Hoteles rurales con restaurantes en los que se come muy bien
En estos alojamientos campestres no solo puedes disfrutar del paisaje, sino también comértelo en restaurantes que apuestan por el producto de proximidad

Despertarse con el sonido de los pájaros –con plumas, no en versión alarma de móvil–; mirar por la ventana y contemplar alguno de los innumerables paisajes que convierten a España en uno de los 25 países con mayor biodiversidad del mundo. Y comer como en el cielo, pero no vapor de agua sino los mejores productos del bosque, de la dehesa, de la meseta, de la montaña. Todo esto y más es posible hoy en día gracias a los cerca de 17.000 alojamientos rurales existentes en España según el INE.
Lugares que nos permiten experimentar por unos días cómo es vivir en sitios únicos y que van acompañados, cada vez más, de interesantes propuestas gastronómicas. Nuestros compañeros de profesión son un pozo sin fondo del que extraer las mejores recomendaciones, y a él hemos vuelto a recurrir para elaborar una lista de casas rurales por toda España donde se puede estar, dormir y comer muy bien. Buen provecho y ¡buena estancia!
A Parada das Bestas, recetas recuperadas y de temporada en una antigua granja gallega
El historiador y comunicador gastronómico Jorge Guitián nos lleva hasta una aldea gallega de nombre Pidre, en Lugo. Allí, nos explica, “María Varela y Suso, su pareja, llevan 25 años ofreciendo una cocina local ligeramente puesta al día muy interesante, y el alojamiento es realmente encantador. Para mí es el restaurante de referencia de la zona, sin duda”. A Parada das Bestas es el proyecto de vida de esta pareja gallega que compró y comenzó a restaurar esta granja del siglo XVIII en 1992. El precioso alojamiento, situado a poco más de seis kilómetros del Camino de Santiago, ofrece desayunos y comidas con productos de temporada y ecológicos, tanto de producción propia como locales y de kilómetro cero. La chef María Varela ha recuperado antiguas recetas del Camino como el capón de Pidre al estilo peregrino, que elabora con castañas y una salsa de moras y arándanos con brandy, vino Mencía y vinagre de Módena (quién necesita barritas energéticas). Su cocina, autodidacta, se caracteriza por su sencillez y magnífica presentación, pescados con poca manipulación como el salmón a la parrilla con verduras y mantequilla cítrica casera, y platos de carne de larga cocción como los estofados de rabo de vaca gallega, de gallo de Mos o el jarrete al vino tinto. Como entrantes, diferentes cremas, escabeches, follado de verduras o los saquitos de calabacín. De postre, su flan o la tarta de chocolate. Más que casa, paraíso rural.

A Parada das Bestas: Pidre, 27. Palas de Rei, Lugo. Tel: 982 183 614. Mapa.
Verdiago Vive, cocina de mar y montaña en León
En la montaña oriental de León, ésa que deja con la boca abierta a quien la ve por primera vez, se encuentra este alojamiento rural que nos recomienda la tecnóloga de los alimentos y nutricionista Beatriz Robles. “Está muy cerquita de mi pueblo”, nos cuenta la colaboradora comidista, “y es un complejo de casas rurales con un restaurante precioso. El entorno es espectacular”. El hotel y las casitas rurales de Verdiago Vive están dispersas en el pequeño pueblo del mismo nombre, restauradas y decoradas con mucho gusto. Dejan doble buen sabor de boca gracias a su restaurante, que ofrece comida tradicional de la zona, con productos de la montaña pero también de la costa que se sitúa al otro lado de la Montaña de Riaño: morcilla y cecina de león, tosta de anchoas de Santoña, tabla de quesos, puerros de fresno rellenos de manitas deshuesadas, cachopo, entrecot o chuletón de vaca de puerto. Los platos son contundentes, pero para eso están los paseos, o las siestas, todo lo cual es posible en Verdiago Vive.

