Ir al contenido
_
_
_
_

Japón exhibe durante el terremoto su sistema de alertas, uno de los más avanzados del mundo

A pesar de la cercanía con el epicentro, el país asiático, a la vanguardia en la prevención de desastres, gestiona con éxito el envío de órdenes de evacuación y avisos ante la posibilidad de un tsunami

Un hombre mira el móvil mientras pasa delante de una pantalla de televisión que advierte de la alerta de tsunami, en Tokio, este miércoles.Foto: David Mareuil (Anadolu/Getty Images) | Vídeo: EPV
Inma Bonet

La onda expansiva del terremoto más potente en más de una década —el que ha sacudido la península rusa de Kamchatka este miércoles, de magnitud 8,8— ha reavivado en Japón un escenario catastrófico que aún perdura en la memoria colectiva, el del desastre de Fukushima de 2011. Aunque el seísmo apenas se ha sentido en el archipiélago nipón (el territorio fuera de Rusia más cercano al epicentro del temblor), el país asiático ha respondido con rapidez y disciplina ante la posibilidad de que un tsunami volviese a romper en sus costas. A última hora del miércoles (hora local), la Agencia de Meteorología japonesa rebajó los niveles alarma para todo el territorio, aunque sigue activo un aviso que pide a la población extremar las precauciones.

Alrededor de las 08.37 —hora local; 01.37 en la España peninsular; 17.37 del martes en Ciudad de México y 19.37 en Washington—, 12 minutos después de que se registrara el terremoto, la agencia meteorológica japonesa emitió el primer “aviso de tsunami” para su población. Una hora más tarde, a las 09.40, cuando se actualizó la magnitud del seísmo, se elevó el nivel al de “advertencia”, el segundo en una escala de tres. En ningún momento de la jornada se decretó la alerta máxima.

Japón, que cuenta con más de 1.000 estaciones sismográficas distribuidas por toda la nación, presume de tener uno de los sistemas de alertas ante terremotos y tsunamis más avanzados del mundo. Está diseñado para detectar rápidamente las primeras ondas sísmicas y es capaz de anticipar la llegada de las ondas más fuertes con segundos de antelación. Si el sistema estima que el terremoto puede causar sacudidas fuertes en zonas habitadas, emite un aviso, que además de publicarse en la web y en la aplicación oficial de la Agencia de Meteorología, se transmite por televisión, radio y megafonía pública, y por notificaciones automáticas a los teléfonos móviles.

La Agencia Nacional de Bomberos y Gestión de Desastres ha calculado que casi dos millones de personas (1.996.154) recibieron el miércoles órdenes de evacuación. Eran residentes de 220 municipios ubicados a lo largo de la costa del Pacífico.

Escala japonesa

La escala sísmica nipona (shindo) cuenta con siete niveles y mide la intensidad del temblor en la superficie y su potencial destructivo. A pesar de la cercanía de Japón con el epicentro del terremoto, el seísmo solamente registró una potencia máxima de dos puntos en cinco ciudades de la prefectura de Hokkaido, la más septentrional del país. El nivel dos significa que el terremoto se pudo sentir en lugares cerrados y que los objetos que cuelgan (como lámparas) se balancearon ligeramente. Las autoridades meteorológicas también evalúan inmediatamente si el temblor tiene capacidad de generar un tsunami. Además, estiman la altura, velocidad y hora prevista de llegada de las olas a cada provincia y, en función de lo grande que sea el oleaje, emiten tres tipos de alertas, de color amarillo, naranja y rojo.

El servicio público de radio y televisión japonés NHK recuperó consejos para la población, y recordó la importancia de conocer los planes de evacuación con antelación y revisar periódicamente las rutas de emergencia habilitadas en los edificios y en los propios vecindarios. En Japón, los simulacros se realizan de forma regular a lo largo del año. En torno al 1 de septiembre, decretado Día Nacional de la Prevención de Desastres, tienen lugar los más grandes en todo el país, que se realizan en memoria del terremoto de Kanto de 1923, en el que se calcula murieron entre 105.000 y 142.000 personas.

Las escuelas y empresas organizan entre dos y cuatro simulacros al año, según las normativas locales, y los municipios costeros ensayan evacuaciones específicas en caso de tsunami, al menos una vez al año. Por su parte, las instalaciones nucleares están obligadas a realizar simulacros anuales conjuntos con los gobiernos locales y los servicios de emergencia.

La Asociación de Salvamento japonesa, una de las entidades más activas en la educación pública sobre riesgos, recuerda que cualquier tipo de tsunami puede ser letal y que no se deben subestimar las olas con menos de un metro de altura, ya que “lo más aterrador de un tsunami es que [el oleaje] no para”. “Si quieres sobrevivir a un tsunami, evacúa lo antes posible. Si lo haces cuando ya lo has visto, es demasiado tarde”, asevera esta asociación.

Las imágenes difundidas este miércoles por los medios locales mostraban a grupos de personas resguardados en azoteas y en refugios públicos, que se encontraban situados en terreno elevado, pero no se publicaron escenas de caos a lo largo de la jornada. Las autoridades no comunicaron daños graves ni heridos, salvo la muerte de una mujer que se precipitó con su coche por un acantilado cuando trasladaba su vehículo a un lugar más seguro, según relataron sus familiares.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Inma Bonet
Es la colaboradora de EL PAÍS en Asia desde 2021. Reside en China desde 2015, primero como estudiante de chino y de un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín (BFSU), y luego como periodista. Antes de unirse a este diario trabajó en televisión y radio.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_