El precio de la fama que arrastra Lindsay Lohan: “Tengo trastorno de estrés postraumático por haber sido perseguida por los paparazis”
La actriz, que está a punto de estrenar ‘Ponte en mi lugar otra vez’ junto Jamie Lee Curtis, ha hablado para ‘The Sunday Times’ sobre cómo le afectó ser seguida durante años por los fotógrafos y sobre cómo afronta esto mismo ahora que tiene un hijo de dos años


Pelo cobrizo, cara pecosa. La cándida imagen de una niña que además se repite por dos viene rápidamente a la cabeza cuando alguien menciona la exitosa película de 1998 Tú a Londres y yo a California (un remake de la cinta de 1961 Tú a Boston y yo a California). Cuando Lindsay Lohan (Nueva York, 39 años) dio vida a las gemelas protagonistas de la película de Disney tenía unos 12 años, y aún quedaba mucho para que la fama le mostrara su peor cara.
Para el año 2003, cuando la actriz estrenó con Jamie Lee Curtis su primera película juntas, Ponte en mi lugar —de la que el 8 de agosto se estrena una segunda parte titulada Ponte en mi lugar otra vez—, Lohan ya tenía 17 años y la prensa empezaba a verla como una estrella que pasaba de ídolo adolescente a actriz cotizada en Hollywood. Poco después, las polémicas que empezaron a rodear su vida (problemas con las drogas, arrestos e incluso violaciones de la condicional) hicieron de ella una jugosa protagonista de titulares para los medios más amarillistas, provocando las carreras más frenéticas de los paparazis para inmortalizarla en sus peores momentos. Aunque nunca abandonó la industria, su imagen pública, muy deteriorada, se grabó en la memoria visual de muchos como se había grabado antes su cara inocente en la película que la hizo famosa.
Ahora, a punto de volver a la cartelera con la comedia que protagoniza junto a Curtis, la actriz neoyorquina, que se casó en abril de 2022 con el empresario Bader Shammas y que en julio del año siguiente tuvo a su hijo, Luai Shammas, vive una resurrección mediática, una especie de segunda oportunidad con el público a la que se han sumado sus películas navideñas con Netflix. En una entrevista para promocionar su último trabajo con The Sunday Times, Lohan ha contado cómo y cuánto le afectaron tantos años de fama voraz e indeseada: “La fama es algo a lo que te apuntas”, confiesa en la entrevista al diario británico, pero continúa reflexionando: “Quieres alcanzar el reconocimiento, aunque quizás no todos los aspectos que conlleva. No estás pidiendo que te sigan ni que la gente se entrometa”.
Si la fama la atormentó en el pasado, ahora, con un niño de dos años al que solo desea proteger, la actriz se muestra cauta: “No quiero que mi familia viva la experiencia de ser perseguida por los paparazis como yo. Fueron momentos aterradores de mi vida —sufro de TEPT extremo [Trastorno por estrés postraumático] por este tipo de cosas—. Situaciones muy invasivas. Realmente aterradoras. Y rezo para que cosas así no vuelvan. No es seguro. No es justo“, afirma en la entrevista, en la que también asegura que habla con su esposo ”constantemente" sobre cómo afrontar su resurgimiento en los medios: “¿Queremos mostrar a nuestro hijo? Lo sabremos cuando sea el momento adecuado”.

Lohan, que asegura que las cámaras le suelen pasar desapercibidas —“Muchas veces es alguien que está conmigo quien se da cuenta de que alguien está grabando. Creo que he vivido con eso tanto tiempo que ya no importa”, dice—, sí reconoce que prefiere ser consciente de estar siendo filmada: “Da miedo. Es muy incómodo. Preferiría que simplemente me preguntaran si me pueden hacer una foto o no, te vuelves cauteloso con cada movimiento que haces”. Como nota positiva, la intérprete de Chicas malas (2004) cree que sí ha cambiado respecto a cuando ella alcanzó la fama de adolescente: las redes sociales y el control que les proporcionan a los artistas sobre lo que cuentan en ellas. “Siento que ya no es tan grave como antes [sobre las persecuciones mediáticas]. Era peor cuando yo era joven. Gracias a las redes sociales, la gente puede contar su propia historia de la forma en que quieren que sea contada. Han recuperado el control de su vida”, asegura en la entrevista.
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