De Mendoza a la Patagonia, con parada en Madrid: la revolución del vino argentino llega a España
Con una historia centenaria a sus espaldas, los vinos argentinos cotizan al alza en todo el mundo y algunos de sus grandes productores elaboran ya en España


Argentina es un país de enormes dimensiones, contrastes y paisajes variados; 2.500 kilómetros separan el viñedo más septentrional del más meridional, mientras que el de mayor altitud alcanza la friolera de 3.100 metros. Si se colocara Mendoza, su provincia más vinícola, sobre el mapa de España, se extendería desde Burgos hasta Granada. Las regiones más importantes del vino buscan la cercanía de los Andes. La cordillera determina la naturaleza de los suelos y el deshielo aporta agua para el cultivo en escenarios que, de otra manera, serían totalmente desérticos. Valeria Gamper, mejor sumiller de las Américas en 2022 y sexta del mundo en 2023, defiende que, con 500 años de viticultura a sus espaldas (las primeras cepas llegaron desde España), Argentina es el Viejo Mundo del Nuevo Mundo.
La actual revolución del vino argentino tiene que ver con las personas y con una generación de productores brillantes y tremendamente dinámicos. Cuando en 1993 se levantó la prohibición de plantar fuera de la llamada Primera Zona de Luján de Cuyo y Maipú, en Mendoza, los más aventureros se lanzaron a explorar el valle de Uco. En esta zona más elevada se han desarrollado indicaciones geográficas como Gualtallary o Paraje Altamira que figuran ya en algunas de las etiquetas más codiciadas.
El crítico español Luis Gutiérrez, que fue el encargado de certificar el estado de cosas en Argentina entre 2013 y 2023 para la influyente publicación norteamericana The Wine Advocate, propició numerosos contactos entre productores de uno y otro lado del Atlántico: “Independientemente de que vengan aquí a hacer vino o no, se conocen entre ellos, viajan de aquí a allá y viceversa; hay intercambio y ha aumentado mucho la presencia de sus vinos en España”, explica. Esto implica importadores especializados como Viñals o Ralogu, y otros más generalistas que apuesten por bodegas potentes, como Mibil, que lleva Catena y El Enemigo, o Vila Viniteca, que representa a Zuccardi.
Ralogu trajo en septiembre a Madrid a productores de referencia del país andino como los hermanos Juan Pablo y Matías Michelini, al inquieto Matías Riccitelli, o a Santiago del Popolo en representación de la bodega boutique Per Se.
Pero el gran desembarco se produjo a principios de octubre con el I Salón de Vinos de Argentina, organizado por Pilar Oltra (que regenta los bares de vino Vinology en Madrid) y Daniel Perchante, creador de la compañía de experiencias enológicas Expediciones de Vinos. El evento reunió a 35 productores de ese país durante una intensa jornada reforzada por varias clases magistrales. Aunque Mendoza fue la región mejor representada, no faltaron vinos de los viñedos más altos del país situados en el norte, ni de los más meridionales en la Patagonia. Incluso se pudieron probar etiquetas de la emergente costa atlántica, muy cerca de Buenos Aires, donde, entre otras variedades, se cultiva albariño. Reuniones como esta también deberían ayudar a introducir bodegas que aún no están presentes en España, como la clásica Weinert, centrada en largos envejecimientos en toneles.
Entre los productores que tienen proyectos en España, destaca la familia Michelini, en sus distintas ramificaciones: Matías en Ribeiro y en Navarra, en esta en colaboración con Viña Zorzal; Gerardo con su esposa, Andrea Mufatto, en Bierzo, y su hijo Manu desarrollando su propio proyecto en Rioja bajo la marca Dominio del Challao. Mientras, en Gredos, Alejandro Vigil y Adrianna Catena (Catena y El Enemigo) compraron la viña El Reventón de Dani Landi (Comando G), que ahora da nombre a su proyecto y a la que han sumado más viñedo.
Hay quien recorre el camino inverso. Elías Mora, de Verum (Tomelloso, Castilla-La Mancha), descubrió que había una bodega con el mismo nombre en la Patagonia, empezó a colaborar con ellos y ha acabado asumiendo el negocio. Trabajar en dos hemisferios es el sueño de muchos porque permite hacer dos vendimias al año.
Tres vinos argentinos, de un extremo a otro del país

Salta
Colomé Auténtico
2022, tinto, Valles Calchaquíes
Bodega Colomé
100% malbec
14,5% vol. 38 euros

Mendoza
Polígonos Tupungato Sémillon
2023, blanco, valle de Uco
Zuccardi
100% sémillon
13% vol. 27 euros

Patagonia
Otronia Pinot Noir
2021, tinto, Chubut
Otronia
100% pinot noir
13% vol. 50 euros
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