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Siria celebra las primeras elecciones parlamentarias desde la caída de Al Asad

Los comicios, sin voto popular, suponen un avance en la restitución de las instituciones tras el desmantelamiento de la dinastía que gobernó cinco décadas

El presidente interino sirio, Ahmed al Shara, saluda este domingo al entrar en un colegio electoral en Damasco.Foto: Omar Sanadiki (AP) | Vídeo: REUTERS

Siria ha dado este domingo un paso más en una transición llena de retos al celebrar las primeras elecciones parlamentarias desde la caída del presidente Bashar al Asad, que huyó del país en diciembre de 2024 poniendo fin a una dinastía autocrática de medio siglo de duración. Los comicios pretenden restituir el poder legislativo, aunque con un particular sistema participativo en el que no existe el sufragio universal y en el que algunos territorios han sido excluidos de la votación. Los resultados se conocerán entre el lunes y el martes.

Las autoridades interinas afirman, en todo caso, que estos son los mejores comicios que pueden existir por el momento. El país carece todavía de registros civiles, muchos ciudadanos perdieron sus documentos en los 14 años que duró la guerra civil y hay millones de sirios que siguen desplazados en el interior del territorio o exiliados en el extranjero.

Ante estas dificultades, el Comité Superior de las Elecciones Parlamentarias —que fue establecido por un decreto presidencial— decidió que el proceso participativo pivotará alrededor de los consejos locales de cada distrito o municipio. Los miembros acreditados de estos consejos han sido los únicos ciudadanos que han podido presentarse como candidatos para competir por un escaño en el Parlamento. Al mismo tiempo, los consejos son los que votarán a esos candidatos que aspiran a llegar a la Asamblea del Pueblo.

La falta de un criterio claro en la elección ha provocado temores de que el proceso pueda ser manipulado, según explica Haid Haid, investigador de Chatham House, a la agencia AP. Algunos también observan con recelo que el nuevo sistema otorgue al presidente interino, Ahmed al Shara, la capacidad de elegir 70 parlamentarios a dedo, haciendo que los comicios del domingo se limiten a escoger dos tercios de la cámara, de 210 escaños.

El decreto presidencial también asigna una cantidad de parlamentarios por territorio según la densidad de la población. Según SANA, la agencia de noticias estatal siria, el periodo para ser nombrado candidato por parte de algunos de los 50 distritos contemplados en la votación terminó el 28 de septiembre. El proceso concluyó con 1.578 candidatos, cuyas campañas electorales cerraron el pasado viernes, para dar paso a una jornada de reflexión. Las mujeres representan el 14% de los candidatos, lejos del 30% que algunos grupos civiles exigían como primer paso hacia la paridad de género.

La historia de Siria dio un vuelco a finales de 2024, cuando un grupo de rebeldes armados liderados por al Shara tomó el palacio presidencial de Damasco. Desde entonces, Shara ha cambiado el traje militar por la americana, y ha liderado una transición con luces y sombras que ha incluido la formación de un Gobierno en funciones y la redacción de una Constitución temporal. Según los nuevos líderes, ambas herramientas marcarán los pasos de Siria durante el próximo lustro, hasta que el país pueda celebrar elecciones con normalidad y dotarse de un Ejecutivo con poderes plenos.

Tras la caída de Al Asad, las autoridades interinas disolvieron los partidos políticos existentes, al argumentar que la mayoría de ellos estaban vinculados al Gobierno desmantelado, y aún no han establecido el sistema para que se registren nuevas formaciones. Eso hace que quienes se presentan este domingo como candidatos al Parlamento lo hagan a título individual. La Cámara contará con un mandato prorrogable de dos años y medio en los que se debe preparar el terreno para que las siguientes elecciones cuenten con voto popular.

Vetos y ausencias

El comité electoral ha prohibido el concurso de quienes hayan servido en el Parlamento después del inicio de la guerra civil, en 2011, si no pueden demostrar que dimitieron y se desmarcaron de la sangrienta represión que las autoridades lideradas por Al Asad lanzaron contra las revueltas que exigían su fin durante la Primavera Árabe.

Tampoco pueden concurrir los menores de 25 años, quienes apoyen el régimen anterior, quienes pertenezcan a grupos terroristas, quienes defiendan movimientos separatistas ni quienes abran la puerta a interferencias extranjeras.

Estos requisitos encapsulan las tensiones existentes entre los nuevos líderes en Damasco y la región sureña de Suweida, donde señores de la guerra locales que mantenían lazos con Al Asad abrazan de manera creciente un discurso autonomista y aceptan la protección de Israel después de los combates del pasado julio, en los que las autoridades interinas cosecharon una de las peores manchas negras de la corta transición.

En un segundo episodio de violencia contra una minoría social y religiosa del país, las Fuerzas Armadas vinculadas al Gobierno cometieron crímenes contra civiles que pertenecen a la minoría drusa, que solo representa un grupo mayoritario en ese territorio meridional de Siria frente a la comunidad musulmana suní, predominante en el conjunto del país y en las nuevas autoridades interinas.

Precisamente, el Comité electoral ha determinado el aplazamiento sin fecha de las elecciones parlamentarias en Suweida y en regiones del noreste del país dirigidas por los kurdos, a la espera de avanzar en el encaje de estos territorios en el proyecto estatal. Esto hará que el espacio parlamentario reservado para estos distritos quede vacante, lo que provoca temores de una mayoría suní y árabe todavía más pronunciada en sede parlamentaria.

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