Jeff Bezos y Lauren Sanchez se casan hoy en la isla de San Giorgio y bailarán sobre el agua de Venecia
Una tormenta tropical arruinó el fin de fiesta del jueves, pero la boda sigue con el intercambio de anillos en un gran anfiteatro de mármol

Este viernes es el gran día para Jeff Bezos y Lauren Sanchez, que esta tarde se casan ante 250 invitados de lo más VIP del planeta en la isla de San Giorgio, donde se alza la monumental iglesia de Palladio que se divisa desde la plaza de San Marcos. Por dentro era casi aún mejor antes de que Napoleón robara el gran cuadro de Las Bodas de Canaán, de Veronese, ahora en el Louvre, pero es un vacío que sin duda puede colmarse hoy con la boda del año, que aspira a ser mucho más famosa que la otra. No convertirán el agua en vino, pero solo porque eso aún no se puede conseguir con dinero o un algoritmo, que si no probablemente también. El fiestón de tres días de Bezos, tercer hombre más rico del mundo y dueño de Amazon, y la experiodista Sanchez, empezó el jueves y su coste se ha estimado en 30 millones de euros (aunque los novios donarán tres a la ciudad).
En la noche del jueves tuvo lugar la primera fiesta, en el claustro de la iglesia de la Madonna dell’Orto, a la que los invitados llegaron en lanchas-taxi, una pasarela acuática inmortalizada por decenas de fotógrafos apostados en las ventanas, terrazas y hasta en los tejados de las casas colindantes (sus dueños piden en torno a 700 euros, según la prensa). Hubo música de Mina, Peppino de Capri, Albano y Romina y otros clásicos italianos, y gastronomía siciliana y napolitana para picar. Todo muy bien hasta que, antes de medianoche, cayó una tormenta tropical que arruinó en cuestión de segundos peinados y modelos, mientras los invitados esperaban la llegada de las lanchas que iban a buscarlos. En todo caso, en las imágenes se veía que les hizo mucha gracia y se lo pasaron bien. Las protestas de la noche de quienes se oponen al evento, por considerarlo un derroche que se compra la ciudad como decorado, se limitaron a un mensaje proyectado con láser verde en la torre de San Marcos: “No Kings No Bezos” (Ni reyes ni Bezos).
Innumerables famosos: Ivanka Trump, el clan Kardashian, Oprah Winfrey, Bill Gates, Orlando Bloom… Fue enternecedor comprobar que algunos todavía a estas alturas tratan de esconderse. Leonardo Di Caprio, de hecho, fue reconocido porque nadie que no sea muy famoso puede calarse una gorra hasta los omóplatos, y el deseo de saber a quién atribuir semejante hazaña acabó por descubrirle.
Este viernes, el programa de nuevo ofrecía la posibilidad de ir a pasar la mañana y hacer desayuno-comida-merienda y lo que salga en los jardines con piscina de Villa Baslini, en la isla de San Giovanni Evangelista. Esto de las islas es perfecto en Venecia para eventos VIP, porque les aísla completamente. En el caso de esta hermosa mansión, se trata de una isla en sí misma a la que solo se llega por un puente que la une a la ya de por sí pequeña isla de Torcello. Era un lugar que a Hemingway le encantaba. Se alquila para vacaciones, se encuentra por internet.

















Por fin esta tarde será el intercambio de anillos, la ceremonia pública del enlace ―porque el matrimonio legal, como tal, parece que ya se ha firmado en Estados Unidos―. Todo el mundo tiene que ir vestido estilo gran Gatsby y tendrá lugar al atardecer en el Teatro Verde de la isla de San Giorgio. Es un bello anfiteatro apaisado, de mármol blanco de Vicenza, rodeado de césped y pinos marítimos, construido en 1952 y con 1.500 plazas. En el jardín contiguo se halla el llamado Laberinto de Borges, diseñado y abierto en 2011 en homenaje al escritor argentino, uno de esos fascinantes dédalos de setos donde los invitados pueden pasear, perderse e incluso encontrarse. Está inspirado en el relato El jardín de senderos que se bifurcan, aunque en este caso, en principio, se trata de lo contrario. La boda de Bezos y Sanchez viene a ser dos caminos que se unen (estos días han estado diciendo metáforas de este tipo todo el rato). “Es un nuevo inicio y una nueva página para escribir, inolvidable”, dijo el jueves la esposa a los invitados en un breve discurso, según medios italianos.
Una de las últimas sorpresas en ser desveladas es que se ha montado junto a la isla una gran pista de baile flotante, para danzar y caminar sobre el agua, por seguir bíblicamente hablando. Habrá fuegos artificiales, un concierto de Matteo Bocelli (hijo de Andrea Bocelli), cena de célebres chefs italianos y franceses, y dulces y postres selectos de Cédric Grolet, pastelero jefe de Alain Ducasse. Para la fiesta final del sábado en el Arsenale, de máscaras del Settecento, se habla de un concierto privado de Lady Gaga y Elton John.
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