La desconfianza en el futuro Gobierno lleva a la Bolsa de Bombay a una caída sin precedentes

La Bolsa de Bombay, temerosa de la orientación del nuevo Gobierno salido de las urnas, ha tenido que suspender sus transacciones por segunda vez esta mañana a las 12.00 hora local (8.30 hora peninsular española), después de llegar su principal indicador, el Sensex, a los 800 puntos en la mayor caída de su historia. Antes de las 11.00, el Sensex, en menos de una hora de cotización, había caído 550 puntos, casi un 10% de su valor, lo que llevó a las autoridades bursátiles a suspender las transacciones una hora. Pocos minutos después de la reapertura, el Sensex caía otros 250 puntos e inmediatamente las autoridades de Bombay han vuelto a decretar el cierre de las operaciones por otras dos horas. El vencedor Partido del Congreso ha hecho un llamamiento a la calma al señalar que no hay "razón alguna para el pánico" mientras dos partidos comunistas han anunciado su renuncia a entrar en el Gobierno.

El desplome se debe a la desconfianza de los mercados en que el futuro Gobierno, que la líder del Partido del Congreso (CP, en sus siglas en inglés), Sonia Gandhi, negocia con grupos de izquierdas tras haber logrado una mayoría relativa en las elecciones. La caída, de los 5.069,87 del cierre del viernes a unos 4.250 puntos, es decir, más de un 14% de su valor, se debe a la desconfianza del mercado en que el nuevo Gobierno que presidirá Gandhi prosiga la política de liberalización y privatizaciones de la alianza nacionalista hindú gobernante hasta ahora.

Desde que el pasado 27 de abril, cuando se empezaron a publicar los primeros sondeos que apuntaban a una posible perdida del poder de la NDA, el índice Sensex ha sufrido sucesivas caídas y ha bajado más de 1.650 puntos, equivalentes a casi un 30%. La jornada del jueves pasado se cerró con una ligera recuperación de un 0,5% ante la seguridad de que el nuevo Gobierno indio, que deberán formar el CP y sus aliados laicos, será estable. A la apertura del viernes, está tendencia al alza se mantuvo tímidamente.

Problemas para formar gobierno

Sin embargo, la tendencia se invirtió y se produjo el desplome al hacerse públicas el mismo viernes unas declaraciones del secretario general del Partido Comunista de India (CPI), A.B. Bardhan, que aseguró que "la política de desinversión en el sector público debe acabar". Bradhan señaló que expresaba la opinión de su grupo y del Partido Comunista de la India-Marxista (CPI-M), dos de los principales respaldos del CP para formar el nuevo Gobierno, tras la derrota de la alianza nacionalista hindú que gobernaba el país en las elecciones legislativas, que duraron tres semanas y concluyeron el pasado 10 de mayo. La política liberalizadora del hasta ahora primer ministro, Atal Bihari Vajpayee, ha llevado a un crecimiento sin precedentes de las bolsas.

Al cierre del viernes, el Sensex cayó 330 puntos y acabó la sesión en 5.069,87, con lo que perdió un 5,5% de su valor. Aunque los portavoces del Partido del Congreso han reiterado que las privatizaciones de empresas públicas seguirán, las declaraciones de sus previsibles socios han generado pánico en el mercado bursátil indio. Ante las proporciones de la caída, el CPI se ha visto obligado a anunciar esta misma mañana que no formará parte del Ejecutivo, aunque sí le brindará su apoyo parlamentario. "No nos unimos al gobierno. Le ofrecemos nuestro apoyo exterior", ha subrayado Atul Kumar Anjaan, secretario nacional del CPI, que sólo tiene diez diputados en el Parlamento constituído tras las elecciones.

Horas después, ha seguido sus pasos el CPI-M, la tercera formación del país con 43 diputados. Somnath Chaterjee, alto dirigente del partido, ha explicado que el Comité Central del CPI-M, en una reunión celebrada en Nueva Delhi, ha decidido apoyar la investidura de Gandhi y ofrecerle respaldo en la nueva Cámara Baja, pero no ocupará carteras ministeriales. Entre los dos partidos comunistas cuentan con más de 60 diputados, que unidos a los 217 del CP, superan la mayoría absoluta de 273 de los 545 escaños de la Cámara. El apoyo de otros partidos regionales sitúa a Gandhi por encima de los 300 diputados, lo que le da una cómoda mayoría para ser investida el miércoles. Sonia, de origen italiano y viuda del primera ministro asesinado Rajiv Gandhi, se convertirá así en la cuarta persona de la familia Nehru-Gandhi que llega a la jefatura del Gobierno.