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Prácticas como trampolín hacia el empleo

La aplicación de lo adquirido durante las clases en empresas bien valoradas facilita la inserción en el mercado laboral

EXTRA ESCUELAS DE NEGOCIOS 27/04/2025
Ramiro Varea

Todos los días te rodeas de situaciones donde ves, aprendes y pones en práctica los conocimientos que estás estudiando”. “Nos preparamos para el mundo laboral, y podemos aplicar todo lo que hemos aprendido en la empresa de marketing donde realizamos las prácticas”. “He mejorado mis habilidades y he crecido a nivel personal y profesional gracias a mis meses de prácticas a lo largo del curso”. Estos testimonios reales de estudiantes que cursan un máster en diferentes escuelas de negocios demuestran la importancia que muchos de ellos otorgan a las prácticas presenciales que forman parte de estos programas académicos.

La posibilidad de aplicar la teoría adquirida en las aulas en entornos profesionales reales aporta a los alumnos un plus que tienen muy en cuenta a la hora de decidirse por un curso determinado. Las prácticas no solo habilitan una inmersión total en el mundo del trabajo; lo que les proporciona es una experiencia sobre el terreno y la oportunidad de adquirir habilidades técnicas y directivas. “También contribuyen a tejer redes de contactos y la posibilidad de desarrollar proyectos con impacto en la empresa, lo que ayuda a mejorar la empleabilidad y a facilitar la transición al mercado laboral”, corrobora el presidente de la Asociación Española de Escuelas de Negocios (AEEN), Antonio Alonso.

Esta agrupación aglutina a más de 80 instituciones y ha impulsado la certificación Cualificam, que avala la calidad de los programas de posgrado y garantiza que, al menos, incluyen 12 créditos ECTS de prácticas obligatorias, lo que equivale a unas 300 horas. La duración puede ampliarse, según el convenio firmado con la empresa y la política de cada escuela de negocios. En muchos casos, están remuneradas, aunque el salario es muy inferior al de las nóminas que perciben los trabajadores con experiencia, y tampoco es un requisito obligatorio. Asimismo, pueden integrar algún tipo de compensación, como por ejemplo una beca de estudios o una ayuda para el transporte.

“Están diseñadas para que los alumnos aprendan haciendo y contribuyan con su conocimiento en tareas de alto valor para la empresa”, prosigue Alonso. Para lograr este objetivo, las prácticas suelen incluir la participación de los estudiantes en proyectos estratégicos, análisis de datos, implementación de procesos de mejora, desarrollo de planes de negocio y otras actividades alineadas con la especialización de cada máster. Desde AEEN admiten que para muchos jóvenes —sobre todo los perfiles más júnior —, son un criterio clave al elegir un máster, ya que son una vía directa hacia la inserción laboral. “Un programa que incluya alianzas estratégicas con empresas de referencia aumenta su atractivo y credibilidad”, inciden desde la asociación.

A la hora de elegirlas, los alumnos analizan aspectos como el sector en el que llevarán a cabo sus cometidos, las funciones del puesto, las oportunidades de crecimiento y el prestigio de la compañía. También valoran la flexibilidad horaria y la compatibilidad con sus estudios.

El socio-director del portal especializado Mundo Posgrado, Óscar González, añade otro aspecto importante: estas prácticas deben abarcar funciones recurrentes del día a día de la empresa y del puesto, estar bien supervisadas y tutorizadas, y disponer de una visión amplia de la gestión y de la operativa de la compañía. “En muchos casos, se intenta que el alumno rote por varios puestos con la intención de que los ejercicios sean más completos y puedan abarcar varias áreas de conocimiento del máster”, añade González.

Las prácticas no solamente benefician al estudiante. Este experto recuerda que son una vía para que las empresas “identifiquen talento y puedan cubrir necesidades puntuales a corto plazo”, e incorporen a sus plantillas nuevas metodologías y enfoques innovadores. A largo plazo, les pueden ser útiles para sustituir a determinados perfiles profesionales. Con esta receta, las corporaciones son capaces de formar a sus futuros empleados reduciendo los costes de contratación al inicio. Los especialistas consultados insisten en que, pese a que las tasas de inserción laboral sean altas, los estudiantes deben mantener expectativas realistas y entender que se trata de una etapa de aprendizaje.

Por convenio o elección

Numerosas escuelas de negocios ya ofrecen convenios con empresas para que sus alumnos realicen estas prácticas. Otra opción es que sean ellos quienes busquen y propongan por su propia cuenta una oferta, y que la escuela firme el acuerdo con la compañía elegida. En ESIC Business & Marketing School trabajan cada año con más de 3.000 empresas de multitud de ámbitos económicos para facilitar las prácticas a los participantes de sus másteres. Muchas contactan directamente con la institución académica en busca de savia nueva que incorporar a sus negocios. “El tejido empresarial crece y está en constante evolución. Nuestra comunicación con las compañías es permanente y eso nos ayuda a captar oportunidades para nuestros estudiantes”, explica su director de Empleabilidad, Buenaventura Gómez.

Conocer bien las necesidades del mercado laboral es fundamental para que los alumnos puedan enfocar con garantías su futuro profesional. Otro aspecto prioritario para esta escuela es que todos los chicos y chicas estén en igualdad de oportunidades a la hora de optar a una candidatura. En el caso de las prácticas que ofrece ESIC, el 96% son remuneradas. Más de la mitad superan los 500 euros mensuales y en torno al 20% están por encima de los 700 euros. La fórmula funciona. La media de satisfacción de los estudiantes con las prácticas es de un ocho sobre 10. En el caso de las empresas, la cifra alcanza el nueve. “Lo positivo es que el talento que llega a las compañías está preparado y formado”, remacha Gómez.

El imán del ‘employer branding’

Un aspecto clave a la hora de decantarse por una empresa en la que realizar las prácticas es el referido al employer branding. Es decir, que la compañía sea atractiva para sus propios empleados, que sea capaz de retener talento joven y que apueste por promocionarlo. “Es el factor más decisivo”, confirman los responsables de ESIC Business & Marketing School.

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Sobre la firma

Ramiro Varea
Lleva 14 años vinculado a distintos proyectos editoriales de PRISA Noticias. Ha escrito en EL PAÍS, Extras y Suplementos Especiales, El Viajero, Motor, As, Cinco Días y Icon. Antes trabajó en la Cadena SER, Vocento y 'Público'. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y cursó el Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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