Por qué Benidorm sirve el mejor ‘Sunday roast’ fuera del Reino Unido
El verano pasado, un tabloide británico publicó un artículo proclamando que la ciudad alicantina era el mejor lugar para disfrutar del tradicional plato de carne asada fuera del Reino Unido
El Sunday roast es un plato sagrado en la tradición británica: una comida copiosa que se sirve los domingos a mediodía, aunque hoy en día no es raro encontrarla cualquier día de la semana en los pubs y en las casas británicas. La protagonista es una pieza de carne asada –ternera, cordero, cerdo o pollo– que se acompaña de patatas al horno, Yorkshire pudding, relleno y una mezcla de verduras como zanahorias, coles de Bruselas y brócoli. A menudo, conviven en el mismo plato patatas asadas y puré, todo bañado en abundante salsa (gravy) y servido con aliños clásicos como salsa de menta o mostaza inglesa.
Esta tradición tiene sus raíces en la Inglaterra industrial y en el auge del movimiento obrero. Cuando los sindicatos empezaron a conquistar el derecho al fin de semana, el domingo se consolidó como día de descanso. Era el momento de ir a misa, pero también de volver a casa a compartir una comida familiar. Muchas familias dejaban la carne asándose mientras iban a la iglesia y al regresar añadían al horno patatas, nabos o chirivías. El jugo del asado se convertía en salsa improvisada y el festín se servía a mediodía. Con el tiempo, el Sunday roast dejó de ser simplemente una comida: se convirtió en un ritual, una celebración comunitaria. Para muchas familias, todavía lo es.
Al igual que ocurre en España con la paella, el Sunday roast ha trascendido su valor culinario. Es una institución cultural. Une a las personas, ofrece consuelo y alimenta una sensación de pertenencia. Aunque suele asociarse con los meses fríos, los británicos lo disfrutan durante todo el año, incluso bajo el sol mediterráneo. En Benidorm, hay quien lo considera el remedio definitivo contra la resaca.
Un grupo de amigas devora su ración en un bar de la ciudad alicantina. Una dice: “¿Sabes cuando estás con resaca y solo quieres buena comida, aunque no sepas si te va a curar o rematar?”. El silencio que sigue parece confirmar ambas posibilidades. Comen en The Halfway House (Gerona, 3, Local 6 y 7, Benidorm), un restaurante inglés con dos locales: uno en Levante, donde están ellas y otro recién abierto frente a la Playa de Poniente. Este último abrió en abril, impulsado por el deseo de su propietario, Ron Sandison —originario de Liverpool— de atraer a un público más amplio, especialmente español.
“Siempre me ha gustado la playa de Poniente”, cuenta Ron. “Es tranquila, segura, sin tanto jaleo. Otro tipo de gente. Muchos turistas británicos ni saben que existe.”
Ron conoce la zona como la palma de su mano. Lleva casi veinte años dedicándose a la hostelería a lo largo de la Costa Blanca y ha aprendido a entender los gustos tanto de expatriados como de turistas: “Siempre hemos tenido una clientela fiel británica y escandinava”, afirma, “pero últimamente estamos viendo más madrileños y les encanta el Sunday roast”.
Ron no solo está de acuerdo con la declaración de The Mirror, es que la ratifica: “Cuando vuelvo al Reino Unido, muchos sitios están obsesionados con seguir tendencias. Se ha perdido algo, esa esencia de una comida casera de verdad. En Benidorm lo hacemos mejor. No solo en sabor, también en presentación, generosidad en las raciones y esa calidez nostálgica que tiene la comida reconfortante”.
Hay algo fascinante en cómo la comida migra con las personas. Cuando uno se marcha de un lugar y pasa años sin volver, ese sitio sigue su curso, pero los recuerdos quedan congelados en el tiempo. Para muchos extranjeros en Benidorm, ese recuerdo de lo británico sobrevive en lo que cocinan y comen. A veces, es una versión del Reino Unido que ya ni existe. Basta con pasar por Ray’s Chippy (Sant Vicent, 4, Benidorm, Alicante) para comprobarlo.

Para los turistas británicos, este reflejo de casa, filtrado por la memoria y la nostalgia, es un vínculo con un lugar que tal vez ha cambiado, pero que sigue vivo en esta comunidad en la costa levantina.
Ron lo tiene claro: “Mi madre cocinaba como los ángeles, nos alimentaba a cinco con puro cariño. Siempre pensé que, si alguna vez tenía un restaurante, serviría las mismas comidas que ella nos preparaba. Y eso es justo lo que intento hacer con mis Sunday roasts.”
El verano pasado, el tabloide británico The Mirror publicó un artículo proclamando que Benidorm era el mejor lugar para disfrutar de un Sunday roast fuera del Reino Unido y no se refería únicamente al de The Halfway House. En Benidorm hay toda una constelación de locales famosos por sus Sunday roasts: Yorkshire Pride, The Penny Farthing, Louie’s Bar and Lounge, Ruby’s Bar, The Corner Bar, Planet Benidorm y Vincents, que presume de ser el pub más antiguo de la ciudad.
“La gente no viene solo por la comida. Busca toda una experiencia: el ambiente, el sabor, la nostalgia y los nuevos recuerdos que se crean”, concluye Ron, “Y aquí, en Benidorm, eso es precisamente lo que ofrecemos.”
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