Verdiago Vive: c/ Real VG, 2, 15. Verdiago, León. Tel: 987 710 640. Mapa.
Casa Leonardo, para comerse el Pallars Jussà en forma de queso, embutido o platos de huerta
“Es una antigua fonda y tienda de ultramarinos fundada en 1913 en Senterada (Lleida) y reconvertida en alojamiento rural por Mireia Font i Vidal, nieta de los dueños originales”, cuenta el patriarca comidista Mikel López Iturriaga. A las habitaciones cómodas y la preciosa decoración se le suma como importantísimo punto extra los desayunos y las cenas, que te dan lo que necesitas cuando viajas al Pallars Jussà. “Embutidos singulares de la zona como la girella o el xolís; quesos maravillosos como el tupí; all i olis de membrillo, ensaladas o cremas hechas con verduras de su propio huerto, estofados medievales como el civet de jabalí o sopas de tomillo de abuela que acaban haciéndose virales”. Todo hecho con cuidado y conocimiento, y servido con el cariño con el que te tratarían en casa de unos amigos. “De las mejores casas rurales que he estado en mi vida”, remata.
Casa Leonardo: c/ La Bedoga, 2. Senterada, Lleida. Tel. 973 661 787. Mapa.
Casa San Miguel, el huerto y la granja kilómetro cero
Pequeño, bonito y con muy buena comida: así es Casa San Miguel, un pequeño complejo agroturístico en Salem (Valencia), en pleno Valle de Albaida. “Tienen dos casitas preciosas que se alquilan enteras, y también una grande en la que se pueden reservar habitaciones”, explica la periodista Mariola Cubells. “Hay un huerto, una granja y un restaurante con productos locales, y también puedes hacer barbacoas o comprar cajas de productos frescos de su huerta y cocinar tú”. Además de paseos a caballo por la maravillosa Sierra del Benicadell, este alojamiento rural ofrece un recorrido por la finca con esmorzar incluido, tanto para gente alojada como para visitantes. En él no faltan el bocata, la ensalada, las aceitunas, los encurtidos, los cacahuetes, el vino con gaseosa o las cervezas y un buen cremaet de ron o coñac, como mandan los cánones.“Es un sitio muy agradable, del que no necesitas salir para nada en todo el fin de semana”, asegura Cubells. “Y perfecto para tumbarse, que es lo que yo siempre busco”.
Casa San Miguel: c/ Benicadell, 16. Salem, Valencia. Tel. 663 081 221. Mapa.
Mendigoikoa-Bekoa, cocina de autor con vistas al valle en Bizkaia
De entre las muchas opciones que existen en el País Vasco, la comidista Lakshmi Aguirre nos recomienda este hotel rural en un auténtico caserío en “el preciosísimo valle del Duranguesado”. El Mendigoikoa-Bekoa, explica, “es de madera y piedra, al más estilo vasco. En la cocina, recetario tradicional, con su pescado y su txuleta a la brasa, todo de temporada y en platos cuidadísimos. La dirige Jon Urrebaso, un joven formado en el Basque Culinary Center con dos dedos de frente y mucha elegancia. Antes pasó por restaurantes de renombre como Mina, Hermanos Torres o Dani García en Marbella”. Tanto en la casa como en el comedor se respira bosque, mar, montaña. En los entrantes como el mollete al vapor con txistorra y yema curada, el brioche de atún rojo de almadraba o el steak tartar de solomillo con grasa de txuleta. En los platos principales que incluyen pescados a la parrilla según temporada o el solomillo de vaca con salsa de Oporto, foie y cremoso de patata. En los postres como la torrija caramelizada con cremoso de leche merengada y helado, o la tartaleta templada de queso. Ofrecen menús para grupos e individuales, incluyendo este último un aperitivo, un snack, un entrante, un plato de carne, otro de pescado y un postre a un precio de 55 euros. Agua, pan, café y aire fresco incluidos.
Mendigoikoa-Bekoa: Barrio San Juan, 30. Axpe, Bizkaia. Tel: 946 058 039. Mapa.
Casas Lieva, el sabor de la dehesa en Huelva
Desde Andalucía, el comunicador gastronómico Txema Marín nos recomienda un alojamiento en un enclave que alimenta en todos los sentidos. Casas Lieva son dos casas rurales en Fuenteheridos, en plena Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Alimento para los ojos es su paisaje marcado por la dehesa, bosques de castaños y de ribera propiciados por los tres ríos que recorren este territorio. Y para el estómago, los platos que elabora el chef Javi Abascal en el restaurante del alojamiento. Abascal ofrece cocina tradicional actualizada y con materia prima de la Sierra de Huelva, lo que incluye, claro está, elaboraciones con producto ibérico de primer nivel como la oreja crujiente, las albóndigas ibéricas, secreto, pluma o presa. Pero también entrantes como la ensaladilla de salchichas de Aroche o la selección de quesos de Aracena. Platos que llaman ‘de cuchara y tradición de la Sierra’ como carrillera al romero, ragú de caza o arroz de temporada. Pescados según mercado, choco de Huelva o bacalao con tomate. De postre, tiramisú de mango o tartaleta de frutos rojos, chantillí de pistacho y chocolate blanco. Para regalarse, o que te lo regalen.
Casas Lieva: N-433, 21292. Fuenteheridos, Huelva. Tel: 679 142 985. Mapa.
El Descansillo, una cocina con aromas, colores y sabores propios en Guadalajara
En Guadalajara, concretamente en el Parque Natural Alto Tajo, en un pueblecito de sólo diez habitantes rodeado de sabinas centenarias, se encuentra este ecohotel que nos recomienda la chef manchega Teresa Gutiérrez del restaurante Azafrán. Como Teresa, Carmen, encargada de cocina y co-fundadora junto a su marido Txema de El Descansillo, pertenece a la asociación Mujeres en Gastronomía de Castilla La Mancha. Su huerto ecológico y los productos de proximidad, explica, les permiten que sus platos tengan “aromas, colores y sabores propios”, tanto en la comida como en el desayuno. Nada como empezar el día con pan de leña, blanco o natural, con fruta cortada, con tomate de temporada, magdalenas caseras o huevos de corral. Y continuarlo a la hora de comer con una ensalada de hojas del huerto con flores y queso extramuros, unos falsos espaguetti de calabacín con salsa de pesto, una suprema de pollo con salsa de setas y trufa o un guiso de bolos con morro. El servicio de cocina es exclusivo para huéspedes y se pueden reservar diferentes opciones, desde desayuno, comida y cena, a solo desayuno. Difícil resistirse al pack más completo.

