Charlie Sheen desvela su adicción al sexo y que mantuvo relaciones con hombres, que además le extorsionaron
El actor lanza un libro de memorias y un documental, y está dando adelantos donde habla de cómo contrajo VIH y cómo prostitutos trataron de chantajearle para no revelar su dolencia


No es que Charlie Sheen haya sido nunca una estrella discreta y callada, ni mucho menos. Pero ahora, con la inminente publicación tanto de un libro de memorias como de un documental, parece dispuesto a destapar las pocas cloacas que le faltaban por mostrar. Eso será la semana próxima, pero para ir abriendo boca ha dado una entrevista a People (será el protagonista de su portada en unos días) y se ha sentado a charlar en la televisión. En un popular programa de las mañanas estadounidenses ha hablado de su adicción al sexo y de cómo contrajo el VIH tras abrirse a tener sexo con hombres, en general prostitutos, en una época en la que estaba enganchado al crack. Aquello le llevó a sufrir chantajes y extorsiones económicas por parte de esos hombres.
Sheen se ha sentado ante las cámaras del programa Good Morning America para hablar de esas y otras cuestiones, que tratará en su libro The Book of Sheen (que llega a las librerías el martes 9 de septiembre) y del documental de Netflix aka Charlie Sheen (el miércoles 10). El intérprete de Platoon y Dos hombres y medio ha explicado cómo esas experiencias con hombres casi le cuestan su carrera debido a dichas extorsiones.
Fue tras una vida de relaciones sexuales con mujeres cuando decidió probar con hombres, como cuenta en el documental y el libro, y como adelanta People. “Le di la vuelta al menú”, relata, y explica a la revista que ya no quiere esconderlo: “No voy a huir corriendo de mi pasado, ni a dejar que se apropie de mí”. Para él, contar esa parte de su vida ha sido “liberador, jodidamente liberador poder hablar de todo eso”: “Nadie ha entrado corriendo en la habitación y me ha disparado”.
Por el momento, no aclara las fechas sobre cuando tuvo lugar esa experiencia, pero sí ha contado en el programa de televisión que tuvo lugar en una época en la que consumía crack. “Eso fue lo que lo inició”, reflexionaba ante las cámaras de Good Morning America. “Ahí nació, o ahí se encendió la chispa”. “En esos momentos en los que he estado fuera de la tubería, intentando navegar por todo eso y aceptarlo, me preguntaba: ‘¿De dónde vino todo eso? ¿Por qué ocurrió?’, y finalmente: ‘¿Y qué?’ ¿Y qué? Hubo algunas cosas raras. Pero mucho fue jodidamente divertido, y la vida sigue”.
Durante esas relaciones, Sheen contrajo el virus de inmunodeficiencia humana, el VIH, y aunque intentó ocultarlo tanto al mundo como a sus amantes, no fue fácil. Algunos de los hombres con los que mantenía relaciones, prostitutos, tomaron fotos de la medicación del actor, en su casa. Con ese material, trataron de sacarle dinero: pretendían que le pagaran para que no lo contara. Llegó a hacerlo, hasta que desveló la enfermedad en el programa Today en noviembre de 2015.
Ya entonces dejó caer que había sido víctima de extorsiones y que había pagado “la cantidad suficiente para decir que han sido millones”. También ese año dejó de consumir drogas, e incluso alcohol, un par de años después, en 2017, como ha explicado ahora: “Mi cuerpo empezaba a rechazarlo, de manera literal, se ponía del revés. Era un caos”.
Las extorsiones fueron difíciles de controlar, porque reconoce que hubo “una enorme cantidad”, según contaba en la mañana del 5 de septiembre en la cadena ABC: “Entonces me decía: ‘Vale, paguemos para mantenerlos callados’. Y esperaba que el asunto se quedara ahí, hacerlo ir, ¿sabes? Que se marchara”. Con los años, reconoce que se sentía “como un rehén”, al tener que pagar a personas para que guardaran sus secretos por miedo.
“Necesitaba liberarme de todo ello... y luego ver cómo se siente el mundo cuando la gente sabe esas cosas”, explica el hijo del veterano actor Martin Sheen (de nombre real Ramón Estévez) sobre su decisión de contarlo, tanto hace una década como ahora, ya de una manera mucho más personal y compleja. Por eso ha escrito el libro, una labor de años. Asegura que no quería dejarse nada en el tintero, ni censurar nada. “Por lo menos, de lo que me acuerdo”, cuenta en People.

Durante esta década, ha intentado enmendarse, pedir perdón a sus seres queridos, acercarse a sus exesposas (entre ellas la actriz Denise Richards), a sus cinco hijos y a su nieto. Aunque no con todos ha logrado una buena relación, como con su hija Sami, que tuvo junto a Richards, y con la que ambos han tenido públicas discusiones acerca del perfil de la joven, de ahora 21 años, en la plataforma de contenido adulto OnlyFans. “Pero hacen falta dos para bailar un tango”, reconoce; la relación con Sami sigue distante, pero van poco a poco. “Tengo fe en que no sea para siempre y en que lo solucionemos”. Con Richards, parece que las aguas se van calmando, porque el jueves 4 de septiembre la actriz acudió al estreno del documental de su exmarido en Los Ángeles, y ambos posaron sonrientes y abrazados en la alfombra roja.
Afirma Sheen que no se reconoce en la persona que era hace una década, cuando llegó a ser uno de los actores mejores pagados de la televisión gracias a la comedia Dos hombres y medio. Entonces tuvo que poner el proyecto en pausa por entrar en rehabilitación, y al final acabó despedido de la serie entre declaraciones de que era bipolar y con algunas de sus parejas desvelando en platós y exclusivas que las obligaba a abortar o no les contaba del VIH.
“No sé quién es ese, y no es una excusa. No sé de qué parte de mí salió eso”, contaba en Good Morning America acerca de aquella época. “Es extraño. Es como si estuviera poseído. Es como si le suplicara a esa versión de mí: ‘Tío, Dios, para. Sácalo de ahí”. No se arrepiente de lo ocurrido, pero ya no está en ese punto. “Supongo que la única forma de afrontarlo es no hacer nunca nada ni permitir que me metan en una situación así”, afirmaba en el programa, con la esperanza de que el recuerdo que le quede al público de él y de su carrera sea más positivo, por algo más. “Probablemente, hay mucha gente ahí fuera que solo me conoce por esos vídeos virales, un tipo gritando ‘¡Sangre de tigre!’ y ‘¡Ganando!’ y todas esas tonterías, ¿verdad? Ese fue un momento dentro de una carrera muy larga en el que las cosas se salieron de madre”.
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