Los socialistas franceses amenazan con una moción de censura al Gobierno de Bayrou por la reforma de las pensiones

La sombra de la censura vuelve a amenazar al Gobierno francés, el del centrista François Bayrou, que acaba de cumplir seis meses como primer ministro. El Partido Socialista ha amenazado hoy con presentar una moción en la Asamblea Nacional por haber incumplido la promesa que hizo cuando llegó al cargo de debatir la reforma de las pensiones de 2023. Esta ley, una de las grandes reformas del presidente, Emmanuel Macron, retrasaba la edad de jubilación de los 62 años a los 64 y se aprobó por decreto, sin voto parlamentario, y tras meses de violentas manifestaciones en la calle.

Cuando tomó posesión como primer ministro el pasado diciembre, Bayrou, del partido MoDem, aliado de Macron, acordó convocar una mesa de diálogo entre empresas y sindicatos para debatir sobre el tema a cambio de que el Partido Socialista (PS) no apoyase la moción de censura que iba a presentar La Francia Insumisa, liderada por Jean-Luc Mélenchon. Este es el partido que tiene más escaños dentro del bloque de izquierda, que también integran comunistas y ecologistas.

La moción no prosperó gracias a ello y Bayrou ha superado otras siete desde que asumió el cargo gracias a que los socialistas no las han apoyado. Tampoco Reagrupamiento Nacional, la formación de extrema derecha de Marine Le Pen. El PS le acusa de no haber cumplido su palabra de debatir la reforma en el Parlamento. “Si no se consulta (en la Asamblea) iremos a la censura”, dijo el secretario general del PS, Olivier Faure.

En febrero, Bayrou convocó la mesa de diálogo bautizada como el “cónclave de las pensiones”. Durante cuatro meses, sindicatos y patronal han tratado de negociar algunos puntos de la reforma, aunque algunos representantes de los trabajadores se retiraron de la mesa al inicio al asumir que el punto más polémico de la ley, el retraso de la edad de jubilación de los 62 a los 64, era innegociable.

El lunes, fecha límite, las negociaciones expiraron sin acuerdo entre las partes. “El método Bayrou es un fracaso”, señaló La Francia Insumisa en un comunicado, animando a todos los partidos del bloque de izquierda, comunistas, ecologistas y socialistas, a presentar y apoyar una censura al primer ministro.

“Insisto en que el Gobierno mantendrá, y espero que los diputados, el imperativo de la responsabilidad moral que tenemos de cara a las próximas generaciones (…) Sea cual sea el camino legislativo que se acuerde, para mí es inaceptable destruir el equilibrio financiero” del sistema de pensiones, ha dicho Bayrou.

Para que una censura prospere el bloque de izquierda necesita unir sus votos a los del partido de Marine Le Pen. Su formación fue la más votada en las elecciones legislativas convocadas de manera anticipada hace un año por Emmanuel Macron. Con 143 escaños, es la que tiene la llave para hacerlo caer, aunque quedó debilitada tras la inhabilitación de Le Pen el pasado mes de marzo por malversación de fondos, lo que le impedirá presentarse a las presidenciales de 2027.

Hasta ahora no ha apoyado ninguna de las mociones contra Bayrou. Sí lo hizo en diciembre con su predecesor, el republicano Michel Barnier. La izquierda y la extrema derecha unieron sus votos y su Gobierno tuvo que dimitir. Entonces, fue por los presupuestos de 2025, los más austeros en décadas en Francia y que Barnier amenazó con aprobar por decreto justificando que eran esenciales para garantizar la estabilidad financiera del país. Si supera la nueva amenaza de censura, Bayrou tendrá que afrontar la próxima prueba, las cuentas de 2026, que se votarán en otoño.