América Latina decide reformar las cumbres para lograr más eficacia

La Declaración de Bávaro, documento con el que se ha cerrado la XII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno celebrada en la República Dominicana, certifica la crisis global del continente golpeado por la pobreza. Todos los líderes han aprobado la propueta de Aznar de reformar las cumbres para lograr su eficacia.

La Declaración de Bávaro aboga por el alivio de la deuda, la compaginación de la emigración y el respeto de los derechos humanos, la eliminación de los subsidios agrícolas, la lucha contra el terrorismo, la gobernabilidad democrática y el desarrollo sostenible.

Estas metas pretenden reducir la pobreza que afecta a 211 millones de personas en América Latina, una cifra que amenaza con aumentar ante las perspectivas poco alentadoras de la región, que tendrá este año una tasa negativa de crecimiento de entre el 0,6 y el 1%. La gravedad de la situación económica ha llevado a algunos gobernantes a pedir más hechos y menos palabras.

El Rey de España, Juan Carlos I, y el presidente del Gobierno español, José María Aznar, plantearon el sábado la conveniencia de asegurar que la Cumbre Iberoamericana sea en el futuro un "instrumento útil y eficaz". Aznar afirmó que en estas reuniones ha llegado el momento de dar "un paso adelante" para cumplir con dos objetivos, fortalecer la cohesión interna de la comunidad iberoamericana y darle también "una mejor visibilidad internacional".

Cumbres más eficaces

La propuesta española de crear un grupo encabezado por el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, que oriente el futuro de las cumbres iberoamericanas y mejore su eficacia, tuvo el respaldo de todos los gobernantes. Las recomendaciones del grupo que encabezará Cardoso cuando abandone la presidencia en enero de 2003 será sometida a la próxima Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en Bolivia.