El número de víctimas por el seísmo en la isla de Lombok asciende a 436

Las autoridades indonesias han elevado este lunes a 436 el número de víctimas por el seísmo de magnitud 6,9 que golpeó la isla de Lombok el pasado 5 de agosto. La catástrofe dejó además 352.793 personas desplazadas. La Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB) ha extendido certificados de defunción a 259 de los muertos mientras que los 177 restantes se encuentran en proceso administrativo, según ha informado el portavoz de la institución, Sutopo Purwo Nugroho. La mayor parte de las víctimas mortales ocurrieron en los derrumbes de casas y edificios causados por el terremoto. 

La región norte de Lombok —donde se localizó el epicentro— es la más afectada con 374 fallecidos, seguida de Lombok Occidental, con 37; Lombok Oriental, con 12; Mataram, con 9; Lombok Central, con 2; y Denpasar, capital de la vecina isla de Bali, con 2. Aún se encuentran hospitalizadas 1.353 personas.

La Agencia Nacional de Gestión de Desastres señala además que 67.875 casas fueron destruidas o dañadas, 468 colegios, 6 puentes, 50 oratorios, 20 oficinas, 15 mezquitas y 13 centros sanitarios. El cálculo provisional de los daños ronda los 5,04 billones de rupias (303 millones de euros).

Las autoridades regionales han prorrogado el periodo de respuesta de emergencia hasta el día 25 para facilitar las operaciones humanitarias y de rehabilitación. "En este tiempo se podrá dar una rápida respuesta", ha confiado el portavoz de la BNPB en Twitter. Cientos de oenegés y organizaciones comunitarias cooperan en Lombok en la asistencia de los damnificados.

La isla ha sufrido al menos 593 réplicas desde el terremoto de 6,9 grados, algunas de ellas tan fuertes como la de magnitud 5,9 del jueves 9 de agosto, según informa Efe. Lombok, situada junto a la falla de las Flores, ya había sufrido el 29 de julio el impacto de otro seísmo, de 6,4 grados, que causó 16 muertos, 355 heridos y 1.500 edificios dañados. Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.