Portugal afronta una ola de incendios con falta de medios aéreos
Las carencias levantan críticas entre alcaldes de zonas afectadas. Las llamas amenazan al Parque Nacional da Peneda-Gerês


Portugal afronta una ola de incendios forestales desde hace varios días sin disponer de todos los medios aéreos necesarios para atajarlos. El Dispositivo Especial de Combate a Incendios Rurales prevé la disponibilidad de 76 aeronaves para actuar en verano, pero a estas alturas solo cuenta con 71 para todo el país, tras quedar desierto el concurso del Ministerio de Defensa para contratar cinco. La situación empeoró este miércoles tras la retirada del servicio de un helicóptero, que sufrió un accidente durante las labores de extinción en Arcos de Valdevez. Sus cinco ocupantes no sufrieron daños.
La carencia de medios aéreos ha sido criticada en especial por alcaldes de zonas que llevan días sufriendo fuegos que no logran ser controlados, a veces por una complicada orografía que entorpece el trabajo terrestre. Augusto Marinho, presidente de la Cámara Municipal de Ponte da Barca, ha exigido este miércoles a la ministra del Interior, Maria Lúcia Amaral, que active el Mecanismo Europeo de Protección Civil o acuerdos bilaterales que permitan la llegada de refuerzos aéreos de otros países. “Es imposible combatir este incendio solamente con un medio aéreo. Esa frase lo dice todo. Estoy indignado”, declaró Marinho a la agencia Lusa. El siniestro en su municipio lleva activo desde el sábado y amenaza el Parque Nacional da Peneda-Gerês.
Precisamente unas declaraciones de la ministra del Interior, Maria Lúcia Amaral, que minimizaban la importancia de las cifras de aviones y helicópteros en la lucha contra los incendios, han avivado más la polémica. El martes, tras una reunión en la sede de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil, Amaral indicó que en los incendios más graves en aquel momento “la existencia de 72, 76 o 80 medios aéreos, los números son irrelevantes, porque lo que causa dificultades a los efectivos es el carácter extremadamente accidental de la orografía”.
Estas palabras han sido matizadas este miércoles por el secretario de Estado de Protección Civil, Rui Rocha. “Los medios aéreos son esenciales, como es evidente. Lo que destacaba la ministra es que en ciertas localizaciones, son contribuciones importantes, pero no resuelven todas las circunstancias”, comentó.





Rocha aseguró que el dispositivo se reforzará a partir de este viernes 1 de agosto con la incorporación de dos nuevos medios y que el Gobierno intentará contratar los tres que faltarían para alcanzar los 76 previstos en el Dispositivo Especial de Combate a los Incendios Forestales. La Fuerza Aérea, que se encarga de contratar este servicio, ha tenido que recurrir a una adjudicación directa para alquilar dos aeronaves tras quedar desierto el concurso internacional celebrado hace unos meses. Aun así, todavía restarían tres medios aéreos para cubrir todo el territorio. El Alentejo, de momento una de las zonas menos castigadas por las llamas, carece de helicópteros o aviones de apoyo a los trabajos terrestres.
El riesgo de incendio continúa siendo elevado, en especial en las regiones del Algarve, centro y norte de Portugal, donde las temperaturas podrán alcanzar los 40 grados y ya están sufriendo los siniestros más graves de los últimos días. Más de un centenar de fuegos estuvieron activos tanto el lunes como el martes.
Este miércoles preocupaba especialmente el incendio de Arouca, que comenzó el lunes y que fue detectado por drones de vigilancia. El siniestro, en una zona con mucho combustible forestal por las plantaciones de eucaliptos, obligó a evacuar varias casas y a cortar carreteras. Además, continúa descontrolado el incendio en el municipio de Ponte da Barca, que amenaza una aldea del Parque Nacional da Peneda-Gerês, que linda con Galicia. Su alcalde, Augusto Marinho, aludía al agotamiento del personal que combate el fuego después de cuatro días y a la necesidad de contar con apoyo aéreo. “El fuego recorre zonas inaccesibles y los medios aéreos son fundamentales”, señaló.
Hasta las dos de la tarde estaban activos cerca de 40 fuegos que trataban de sofocar 1.800 efectivos. Las llamas obligaron a cortar tres carreteras nacionales en Aveiro, Portalegre y Castelo Branco. A pesar de la gravedad, la situación está lejos de asemejarse a la vivida el año pasado, cuando se declaró zona catastrófica a los municipios afectados por unos incendios que calcinaron más de 71.000 hectáreas en pocos días.

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