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La técnica que aprovecha el sol cuando cae la noche

La termosolar despunta en España, generando ya 2.300 megavatios en 49 plantas, y con el objetivo de 4,8 gigavatios para 2030

Óscar Granados

La energía termosolar es una tecnología única entre las renovables, pues aprovecha el calor del sol para generar electricidad aun cuando es de noche. Su funcionamiento consiste en concentrar el calor a través de unos espejos que calientan un fluido que, a su vez, produce vapor e impulsa una turbina, generando electricidad. Algunas plantas termosolares tienen un sistema de almacenamiento térmico (basado en sales fundidas) que retiene el calor del día. Hoy funcionan en España 49 proyectos que producen 2.300 megavatios (MW), pero de ellos solo un 40% cuenta con almacenamiento.

“Resulta fundamental que este almacenamiento se pueda extender al otro 60% de termosolares en operación que todavía no lo tienen”, subraya Óscar Balseiro, secretario general de la Asociación Española de la Industria Solar Termoeléctrica (Protermosolar). Para lograrlo, y así alcanzar su máximo potencial, se tiene que saltar una barrera de índole regulatoria y económica de acuerdo, con los especialistas. Para desbloquear la inversión en almacenamiento térmico adicional en las centrales que carecen de él es fundamental una modificación normativa, precisa Balseiro. El problema, explica, reside en que estas plantas operan bajo un régimen retributivo que fue fijado hace años y que no preveía la posibilidad de grandes inversiones posteriores como la instalación de nuevos tanques de sales fundidas. Si las empresas deciden invertir millones de euros en esta mejora, abunda, las reglas actuales no les garantizan una rentabilidad y seguridad jurídica comparables a las que sí se ofrecen a otros proyectos de almacenamiento considerados estratégicos para el país, como las nuevas baterías de litio o nuevas centrales de hibridación.

Al penalizar económicamente estas inversiones, se crea una paradoja: el sistema eléctrico español necesita urgentemente almacenamiento firme y gestionable, y la termosolar ofrece una solución madura y probada. “El almacenamiento térmico en sales fundidas es una tecnología probada y fiable, presente en muchas plantas en España”, agrega Guillermo Zaragoza, director de la Plataforma Solar de Almería. “Curiosamente, China está apostando por el almacenamiento térmico en la red a pesar de que es el principal productor de baterías eléctricas, puesto que las sales fundidas son más seguras, limpias y no suponen un coste mayor”, asegura. Hace 15 años, las plantas termosolares en España se concibieron para generar electricidad de día, usando el almacenamiento solo para extender la operación.

A ello se suma la actual caída de precios de la fotovoltaica, que ha saturado la red durante el día, afectando a la termosolar, pues las renovables no gestionables tienen prioridad de despacho. Dicha saturación obliga a muchas termosolares a dejar de inyectar de día, a pesar de su crucial energía síncrona que estabiliza la red, añade el experto de Plataforma Solar de Almería. Por ello, destaca, la regulación debe permitir y fomentar el aumento del almacenamiento térmico en las plantas existentes, lo que desplazará la producción a la noche, el momento en que la energía solar escasea.

Saturación de la red

A este reto, además de la citada incompatibilidad para la instalación de almacenamiento en plantas que no lo tienen, se suman otros relacionados con la necesidad de reducir las restricciones por saturación de red, donde algunas centrales llegan a estar paradas hasta el 50% de sus horas de producción. “Estas restricciones extraordinarias penalizan a la termosolar obligándola a parar antes que otras renovables en caso de exceso de generación”, afirma Balseiro. Del mismo modo, es necesario reducir el umbral de funcionamiento de las plantas, es decir, el número obligatorio de horas que deben operar, ya que no se les ha permitido funcionar en igualdad de condiciones. Adicionalmente, para impulsar la construcción de nuevas centrales y cumplir el objetivo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de 4,8 gigavatios (GW) para 2030, se requiere diseñar subastas que permitan competir con la termosolar considerando su impacto positivo en la creación de empleo y riqueza en zonas rurales y su contribución a la seguridad del suministro, reclama.

Más allá de la generación eléctrica, los sistemas de concentración solar también pueden producir calor a diferentes temperaturas, lo que los hace útiles para múltiples procesos industriales. “En España, un ejemplo destacado es la cervecera Heineken en Sevilla, que instaló hace dos años una planta termosolar para generar calor y reducir en un 60% su consumo de gas natural”, asevera Christoph Richter, secretario ejecutivo de SolarPACES, una red internacional que promueve la investigación, el desarrollo y el despliegue comercial de energía termosolar de concentración. “A día de hoy no existe ninguna otra tecnología renovable que contribuya al sistema y a la sociedad con los mismos beneficios que aporta la termosolar”, añade Balseiro. Es por ello que no debe compararse a la termosolar únicamente por su coste de generación, sino por su capacidad única de combinar producción renovable con almacenamiento de larga duración, servicios de estabilidad al sistema y generación de empleo cualificado no solo en su etapa de construcción, sino en toda su vida útil. En concreto, según el experto, cada planta termosolar genera entre 50 y 60 empleos directos, más alrededor de 50 indirectos, lo que suma más de 6.000 puestos de trabajo en las 49 centrales en operación.

“El liderazgo tecnológico en termosolar y nuestro elevado recurso solar nos ofrecen una oportunidad estratégica”, recalca Zaragoza. “Se trata de plantear una nueva ‘excepción ibérica’: esta capacidad de mover el Sol hacia la noche solo nos la podemos permitir en nuestra situación”, ahonda. El futuro de la termosolar parece prometedor, especialmente si se actualizan las normas de mercado, agrega Richter. España, junto con otros países situados en la llamada “franja solar”, como los del norte de África, Sudáfrica, Namibia, Chile, China o Australia, cuenta con un enorme potencial para aprovechar esta tecnología y reforzar su papel en la transición energética global.

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Sobre la firma

Óscar Granados
Es periodista. Estudió Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón (México) y cursó el Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Colaborador habitual del suplemento Negocios.
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