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Israel cierra la segunda vía de salida de Ciudad de Gaza y anuncia una ofensiva “sin precedentes” sobre la zona

Las tropas israelíes avanzan hacia el corazón de la capital, donde centenares de miles de personas permanecen en un territorio donde denuncian explosiones y escasez de suministros básicos

El ejército de Israel da por terminado el periodo de 48 horas que había dado a los gazatíes para que evacuaran Ciudad de Gaza por una segunda vía, y anuncia la llegada de una ofensiva “sin precedentes” en la zona, donde permanecen más de medio millón de personas. La amenaza llega después de que las tropas advirtieran la noche del jueves de que dos de sus divisiones avanzan hacia el centro del municipio, cuya única carretera hacia el sur registra momentos de colapso total.

El portavoz de las tropas en árabe, Avichay Adraee, anunció el miércoles la apertura de una segunda ruta que los palestinos podrían utilizar para escapar de la capital. Esa vía, llamada Salah al Din y que circula por el interior, estaría habilitada solo durante 48 horas hasta el mediodía del viernes. El ultimátum apremiaba a los palestinos a utilizar esa oportunidad, que ahora ha terminado.

El portavoz ha emitido un comunicado al mediodía de este viernes dirigido “a los residentes de Ciudad de Gaza”. Según ese texto, “a partir de este momento, la carretera de Salah al Din está cerrada. El ejército continuará operando con una fuerza sin precedentes contra Hamás y el resto de grupos terroristas”. La nota insiste en que los gazatíes deben huir del municipio por la única carretera que queda disponible, la de Al Rashid, que avanza en paralelo al mar. “Por vuestra seguridad, aprovechad la oportunidad y uníos a centenares de miles de residentes que ya se han trasladado hacia el sur”.

El comunicado hace referencia a Al Mawasi, una supuesta zona humanitaria de 9 kilómetros cuadrados donde los gazatíes denuncian la falta de espacio, de fuentes de agua y de puntos de comida.

El ejército de Israel informó el jueves de que 450.000 personas habrían abandonado la ciudad, según sus cálculos, lo que se acerca a la mitad del millón de personas que las agencias de Naciones Unidas estimaban que se amontonaban en la zona hasta hace semanas. La ONU cree que el número de personas que ha partido es mucho menor. En cualquier caso, centenares de miles de personas permanecen en Ciudad de Gaza, y lo hacen principalmente en el centro y en el oeste del municipio, después de que las tropas hayan avanzado sobre el terreno durante semanas desde el norte, el este y el sur, empujando multitudes a arrinconarse contra el litoral del municipio antes de escurrirse hacia el sur.

El portavoz titular de las tropas israelíes, Effie Defrin, declaró el jueves que las tropas avanzan hacia el corazón del municipio, donde “profundizan” su actividad y donde esperan la llegada de refuerzos de manera próxima. El militar añadió que Israel había golpeado 1.200 “objetivos terroristas” durante la operación Carros de Gedeón 2, que es el modo en el que ha bautizado la ofensiva en Ciudad de Gaza.

Alaa Sbaih, una joven gazatí de 25 años de edad y graduada en Artes y Humanidades, permanece en la capital y no tiene planes de moverse. Describe lo que la rodea como una zona de guerra con múltiples amenazas que avanzan sobre el terreno, desde la periferia de la ciudad hacia el centro urbano, donde ella reside. Su barrio, según explica a EL PAÍS el mediodía de este viernes, mediante mensajes de texto, se ve asediado por balas, explosivos, cócteles molotov, cuadricópteros y los temidos “robots explosivos” —vehículos militares que el Ejército teledirige hasta detonarse contra edificios—.

“Cada día nos despertamos con las explosiones de estos robots”, protesta la joven. Durante los últimos días, Israel los ha estado detonando con frecuencia contra la Calle 8, una de las avenidas principales de esa parte de la ciudad que conecta distintos barrios, entre ellos Zeitún, Shujaiya o Sabra. La situación en esos distritos, cree Sbaih, augura lo que sucederá en el suyo. “El ejército no ha dejado ninguna casa habitable en esas zonas. Estamos hablando de que casas arrasadas hasta el suelo”.

Esta residente gazatí explica que mucha gente ha abandonado la ciudad durante las últimas fechas, pero que mucha otra se ha quedado en la capital por la falta de recursos para huir de ella. “Los barrios en el centro de la ciudad están llenos de gente”, asegura.

Quienes permanecen en la capital no solo se enfrentan a las bombas israelíes, sino también a la ausencia de recursos básicos. Sbaih habla de barrios enteros con las tiendas cerradas, sin acceso a electricidad y con muchas familias que optan por dejar atrás sus casas, a pie, con una sensación “de duelo”.

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