Rin ran, la tapa estrella de la Sierra de Cazorla
El plato se prepara de muy distintas maneras en Andalucía, Murcia o Extremadura, pero en la versión de Jaén las estrellas son la patata y el pimiento choricero


En la cocina española existen platos que parecen nacidos para confundir. Hablo de esas especialidades con un nombre que, dependiendo del lugar del mapa en el que te sitúes, puede significar cosas muy distintas. El ajoarriero, el pisto o el ajocolorao podrían ser buenos ejemplos; los mismísimos gazpachos, también -recordemos que los de La Mancha se parecen al andaluz como un huevo a una castaña-, y otra delicia que podríamos incluir en esta categoría sería el rin ran.
Si viajas de oeste a este por el sur de España, en Extremadura te dirán que es algo parecido a una ensalada de tomate. En Andalucía irá desapareciendo este fruto, y al llegar a Jaén reinarán la patata, el pimiento seco y el bacalao. Pero en Murcia el tubérculo se esfumará, y lo que te darán como rin ran será un plato de pescado y ñora. Por si fuera poco el lío, en Almería existe otro invento bastante parecido a la variante jienense, que no es otro que el susodicho ajocolorao.
Antes de que te estalle la cabeza con tanta particularidad, vamos a lo práctico. El rin ran en el que nos vamos a centrar es el de la Sierra de Cazorla (Jaén), que destaca por tres cosas: satisface lo mismo que una ensaladilla, pero es más fácil de preparar; su combinación de patata chafada, pimiento choricero y cebolleta no puede ser más inteligente, y funciona muy bien como picoteo para el verano porque se toma frío o a temperatura ambiente.
Mi versión no se separa demasiado de la tradicional, salvo en el remojado de la cebolla en agua con vinagre para que siente mejor y a la vez tenga un puntito ácido que aligere la pastosidad de la patata. También racaneo más de lo habitual con el bacalao -de hecho, me atrevo a decir que el rin ran estaría también buenísimo sin él-, y cuezo los huevos solo siete minutos para que la yema quede cremosa. Último apunte: el proceso es bastante más sencillo usando carne de pimiento choricero o ñora de la que se vende en conserva.
Tiempo: 45 minutos
Dificultad: Para cocinillas muy básicos
Ingredientes
Para 4 personas, como tapa
- Unos 800 g de patatas
- 4 pimientos choriceros o 6 cucharaditas de su carne en conserva
- 100 g de bacalao desalado
- 2 huevos
- 1 cebolleta pequeña
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita rasa de comino en grano
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre
- Sal
- Aceitunas al gusto
Instrucciones
Poner las patatas en una cazuela y cubrirlas con agua fría y un poco de sal. Si se usan pimientos choriceros enteros, añadirlos. Cocer durante 25-30 minutos o hasta que las patatas estén bien hechas.
Mientras las patatas se cuecen, picar la cebolleta y ponerla en un bol con un chorro generoso de vinagre y un poco de agua.
Majar en un mortero o triturar el ajo con el comino y sal.
Añadir la carne de los pimientos choriceros (se saca raspando su interior con una cuchara) o la de conserva. Sumar un poco del agua de cocción de las patatas y mezclar bien.
Pelar las patatas y aplastarlas con un tenedor. No hay que hacer puré: con desmenuzarlas es suficiente.
Añadir a las patatas el majado de pimiento choricero, la cebolleta bien escurrida y un buen chorro de aceite de oliva. Mezclar hasta que toda la patata se tiña de naranja.
Cocer los huevos siete minutos en agua hirviendo no muy fuerte. Pasarlos por agua fría y pelarlos.
Servir el rin ran con los huevos cortados en cuartos por encima, aceitunas y un chorro de aceite extra por encima.
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