Italia admite subir su gasto militar al 5%, pero propone ampliar el plazo de 7 a 10 años
El secretario general de la OTAN insiste en Roma en que es posible un ataque de Rusia en 2029: “No estamos produciendo suficientes armas y eso me quita el sueño”

Italia es uno de los países a la cola de la OTAN en gasto militar junto con España, y eso que ambos ya han subido este año al 2% del PIB, pero está dispuesta a secundar la propuesta del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, de aumentarlo hasta el 5%. Con una condición: pide más tiempo. El Gobierno de Giorgia Meloni propone extender el plazo a 10 años, frente a los siete, en 2032, que se están planteando en este momento.
Esta es la idea que el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, ha sugerido este jueves a Rutte en Roma, donde el líder de la organización transatlántica ha visitado a la primera ministra, Giorgia Meloni. Forma parte de los intensos movimientos previos a la decisiva cumbre anual de la OTAN de los próximos 24 y 25 de junio en La Haya, donde Estados Unidos exigirá que los 32 países miembros de la organización acuerden alcanzar ese porcentaje de inversión en defensa.
“Es importante gastar más, pero necesitamos más tiempo, 10 años, creo que más o menos es posible alcanzar este objetivo”, ha explicado Tajani, que se dice “optimista” sobre la posibilidad de que en la cumbre de la OTAN se llegue a un acuerdo en ese sentido. España, en cambio, se ha mostrado más reacia a seguir esa senda. Opina que el debate no debe plantearse sobre porcentajes, sino sobre “el cumplimiento de los objetivos de capacidades”, según explicó la ministra de Defensa, Margarita Robles, la semana pasada.
Por su parte, el viceprimer ministro y responsable de Exteriores belga, Maxime Prévot, ha reconocido este jueves en Bruselas que su país, otro de los que ha tenido que acelerar para llegar este año al 2%, no se siente “entusiasmado” con el objetivo del 5%. Aun así, ha indicado que Bélgica “no se opondrá” si así se acuerda en la próxima cumbre. “Francamente, no nos sentimos muy entusiastas por vernos forzados a apoyar el nuevo objetivo del 5%. Pero Bélgica ha sido un aliado fiable y pretendemos seguir siéndolo, por lo que no nos opondremos”, ha dicho durante una charla en el foro anual del laboratorio de ideas German Marshall Fund (GMF) en la capital belga. Su país, ha explicado, buscará un “mecanismo de máxima flexibilidad” para lograr los nuevos objetivos.
Todos los países están ante el mismo problema, y con el reto de hacerlo asumir a su opinión pública. Lo cierto es que para Italia, con una deuda pública del 136% del PIB, este compromiso supone un salto mayúsculo en gasto de Defensa. Este año ha conseguido llegar al 2%, pero pasar al 5%, aunque sea en 10 años, significaría una partida de 113.000 millones de euros, según la prensa italiana, que cita fuentes del Gobierno. Es decir, 68.000 millones más de lo que gasta ahora. Para el Observatorio sobre los Gastos Militares Italianos (Milex), el total de inversión en defensa de aquí a diez años se elevaría casi a mil millones.
Para ello, y siempre en busca de la flexibilidad, Italia está explorando muchas vías. Por ejemplo, recurrir a la posibilidad que da la UE de descontar el gasto en defensa del déficit. Otras son contables, como incluir en la partida el presupuesto de policía, fuerzas de seguridad y hasta el servicio meteorológico. Y también las grandes infraestructuras civiles que son útiles a la movilidad militar. Hay margen para jugar con el diseño del plan porque el objetivo del 5% se desglosa en un 3,5% de gasto militar y el resto, un 1,5% de materias relacionadas con la seguridad.
Es aquí donde en Italia se plantean incluir como parte del gasto de defensa, por ejemplo, la gran obra del puente del estrecho de Messina, que unirá Sicilia con la península italiana. Las obras deberían empezar este año, con un coste previsto de 13.500 millones. Es un eterno y polémico proyecto de sucesivos gobiernos italianos que ya quiso ejecutar Berlusconi, pero nunca realizado. Esta vez es, de nuevo, otra de las grandes promesas del Ejecutivo de Meloni.
Mark Rutte, que está incrementando su persuasión en todos los gobiernos aliados a medida que se acerca la cumbre de fin de mes, se mostró tajante en sus declaraciones a la prensa: “Necesitamos aumentar nuestro gasto en defensa. Hace un par de días, escuchamos al jefe del Estado mayor alemán decir que para 2029-2030 Rusia podría estar preparada para intentar algo contra territorio de la OTAN. Ahora estamos a salvo. No lo estaremos en tres o cinco años, así que necesitamos gastar más”. Y añadió, llamando a producir más armas: “No estamos produciendo lo suficiente y esto me quita el sueño”. “Los nuevos objetivos están realmente basados en hechos, que hemos estudiado profunda y colectivamente, sobre las faltas de nuestro sistema defensivo y que deben ser solventadas”, argumentó.
Rutte hizo estas declaraciones tras participar también en Roma en el encuentro de los ministros de Exteriores del llamado grupo Weimar Plus, que desde febrero reúne en apoyo de Ucrania a Reino Unido, Francia, Alemania, Polonia, Italia y España ―acudió el secretario de Estado de Estado de Exteriores, Diego Martínez Belío―. También participó la Alta representante de la UE para Exteriores, Kaja Kallas.
En su declaración final, el grupo afirmó estar listo para “intensificar la presión sobre Rusia mediante nuevas sanciones”, y medidas en los sectores energético y bancario, así como a “mantener inmovilizados los activos soberanos rusos” hasta que Rusia cese su agresión a Ucrania.
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