Un fallo técnico en el control aéreo de Londres paraliza durante horas todos los vuelos que salen del Reino Unido
El sistema ha sido ya reparado, pero los retrasos se extenderán durante tiempo por todo el país, según las autoridades


Un fallo técnico en el control aéreo de la ciudad de Londres ha dejado en tierra durante horas todos los vuelos programados con salida desde el Reino Unido a primera hora de la tarde de este miércoles. Aunque el sistema ya ha sido reparado, según han informado las autoridades aéreas británicas, se han ido acumulando retrasos de varias horas que han afectado a los aeropuertos de todo el país.
“Hemos decidido limitar el número de aeronaves que sobrevuela Londres para poder garantizar la seguridad”, había avisado previamente el control aéreo en un comunicado público.
En torno a las seis de la tarde (en horario peninsular español, una menos en Londres), los principales aeropuertos de la capital británica ―Heathrow, Gatwick y Stanstead― han anunciado que reanudaban poco a poco su actividad.
La ministra británica de Transporte, Heidi Alexander, ha asegurado que la habían informado de que todos los sistemas habían sido “restaurados”, pero que era previsible que continuara la “disrupción”. Alexander ha aconsejado a todos los pasajeros que confirmen la situación de sus vuelos con las aerolíneas.
Los Servicios Nacionales de Tráfico Aéreo detectaron el origen del fallo en un problema técnico localizado en el centro de control NATS Swanwick de Southampton, en la costa sur de Inglaterra. Aunque el problema no duró más de veinte minutos, el efecto cascada provocado en todo el tráfico aéreo en cielo británico ha sido considerable, al tratarse además de una fecha con mucho ajetreo turístico.
Todos los vuelos con origen en el aeropuerto londinense de Gatwick, el de Mánchester, Edimburgo o Birmingham fueron cancelados.
“Seguiremos trabajando con las aerolíneas y con los pasajeros de los aeropuertos para llevar al mínimo la disrupción provocada”, han asegurado las autoridades aéreas en su último comunicado.
Llueve sobre mojado respecto a los constantes problemas de los aeropuertos de Londres. Neal McMahon, el director de operaciones de Ryanair, una de las compañías con mayor número de vuelos con origen en el Reino Unido, ha arremetido contra el jefe del centro de control NATS, Martin Rolfe, y ha reclamado directamente su dimisión: “Es escandaloso que los pasajeros se vean nuevamente afectados con retrasos y disrupciones por culpa de la continua mala gestión de Martin Rolfe al frente de NATS. Un nuevo fallo en el sistema del control de tráfico aéreo ha tenido como resultados el cierre del espacio aéreo del Reino Unido, afectando los planes de viaje de miles de personas”, señalaba el directivo de Ryanair. “Está claro que no se ha aprendido ninguna lección”, remataba, en referencia a fallos anteriores registrados también en Londres.
El líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, se hacía eco de la denuncia de McMahon y reclamaba al Gobierno una investigación independiente que aclare el origen del problema: “Es completamente inaceptable que, después de que hace dos años ya sufriéramos una grave disrupción, el control de tráfico aéreo haya vuelto a sufrir un fallo técnico. Con miles de familias dispuestas a comenzar un merecido descanso, [las excusas o explicaciones] no bastan”, ha señalado Davey.
La empresa de analítica de aviación Cirium aseguraba en su último parte que al menos 67 vuelos de salida y otros 55 de llegada se habían cancelado por todo el Reino Unido. El aeropuerto más afectado había sido el de Heathrow, en Londres, donde 24 despegues y 14 aterrizajes, por el momento, habían sido suspendidos.
Muchos pasajeros que se encontraban ya a bordo de los aviones o en pleno vuelo cuando ha surgido el problema han utilizado las redes sociales para denunciar la situación. Han permanecido dos o más horas sentados en sus asientos sin que les llegara información clara de lo que estaba pasando o de cuándo se reanudarían sus vuelos. A 30 de julio, la mayoría de ellos iniciaban su periodo de vacaciones este miércoles, y han visto alteradas en muchos casos conexiones de transporte.
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