Javier Bardem habla de la depresión posparto que sufrió Penélope Cruz: “No pude comprender la dimensión de lo que era”

Javier Bardem (Las Palmas de Gran Canaria, 56 años) y Penélope Cruz (Alcobendas, 51 años) son uno de los matrimonios españoles más internacionales. Es una pareja que ha sabido separar su vida privada de la pública y que ha hecho de la discreción su bandera —interponiendo demandas por la privacidad de sus dos hijos cuando ha sido necesario—. A punto de cumplir 15 años de casados —el aniversario se celebra a principios de julio, aunque se desconoce la fecha exacta por ese hermetismo que les caracteriza—, el actor se ha abierto como hace pocas veces en una entrevista exclusiva que ha concedido a The New York Times. Todo ello como parte de su promoción de la película F1, que se estrena mundialmente a partir del 26 de junio (en España, el 27 de junio).

Pero no se trata de una conversación meramente publicitaria. Bardem no solo habla de su trabajo como actor, también del amor, la familia, la identidad e incluso de política. Aunque no estaba en sus planes crear una familia, afirma en la entrevista publicada este 15 de junio que esto “sucedió de forma natural”. “Nunca me sentí presionado. Nunca sentí la obligación de hacerlo. Y gracias a Dios, sucedió. Es increíble cómo no recuerdo mi vida antes de tener hijos”, reflexiona. Los intérpretes dieron la bienvenida a su primer hijo, Leo, en 2011; en 2013, nacería su segunda hija, Luna.

El oscarizado actor afirma que fue “un acto de amor” y un deseo de “crear algo hermoso” junto a Penélope Cruz. Pero también vivió la parte más negativa de la paternidad de la mano de su mujer, que sufrió depresión posparto: “Como hombre, has acompañado a esa persona, pero no has pasado por lo que ella ha pasado. El embarazo no fue tan malo. Fue la depresión posterior. No era capaz de manifestarlo, y era todo nuevo para ella. Ahora está mejor. Desafortunadamente, no pude comprender la dimensión de lo que era. Pero más tarde, lo hice. Es una mujer increíble, valiente, fuerte y hermosa por haber podido compartirlo”, reconoce en The New York Times.

En el momento en el que se realizó la entrevista con el periódico estadounidense, Bardem se encontraba en Atlanta grabando El cabo del miedo (Apple TV). Es en el ático que ha alquilado donde tiene lugar la conversación. Tal y como explica el periodista Mattie Kahn, el intérprete le mostró cartas de amor escritas a mano por Penélope Cruz y que incluyen dibujos de sus hijos. Le cuenta que lo máximo que puede estar sin verles son dos semanas, por lo que en sus días de descanso regresa a Madrid para estar con ellos: “Mi cuerpo estaba experimentando reacciones físicas de dolor y tristeza”, explica sobre la vez en la que estuvo tres semanas lejos de su familia.

Su gran salto a la fama internacional llegó en 2007, cuando ganó el Osar a mejor actor de reparto por su interpretación en No es país para viejos. Una producción que llegó en uno de los momentos más complicados de su vida, después de romper con su anterior pareja: “Me sentía desconectado de los placeres de la vida. Nunca llegué a un punto en el que pensara en cosas oscuras, sino que estaba triste. Me costó un tiempo salir de esa situación”. Reconoce en la entrevista que fue su compañero de reparto y coprotagonista en la cinta, Josh Brolin, quien le apoyó en este proceso de sanación: “Abría las ventanas, literalmente, porque vivía en una casa oscura, corría las cortinas y me llevaba a dar un paseo. Cuando terminé esa película, era una persona diferente”.

Un año después de ese episodio, se reencontró con Penélope Cruz en la película Vicky Cristina Barcelona, película que a ella también le valió un Oscar, después de haber trabajado juntos años antes en Jamón, Jamón. Aunque siempre se han mostrado discretos en lo que respecta a su relación, Bardem ha explicado cómo fue la primera vez que coincidieron en un rodaje: “Tuvimos nuestro momento allí. Más tarde tuvimos otro. Pero ella estaba con alguien o yo estaba con alguien. Éramos muy jóvenes, y no era el momento, pero entonces llegó, lo supimos e intentamos evitarlo”.

Desde que empezaron su relación, y siendo una de las parejas más conocidas de Hollywood, supo lo que era en realidad la fama y la persecución de los paparazis —"Le alivia que en Madrid apenas los molesten", afirma el periodista—. “[La fama] te puede conseguir una mesa cuando los restaurantes están llenos y puedes conocer a gente a la que admiras”, explica sobre lo positivo de la profesión.

También hay tiempo en la conversación para hablar de sus padres: José Carlos y Pilar, que se divorciaron después de su nacimiento. Su progenitor no estuvo tan presente en su vida, y explica cómo se tomó su papel en Las edades de Lulú: “Interpreté a un personaje que tenía sexo con hombres y mujeres. Era una película dura, pero una gran película”. Motivo por el que su padre dejó de hablarle: “Se avergonzaba de mí como hijo”. Pero años más tarde, gracias a Jamón, Jamón, regresó el cariño: “Eran peleas, mujeres. Y volvió a mí. Estaba muy orgulloso de que yo fuera actor”. Así define a su madre, actriz fallecida en 2021 a los 82 años: “Podía ser tan sensible y ligera como una mariposa, y tan feroz como un león. Tenía todo el espectro”.