Sorpresa en Francia por el viaje diplomático a Libia de la esposa de Sarkozy

La visita inesperada a Libia de Cécilia Sarkozy, la esposa del presidente francés, Nicolás Sarkozy, donde se entrevistó ayer con las enfermeras búlgaras condenadas a muerte, ha causado sorpresa y curiosidad por el nuevo papel que desempeñará la primera dama.

Tras la reciente gira del presidente por el Magreb, su esposa ha intervenido en un difícil conflicto diplomático. Cécilia Sarkozy, de 49 años, a quien la Constitución no concede ningún papel oficial, se reunió en Trípoli con las enfermeras condenadas, y también con las familias de los niños infectados por el virus del Sida en Benghazi, a 1.000 kilómetros al este de la capital.

Este viaje se ha producido inmediatamente después de la confirmación de la pena de muerte de los acusados. Pero el veredicto podría ser cancelado o conmutado por el Gobierno libio por compensaciones económicas a las familias afectadas. "Se puede ser razonablemente optimista", ha señalado Claude Guéant, secretario general del Elíseo, sobre una salida a esta situación.

La prensa francesa se pregunta sobre el alcance de este viaje y de cuál será el papel de la Señora Sarkozy en el futuro. El diario popular Le Parisien prevé que la primera dama dará una entrevista televisada con motivo de la fiesta nacional del 14 de julio. Para Le Figaro , la crisis de las enfermeras búlgaras es para Cécilia Sarkozy "la ocasión de dar la medida del papel que se propone desempeñar sobre la escena política internacional".

Cécilia Sarkozy dispone de una oficina en el palacio del Elíseo y también de un equipo de consejeros a su servicio. Según algunos sondeos, los franceses desean verla desempeñar un papel humanitario, pero no político. Dos de cada tres franceses (62%) prefieren que Cécilia Sarkozy se implique en acciones humanitarias o de caridad. Sólo un 15% quiere que ella "aconseje políticamente a su marido".