Los herederos de Donald Sutherland bloquean la publicación de las memorias que el actor dejó escritas antes de morir
El intérprete recibió un anticipo de 400.000 dólares tras firmar un contrato con la editorial que, tras no recibir el manuscrito, exige que se devuelva. El libro prometía una historia contada con “cruda honestidad” y “perverso sentido del humor” que su entorno no aprueba


En marzo de 2024, la editorial Penguin Random House anunció que había llegado a un acuerdo con el actor Donald Sutherland para la publicación de sus memorias. Ya tenían el nombre, Made Up, But Still True (Invenciones, pero aun así ciertas), y la fecha de lanzamiento, el 12 de noviembre del año pasado. “Con su cruda honestidad y su perverso sentido del humor, el célebre actor relata su vida en este libro que marca una generación, catalogando con impactante detalle sus demasiados roces con la muerte, su cariñosa relación con sus padres y las historias entre bastidores de las películas que ha protagonizado”, prometía entonces la editorial. Sin embargo, el 20 de junio de 2024 el intérprete falleció un mes antes de cumplir los 89 años. Sus memorias no llegaron a las librerías aquel noviembre y, un año después, sus herederos siguen bloqueando su publicación.
La “cruda honestidad” y el “impactante detalle” de la narración que elogiaba Penguin Random House son también las causas de que los herederos del ganador del Oscar no quieran que ese libro salga a la luz. Así se ha sabido a raíz de una demanda que la editorial presentó el pasado 30 de octubre ante un Tribunal Federal de Nueva York por incumplimiento del contrato. La demanda, según publica The Hollywood Reporter, detalla el enfado de Penguin Random House con McNichol Pictures, la compañía del fallecido actor —su primer apellido es realmente McNichol—, por no entregarle el manuscrito de Made Up, But Still True, debido a que sus herederos —no se especifica cuáles— no lo han aprobado. La editorial exige, por tanto, la devolución del anticipo de 400.000 dólares —347.000 euros— que entregó a la compañía del intérprete como anticipo por su libro
Este anticipo es solo una parte del total de 1,25 millones de dólares —1,05 millones de euros— que el actor de MASH o Los juegos del hambre había acordado recibir en el contrato firmado con la editorial por ese manuscrito que nunca ha llegado. “Pero tras la muerte de Sutherland, Crown [el sello editorial dentro de Penguin que iba a distribuir el libro] fue informado de que los sucesores de Sutherland tenían problemas no especificados con el libro, según la demanda. En noviembre, tras varios intentos fallidos de contactar con McNichol, Crown fijó una fecha límite de entrega en diciembre, que no se cumplió”, aclara el medio especializado en cine. La demanda, que alega incumplimiento de contrato, acusa a la empresa de negarse a devolver el dinero.

En el comunicado de prensa que anunciaba el libro el año pasado, Crown describía las memorias de Sutherland como una revelación sin filtros de “los triunfos sobre el escenario que dieron inicio a su carrera; los obstáculos que la amenazaron y las películas que la consolidaron”. También el recopilatorio de un buen puñado de “anécdotas dentro y fuera del set de rodaje”, incluidas intimidades bastante explícitas sobre su vida amorosa. “A los 16 años vivió su primera relación sexual, su primer amor, sus primeras lecciones sobre el amor. Ella le doblaba la edad y lo pasaron de maravilla”, dice, entre otras muchas cosas, la sinopsis.
Quizás sean todos esos detalles los que no han convencido a su viuda, la actriz Francine Racette —tercera mujer del actor, con la que llevaba más de 50 años casado— o a sus cinco hijos: los mellizos Kiefer y Rachel —fruto de su matrimonio con Shirley Douglas—, Roeg, Rossif y Angus —de su último matrimonio—. A principios de los setenta, por ejemplo, Sutherland tuvo una relación extramatrimonial de dos años con su coprotagonista de Klute, Jane Fonda, una infidelidad que provocó la ruptura de su matrimonio con Douglas. Probablemente, no sea la única y parece que sus herederos no quieren revolver en el pasado del actor y airearlo ahora que ha fallecido. Sea como fuere, The Hollywood Reporter asegura que, mientras la disputa legal se resuelve en los juzgados, de momento la fecha de publicación de las memorias se ha pospuesto hasta 2026. “Si se publica, cabe esperar una versión menos explícita”, advierte el medio.

En 1973, la controvertida escena de sexo de Shutterland y Julie Christie en Amenaza en la sombra se modificó en varios países para que pasara el corte de la censura —en Gran Bretaña recibió la calificación X—. Cinco décadas después y con el actor ya fallecido, la historia, en cierto modo, se repite.
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