Ir al contenido
_
_
_
_

Trump se marcha de la cumbre del G-7 por la tensión en Oriente Próximo

El presidente de EE UU regresa desde Canadá a Washington tras la cena de este mismo lunes

El presidente de EE UU, Donald Trump, junto al primer ministro británico, Keir Starmer, este lunes en la cumbre del G-7 en Kananskis (Canadá)
Macarena Vidal Liy

El presidente estadounidense, Donald Trump, decidió abandonar la cumbre del G-7 en Kananaskis (Canadá) la noche del lunes, un día y medio antes de lo previsto, debido al peligroso aumento de las tensiones en Oriente Próximo. A lo largo del día, la primera jornada de sesiones de los líderes, había rechazado firmar una declaración conjunta para una desescalada entre Israel e Irán.

En unas breves declaraciones a la prensa antes de la cena de líderes, el último acto de la cumbre en el que participaba, Trump indicaba: “tengo que regresar”. “Probablemente estén viendo lo que yo veo, y tengo que volver lo antes posible”, agregaba. La decisión de regresar a Washington se tomaba mientras Israel e Irán preparan nuevos ataques mutuos, e Israel ha atacado la sede de la televisión estatal iraní durante una emisión en directo.

La cadena de televisión Fox News ha informado de que Trump ha convocado una reunión de su Consejo de Seguridad Nacional en la Sala de Crisis de la Casa Blanca a su llegada a Washington.

Los acontecimientos en la región acapararon buena parte de los contactos entre los líderes del grupo de economías desarrolladas en este enclave turístico en las Montañas Rocosas, entre temor a que la escalada pueda quedar fuera de control.

Poco antes de que su portavoz, Karoline Leavitt, anunciara el súbito cambio de planes, Trump había instado a la población de Teherán a evacuar “de inmediato” la capital iraní. Las fuerzas armadas israelíes han lanzado la misma advertencia, al anticipar que golpearán “objetivos militares” en la zona.

Irán “tenía que haber firmado el ‘acuerdo’ que les dije que firmaran. Qué lástima, y qué desperdicio de vidas humanas”, había escrito Trump en Truth, su red social. “Dicho simplemente, Irán no puede tener un arma nuclear. Lo he dicho una y otra vez. ¡Todo el mundo debería evacuar Irán de inmediato!”, había agregado.

Tras una reunión con el primer ministro británico, Keir Starmer, el presidente estadounidense había instado horas antes a Irán a renunciar a sus actividades nucleares. “Creo que se va a firmar un acuerdo, o algo va a pasar, pero se firmará un acuerdo e Irán sería insensato si no lo hace”.

En respuesta a las tensiones, el Pentágono ha reforzado su presencia militar en el Mediterráneo y en Oriente Próximo en los últimos días. Entre el domingo y el lunes ha enviado aviones caza adicionales y al menos un portaaviones, el Nimitz, que se encontraba en aguas del sureste asiático y acelera su rumbo para unirse a otros buques de EE UU en la zona bajo responsabilidad del Mando Central.

En un comunicado el Departamento de Defensa insiste en que su “postura sigue siendo meramente defensiva, y eso no ha cambiado. Protegeremos los intereses y a los ciudadanos de Estados Unidos”. El despliegue, asegura, busca tener disponibles opciones en caso de que Irán llegara a atacar intereses estadounidenses en la región como parte de sus represalias contra Israel. Trump, aunque asegura que quiere que la situación se soluciones por la vía diplomática, ha amenazado a Teherán de graves consecuencias si pone a objetivos estadounidenses en su punto de mira.

Según declaraba el presidente francés, Emmanuel Macron, en Kananaskis, Trump ha puesto sobre la mesa la posibilidad de un alto el fuego entre Israel e Irán. “Hay efectivamente una oferta para reunirse e intercambiar. Se ha planteado una oferta para básicamente lograr un alto el fuego y lanzar entonces unas conversaciones más amplias”, explicaba. “Ahora tendremos que ver si las partes lo aceptan”.

El presidente estadounidense, que llegó el domingo a Kananaskis, había participado en las sesiones plenarias de este lunes en la reunión de líderes de democracias desarrolladas. También había mantenido reuniones bilaterales con el anfitrión, el primer ministro canadiense Mark Carney; el canciller alemán, Friedrich Merz; el jefe de Gobierno británico, Keir Starmer; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba.

Este martes tenía previsto haberse reunido con el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que aterrizaba en Canadá al mismo tiempo que la Casa Blanca anunciaba la marcha de Trump.

A lo largo del primer día de conversaciones de los líderes de siete democracias desarrolladas - EE UU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia yJapón- y la Unión Europea, las divisiones en el grupo habían quedado de manifiesto.

Europa había promovido una declaración colectiva para una desescalada en Oriente Próximo, en la que se estipulaba que Israel tenía derecho a defenderse e Irán no debía poder hacerse con armamento nuclear. Pero un alto cargo estadounidense había confirmado que Trump no estaba dispuesto a firmar ese documento.

Las desaveniencias también habían quedado expuestas en torno a la guerra en Ucrania. Los europeos proponen nuevas sanciones contra Moscú, especialmente un recorte al tope máximo al que Rusia puede vender su petróleo, su principal fuente de ingresos. Ese tope, según la propuesta de la UE, quedaría en 45 dólares por barril.

Pero la situación en Oriente Próximo, que ha elevado los precios del crudo, hace más difícil conseguir un acuerdo en torno a esa medida, según reconocían este fin de semana fuentes europeas. Y en declaraciones este lunes el presidente estadounidense confirmaba su escepticismo, al indicar que las sanciones “nos cuestan un montón de dinero”. Trump también se lamentaba porque el grupo hubiera expulsado en 2014 a Rusia, que había ocupado ese año la península ucrania de Crimea, y se mostraba favorable a readmitir a Moscú y a permitir el ingreso de China.

Los aranceles estadounidenses, el otro gran tema dominante en la cumbre, acaparó las bilaterales que mantuvo el presidente estadounidense este lunes. Tras su reunión, Von der Leyen indicaba en un mensaje en X que habló con Trump sobre asuntos prioritarios, como Ucrania, y el comercio, cuando se acerca la fecha del 9 de julio en la que el estadounidense amenaza con imponer gravámenes del 50% al bloque europeo. “Sobre el comercio, hemos dado instrucciones a nuestros equipos para que aceleren su trabajo para lograr un acuerdo bueno y equitativo”, escribía la líder de la Comisión Europea.

Resultados similares se llevaban Carney e Ishiba, cuyas delegaciones anunciaron que continuarán los contactos para cerrar acuerdos. Trump firmaba también la formalización de un acuerdo con el Reino Unido, logrado ya en mayo pero que aún no se había comenzado a aplicar, que exime de gravámenes al sector aeroespacial británico y los recorta del 25 al 10% en el sector automotriz.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_