Hotel El Descansilllo: c/ Valhermoso 4. Escalera, Guadalajara. Tel: 949 831 252. Mapa.
Casa Borrego, alta gastronomía en un entorno privilegiado en Murcia
El comunicador gastronómico afincado en Murcia Tudor Racoti, nos habla deCasa Borrego, un hotel rural que abrió sus puertas en 2024 con la intención de fusionar la cocina de autor con un entorno natural privilegiado. De lo primero se encargan el chef Salvador Fernández y su mujer, Eva, fundadores de este hotel rural y gastronómico que reinventa la cocina tradicional murciana en base a productos e imaginación de proximidad: hueva de mújol y sopa fría de almendra marcona y fresas, caballito de gamba roja, pulpo asado a la murciana y gazpachuelo de espárrago blanco, ravioli de conejo al ajillo y espuma de romero o buñuelo de ajo harina son algunos de los platos que podemos encontrar en su menú de primavera-verano –también hay carta–. Cuesta 75 euros y lo rematan postres como la torrija caramelizada y los churros con chocolate, además de unos pequeños dulces. Del entorno natural privilegiado, se encarga la región de Murcia, que tiene aquí, en Bullas, el segundo punto más alto de su geografía, un lugar con saltos de agua que forman piscinas naturales de color turquesa entre viñas y pinares. El hotel permite reservar habitaciones con desayuno o pack gastronómico más completo.

Casa Borrego: Diseminado, Paraje Molino de Abajo, C. Rio Mula. Bullas, Murcia. Tel: 618 285 574. Mapa.
Los Llaureles, un menú degustación con arte en Torazo (Asturias)
La periodista Beatriz Zaera nos pone los dientes largos hablándonos de Los Llaureles, un hotel restaurante en la localidad asturiana de Torazo. “El entorno es espectacular y tienen un menú degustación por 63 euros que, además de adaptarse a la temporada y al entorno, tiene 12 pases (vamos, que no caen en lo típico de ponerte algunas entradas que son fantasía y después un par de platazos). Cada elaboración la acompañan con una ilustración hecha por ellos donde se explica el contenido y el proceso”, detalla. Este alojamiento de cuatro habitaciones se ubica un precioso caserío asturiano de piedra y madera, marco tradicional para una cocina que no lo es tanto: su carta sorprende con platos como su merluza en aceituna verde, su gazpacho de manzana, su buñuelos de bacalao con grisines caseros y mayonesa de sésamo o su torre de jamón planchado, pera y salsa agridulce y alcaparras. Para volverse neorural en un momento.
Los Llaureles: Camino de Miyangues 2. Torazo, Asturias. Tel: 629 769 059. Mapa.
Donamariako Benta, producto del Baztán con río y pozas en Navarra
Donamariako Benta es un pequeño hostal rural en Donamaria, en el norte de Navarra, un pueblecito allende las rutas más pateadas de la región. Lo rodea un paisaje de suaves colinas, pottokas –una de las razas de caballos más antiguas de la península–, ovejas y niebla matutina que parece borrar el paisaje para volver a pintarlo del verde más fresco cada nuevo día. Pero, además, tiene un restaurante que gestionan las hermanas Lorea y Haizea Luzuriaga-Badiola con productos de proveedores que tienen a las puertas de casa: el bosque, las granjas, y los huertos del Baztán. El mar Cantábrico, a 35 minutos en coche. La actual carta de primavera verano, por ejemplo, presenta entrantes como la tartaleta de puerro, foie y manzana caramelizada, las pencas de acelga con salsa romesco y papada de Euskaltxerri o la tostada de calabacín con jamón de pato y avellanas. Entre los segundos, manitas con morcilla y piñones, trucha asalmonada con crema de reineta o chipirones a la plancha con piperrada. De postre, cremoso de chocolate, leche de avellana y praline, milhojas con crema pastelera y caramelo o tiramisú casero al estilo Donamaria, por ejemplo. Los precios van de los 10 euros de una ración de croquetas a los 26 de un solomillo con foie. E incluye un precioso jardín con un río y pozas para bañarse del que, por experiencia, cuesta mucho marcharse.
Donamariako Benta: Bentak Auzoa, 4. Donamaria, Navarra. Tel: 948 450 708. Mapa.
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