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La UE prosigue con Indonesia su plan para abrir nuevos mercados a la exportaciones europeas

Bruselas firma con Yakarta un acuerdo comercial y de inversiones y ahonda su estrategia de diversificación de alianzas ante la incertidumbre creada por Trump

Prabowo Subianto, Ursula von der Leyen
Manuel V. Gómez

La Unión Europea profundiza en su estrategia de firmar acuerdos comerciales y políticos con otras áreas del mundo que compensen el hueco que deja Estados Unidos y los reveses de su presidente, Donald Trump, al comercio internacional. Esta madrugada, en el horario europeo, Bruselas ha alcanzado un doble pacto, comercial y de inversiones con Indonesia, que, cuando entre en vigor, dará lugar a un área de libre comercio de unos 700 millones de consumidores, según los datos que ha dado la Comisión Europea.

Apenas han pasado cinco días desde que la UE e India publicaran un comunicado conjunto en el que explicaban cómo y en qué áreas pretenden llegar a un acuerdo comercial antes de fin de año. Algo similar ocurrió hace dos meses entre la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el presidente indonesio, Prabowo Subianto: en julio anunciaron un pacto político con el objetivo de cerrar el Acuerdo de Asociación Económica Integral (CEPA, por sus siglas en inglés) en septiembre. Y, llegado ese momento, se ha alcanzado un punto de encuentro en el que también está el Acuerdo de Protección de Inversiones (IPA).

En la actualidad, el comercio entre la UE e Indonesia no es muy intenso. Está lejísimos de los volúmenes de intercambios que Los 27 alcanzan con otras áreas del mundo muy pobladas como Estados Unidos o China. Con Indonesia, que tiene 283,5 millones de habitantes, las importaciones y exportaciones anuales ascendieron a 27.300 millones de euros, a mucha distancia de los 851.000 millones con la gran potencia norteamericana o de los 732.300 millones con China. Y ese comercio, con el que es el país musulmán más poblado del mundo, es deficitario desde el lado europeo, ya que las importaciones (17.500 millones) superan a las exportaciones (9.800) por 7.700 millones.

Se trata, por tanto, de estimular estos intercambios con un acuerdo comercial con Yakarta que elimina los aranceles para el 98,5% de los productos que la UE exporta a Indonesia, explica la Comisión en su comunicado, y permite así el ahorro de unos 600 millones de euros en aranceles. Si se lograra finalmente el objetivo de reforzar los intercambios entre ambas partes, ese ahorro sería mayor, puesto que el cálculo está hecho a partir de los números actuales.

Otro punto que destaca la Comisión, este sobre la protección de las inversiones, es que las empresas europeas que se implanten en Indonesia podrán prestar servicios “con plena propiedad en sectores clave como la informática y las telecomunicaciones”. La frase viene a aclarar que no será necesario que las compañías de la UE suscriban acuerdos con firmas indonesias si quieren hacer negocios en el país.

Sector agroalimentario

Uno de los puntos más delicados en los acuerdos de la UE siempre es el apartado agrícola y agroalimentario. En este punto, el acuerdo comercial protegería 221 denominaciones geográficas europeas y 72 indonesias. Añaden, además, desde la Comisión que para las importaciones de “productos agroalimentarios sensibles, como el arroz, el azúcar y los plátanos frescos, se mantienen los aranceles existentes”.

Además de la diversificación comercial, una de las prioridades de la Unión al alcanzar estos acuerdos es asegurarse el acceso a materias primas críticas que no se encuentran en los Estados miembros o no en la cantidad demandada. Indonesia es uno de los mayores productores en este tipo de materias, como son las tierras raras. “El acuerdo refuerza las cadenas de suministro predecibles, fiables y sostenibles, entre otras cosas mediante la reducción de los aranceles, la facilitación de las exportaciones, las evaluaciones de impacto ambiental y la cooperación avanzada”, justifica Bruselas.

“Sectores clave de la UE, como el agroalimentario y la fabricación avanzada, se beneficiarán de un mayor acceso al mercado y una mayor previsibilidad”, se ha comprometido el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, al presentar el pacto. El comisario eslovaco ha explicado que durante los próximos cinco años se eliminará gradualmente el arancel del 50% que Indonesia aplica a las importaciones de automóviles de la UE. “En la impredecible economía mundial actual, las relaciones comerciales no son meras herramientas económicas, sino activos estratégicos que transmiten confianza, alineación y resiliencia”, ha argumentado.

A partir de ahora comienza el proceso de ratificación del acuerdo, empezando por la traducción a las lenguas oficiales de los textos legales. Posteriormente, los colegisladores de la UE (Parlamento Europeo y Consejo de la UE) tienen que ratificar el pacto para que pueda firmarse y entrar en vigor. En la Eurocámara bastará una mayoría simple (más síes que noes), y en el Consejo se requerirá una mayoría cualificada (es decier, el apoyo de al menos el 55% de los Estados miembros y que representen como mínimo a un 65% de la población total).

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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