Ir al contenido
_
_
_
_

Trump se enfrenta al escollo de ofrecer garantías de seguridad a Ucrania en sus ambiciones de paz

Moscú insiste en que debe formar parte de las negociaciones sobre los mecanismos para garantizar la seguridad futura de Kiev

Los participantes en la cumbre de la Casa Blanca sobre Ucrania
Macarena Vidal Liy

Tras meses de resistencia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha declarado dispuesto a implicarse en las garantías de seguridad para Ucrania, uno de los puntos clave en las conversaciones en torno a un acuerdo de paz con Rusia. Incluso ha precisado que Washington podría participar de algún modo con su fuerza aérea. Pero aún no está claro qué forma tendrán esas garantías que deben asegurar que el país no vuelve a ser agredido en el futuro. Ni tampoco se sabe qué acabará decidiendo Trump, un presidente cuyas bases se oponen a cualquier involucración de EE UU en un conflicto que ven muy lejano. Y menos claro aún está que Rusia vaya a aceptarlas.

El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, y los aliados europeos destacaron la oferta de Trump como uno de los grandes avances tras la reunión en Alaska del estadounidense con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y en la Casa Blanca el lunes con Zelenski y los europeos. El ucranio subrayó que esas garantías para evitar que Rusia pueda repetir su agresión en el futuro son “un comienzo para poner fin a la guerra”.

“Las preocupaciones de seguridad son algo demasiado importante tanto para Moscú como para Kiev como para que no se dejen claras y se acuerden de manera explícita, de modo que no se acaben convirtiendo en un veneno diplomático”, advierten en un análisis George Beebe, Anatol Lieven y Mark Episkopos, del think tank Quincy Institute for Responsible Statecraft.

Hasta ahora, las promesas del estadounidense se mantienen vagas. Por el momento ha descartado el despliegue de tropas de su país en Ucrania como parte de una hipotética fuerza de estabilización. Sí ha apuntado que Washington podría aportar apoyo aéreo a esa fuerza: “Tenemos aviones que no tiene nadie más”, declaró el martes en una entrevista telefónica para la cadena de televisión Fox News.

Trump también ha precisado que los países europeos serían la “primera línea de defensa” para garantizar la seguridad de Ucrania. Esas naciones “van a asumir un montón de la tarea. Nosotros vamos a ayudarles y vamos a hacer (Ucrania) muy segura”.

Propuestas como la que le ha transmitido Zelenski, de compras ucranias de armamento por valor de 90.000 millones de dólares, dinero que aportaría Europa, son del completo agrado del republicano, que desde su llegada a la Casa Blanca no ha querido renovar la ayuda militar gratuita que había aportado su predecesor Joe Biden.

Tropas europeas para un contingente

Varios países europeos han propuesto aportar tropas para un contingente que vendría reforzado por mar y aire. El presidente francés, Emmanuel Macron, y el propio Zelenski han insistido en la necesidad también de unas Fuerzas Armadas ucranias muy robustas, “sin límites en números, capacidades ni armas”. Pero Moscú se opone radicalmente a una fuerza de interposición euroatlántica en territorio ucranio, y reclama el fin o la reducción drástica del suministro de armamento occidental a las fuerzas de Kiev.

Trump tiene prisa por conseguir, y poder anunciar, resultados que permitan poner fin a una guerra que prometió acabar en 24 horas tras su investidura. Según él mismo contó en su entrevista para Fox, durante la cumbre en la Casa Blanca uno de los líderes europeos propuso “una reunión en un mes o dos”. “Yo dije, ¿un mes o dos? Para entonces va a haber otros 40.000 muertos. ¡Tenemos que hacerlo ya!”, añadió.

Ya el mismo martes el jefe de Estado Mayor estadounidense, el general Dan Caine, organizó una reunión de responsables aliados de defensa. Este miércoles, los responsables militares estadounidenses y del resto de países de la OTAN mantuvieron una reunión por videoconferencia sobre lo abordado en la cumbre en Washington el lunes.

La Casa Blanca también ha anunciado que su Consejo de Seguridad Nacional, encabezado provisionalmente por el secretario de Estado, Marco Rubio, se encarga de tratar con los aliados, con Ucrania y con Rusia para ir avanzando en propuestas para un acuerdo de paz y para organizar una reunión bilateral entre Zelenski y Putin, un cara a cara que Trump ha propuesto, y que tendría como continuación una cumbre entre los dos enemigos y él mismo.

Pero Rusia se muestra escéptica. Aunque la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, sostuvo en su rueda de prensa el martes que Moscú ha dado el visto bueno a las cumbres, el Kremlin no ha confirmado que vaya a participar. Y este miércoles, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, replicó que Rusia solo dará el visto bueno a las garantías de seguridad si participa en esas negociaciones... y si adquiere derecho de veto sobre ellas. De otro modo, advirtió, las conversaciones sobre seguridad en Ucrania serán “un camino hacia ninguna parte”.

“No podemos estar de acuerdo con el hecho de que ahora se proponga resolver asuntos de seguridad colectiva sin la Federación Rusa. Eso no va a funcionar”, apuntó Lavrov tras un encuentro con su homólogo jordano en Moscú.

Moscú vería con mejores ojos una solución similar a la tratada en Estambul en 2022, cuando se acordó que una coalición de Estados garantizara la seguridad de Ucrania. En esa coalición estaba integrada Rusia, que acabó incluyendo una cláusula por la que las decisiones se tomarían por unanimidad; algo que le daba derecho de veto y causó el rechazo de los negociadores de Kiev.

Las posiciones se encuentran muy alejadas. “Es difícil imaginar que pueda haber hoy por hoy un acuerdo que respete las líneas rojas de los ucranios y los europeos de un lado y las de los rusos de otra. Lo que los rusos tienen en mente está muy lejos de cualquier contingente de la OTAN sobre el terreno”, apuntó Matthias Matthijs, del Council of Foreign Relations, tras la cumbre de la Casa Blanca.

Trump está convencido de que, si alguien puede conseguirlo, es él. Durante la cumbre de la Casa Blanca, en un momento en el que pensaba estar hablando en un discreto aparte con el británico Keir Starmer, los micrófonos captaban sus palabras: “Suena una locura, pero Putin quiere llegar a un acuerdo por mí”. Un alto cargo de la Casa Blanca dijo algo parecido al portal Politico: “Solo él se lo puede vender a Putin [un acuerdo sobre garantías de seguridad]. No creo que Putin fuera a hacerle caso al resto, y no creo que el resto pudiera conseguirlo sin Trump”.

A la hora de lanzar sus propuestas, Trump también tendrá que tener en cuenta su propia política interna. Su base más extremista, la del movimiento Make America Great Again (Hacer Estados Unidos Grande de Nuevo), se opone a cualquier participación militar estadounidense en el extranjero.

“Este es un problema europeo: nosotros somos los que tenemos las cartas. Si no pagamos, esto deja de ocurrir. La única manera de que esto continúe, de que siga continuando cada día, es con dinero y armas estadounidenses. Los europeos no tienen suficientes equipamientos militares y fondos financieros”, declaró Steve Bannon, antiguo asesor político de Trump y portavoz informal del movimiento MAGA a Politico.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_