Marius Borg, hijo de Mette-Marit de Noruega, imputado por tres violaciones y otros 20 delitos
El Tribunal tiene 30 días para decidir si acusa formalmente al primogénito de la princesa después de ser detenido hasta en tres ocasiones en el último año

No está siendo un año fácil para la familia real noruega, pero los acontecimientos de las últimas horas hacen presagiar que la situación no va a cambiar. Marius Borg, hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega, ha sido imputado por 23 delitos, tres de ellos violaciones. Así lo ha informado este viernes la Policía del país nórdico, que ha dado por finalizada la investigación de un caso que comenzó en agosto de 2024 y que ha hecho tambalear los cimientos de la institución monárquica. “Ha sido una amplia investigación que ha incluido análisis de mucho material digital y han sido interrogados muchos testigos”, ha explicado en rueda de prensa Andreas Kruszewski, abogado de la Policía, que ahora enviará el caso a la Fiscalía del Estado para decidir sobre una posible acusación formal.
Borg, fruto de una relación de la princesa anterior a su matrimonio con el príncipe heredero al trono Haakon, está imputado por un caso de violación, dos de violación sin coito y cuatro de comportamiento sexual ofensivo. Una lista que también incluye amenazas, vandalismo, abusos y delitos de tráfico. Otros posibles delitos, como el de abuso en relaciones íntimas contra una de sus exnovias, han sido archivados por falta de pruebas.
Más de una decena de personas figuran como agraviadas en el caso, entre ellas varias exparejas del joven de 28 años. Borg solo reconoce delitos de violencia contra una mujer y amenazas a un hombre, pero no las violaciones. Tal y como recoge el medio noruego Se og Hør, desde abril ha sido interrogado 14 veces. La Fiscalía del Estado de Oslo tiene ahora 30 días para decidir si acusa formalmente a Borg.

Desde el pasado mes de agosto, el hijo de Mette-Marit ha sido detenido tres veces. La primera de ellas fue retenido unas horas tras un incidente en el apartamento de su exnovia. En aquel momento, su vivienda en Skaugum, la misma propiedad en la que residen los príncipes herederos al trono, fue registrada por agentes policiales. Días después, el hermano de Ingrid de Noruega admitió parte de las acusaciones y reconoció tener problemas con el alcohol y otras drogas, además de padecer problemas psíquicos. “El pasado fin de semana ocurrió algo que nunca debió haber ocurrido. Cometí una agresión y destruí objetos en un piso puesto de alcohol y de coca después de una discusión”, declaró en un comunicado difundido por su abogado. Y añadió: “El abuso del alcohol y mis diagnósticos no disculpan lo que ocurrió en el piso de Frogner [un barrio de la capital noruega] la noche del sábado al domingo de hace dos fines de semana. Quiero hacerme responsable de lo que hice y explicarme de forma veraz a la policía”.
La casa real noruega se ha mostrado reacia a comentar desde el principio una noticia que ha generado mucha atención mediática y que ha dado la vuelta al mundo. El príncipe Haakon admitió la “gravedad” de las imputaciones y la princesa Mette-Marit reconoció que 2024 fue “muy duro” y que la familia recibió “ayuda profesional” del sistema sanitario noruego.
La última de las detenciones se produjo el pasado 18 de noviembre, cuando Borg se encontraba en el interior de su coche con una de las víctimas, a la que tenía prohibido contactar. Una semana después de su ingreso en prisión preventiva, fue puesto en libertad después de que el juez concluyese que no había “peligro” de que fuese destruido material probatorio. Tras abandonar el centro penitenciario, ingresó en un centro de rehabilitación de Londres, donde apenas duró unas semanas.

Borg ha sido educado como uno más de la familia real noruega, pese a que no tiene ningún título ni ocupa un lugar en la línea de sucesión al trono. No tiene compromisos oficiales con la casa real, pero sí que solía acudir a algunas celebraciones familiares públicamente. Llegó a palacio siendo un niño, y siempre ha mantenido una relación cercana con los reyes Harald y Sonia de Noruega. Desde el pasado mes de diciembre, el hijo de Mette-Marit ha mantenido un perfil bajo y apenas se ha dejado ver públicamente. Una de las últimas ocasiones en las que se le pudo ver haciendo vida normal fue en marzo. En las fotografías se le veía con el pelo teñido de negro, dejando atrás su melena rubia. Un movimiento con el que pretendía pasar desapercibido, aunque sin mucho éxito.
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