consolidar un Gobierno paralelo, Machado dio un paso atrás y trabajó en silencio. Hasta que la propia oposición reconoció el fracaso del intento de Guaidó y, desde principios de 2023, comenzó a construirse el proyecto de Machado.
Próxima a la Casa Blanca desde los tiempos de George W. Bush, la galardonada sabe que cualquier decisión de Estados Unidos tiene una repercusión directa en los equilibrios políticos de Venezuela. Pero ella siempre ha apelado a la capacidad de resistencia de los venezolanos, confiada en que tarde o temprano el tiempo de Maduro se acabará. En su última entrevista con EL PAÍS, el pasado mes de julio, denunció la persecución del régimen y manifestó con claridad sus temores. “Es duro, durísimo, y vivo con la amenaza detrás de mi cabeza, porque me han dejado clarísimo que si ellos me encuentran me van a desaparecer”, lamentó. Pero se mostró cristalina sobre la misión que eligió. “Decidí dedicar mi vida a la libertad de Venezuela. Si bien esto es durísimo, estar absolutamente encerrada, sin hablar con nadie, sin ver a nadie, sin tocar, sin abrazar, sin besar, sin acariciar, sin ver a mis hijos, a mi marido, a mi mamá y a mis compañeros, también me ha permitido estar absolutamente concentrada en nuestro trabajo. Estamos listos”, enfatizó en referencia al horizonte de una transición.
Maduro se arrogó la victoria de las elecciones de 2024 sin mostrar ninguna prueba de ello, mientras que la candidatura de Machado difundió las actas de votación que mostraban una victoria rotunda de González Urrutia. La indignación ciudadana desembocó en una oleada de protestas sociales que provocó la militarización de las calles y la represión de los aparatos policiales del chavismo. Cuatro meses después de los comicios, la Fiscalía venezolana, en manos del chavismo como todos los organismos públicos, abrió una investigación contra la dirigente con el fin de imputarla por supuestamente haber apoyado un nuevo paquete de sanciones de Estados Unidos contra Caracas. Para entonces la líder opositora ya estaba en la clandestinidad, que rompió el pasado enero al intervenir en unas manifestaciones en la capital venezolana contra la investidura de Maduro.
“El Premio Nobel de la Paz otorgado a María Corina Machado debería contribuir a revitalizar los esfuerzos internacionales para promover una transición pacífica hacia la democracia en Venezuela”, ha manifestado al conocer la concesión del galardón Juanita Goebertus, directora para las Américas de Human Rights Watch (HRW), una de las primeras en pronunciarse. “El pueblo venezolano ha sufrido durante demasiado tiempo a manos de un Gobierno brutal, responsable de violaciones sistemáticas de los derechos humanos y de una devastadora crisis humanitaria. Los gobiernos extranjeros deberían apoyar a los venezolanos en su lucha por una democracia que respete los derechos humanos”, ha proseguido.
Promoción de la paz
El comité es desde 1901 el órgano encargado de designar a la persona que considera que cumple con los criterios del fundador del premio. El deseo de Nobel, explícitamente recogido en su testamento, enumera los puntos claves que se buscan en el perfil del candidato más merecedor: “[…] la persona que más o mejor haya contribuido a fomentar la hermandad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos permanentes, y el establecimiento y la promoción de congresos de paz”.
El Premio Nobel de la Paz, último de los cinco galardones que Alfred Nobel señaló en su testamento —las demás categorías incluyen Medicina o Fisiología, Física, Química y Literatura— se falla en el aniversario de la muerte de Alfred Nobel, el 10 de octubre, después del resto de premios ya anunciados a lo largo de esta semana.
En 2024, el galardón recayó en Nihon Hidankyo, organización nacional japonesa de supervivientes de la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki, conocidos como los hibakusha, “por sus esfuerzos para lograr un mundo libre de armas nucleares y por demostrar mediante el testimonio de testigos que las armas nucleares no deben volver a utilizarse nunca”, según defendió el comité noruego.
Este año, el favorito para hacerse con el galardón según los registros de los últimos días de la plataforma Polymarket, uno de los mercados de predicción más grandes del mundo, eran las Salas de Respuesta a Emergencias de Sudán (ERR), una iniciativa liderada por la comunidad sudanesa en respuesta a la crisis humanitaria desatada por la guerra civil que estalló en el país africano en abril de 2023. Le seguían la organización Médicos sin Fronteras, con misiones de ayuda en todo el mundo; Yulia Navalnaya, viuda del opositor ruso Alexéi Navalni; el Tribunal Internacional de Justicia, y, ya en quinto lugar, según esos números, Donald Trump. Machado ascendió en estas quinielas durante la mañana del viernes, unas horas antes del anuncio del galardón en Oslo.
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