El ozono troposférico contamina más que nunca el aire de Madrid
El Gobierno regional y el Ayuntamiento carecen de estrategias para reducir estas partículas, según el último informe de Ecologistas en Acción


Las concentraciones de ozono troposférico (O₃) son las únicas que muestran un aumento en la ciudad de Madrid, según las mediciones plasmadas en el informe Calidad del Aire en el Estado Español 2024, presentado este lunes por Ecologistas en Acción. Las 13 estaciones de la capital excedieron los niveles de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que contrasta con la tendencia nacional. Pese a la mejora del aire en términos absolutos, la cantidad de ozono en la capital ha duplicado las superaciones de los topes legales respecto al promedio de los últimos años contemplados en el estudio. Ecologistas en Acción denuncia que Madrid carece de un plan local y regional para limpiar el aire de estas partículas, cuyos efectos causan enfermedades respiratorias, crisis asmáticas y una reducción de la función pulmonar.
El cielo madrileño ha superado los límites de ozono troposférico legales un 98% más veces que el promedio entre el periodo 2012-2019, siempre según el informe de Ecologistas en Acción, realizado con datos de 58 estaciones de control de la Comunidad, el Ayuntamiento y AENA. Así, la capital se destaca como la única ciudad donde el ozono troposférico va en aumento, mientras en urbes como Barcelona o Valencia las partículas de O₃ han disminuido un 68% y un 76% respectivamente.
La concentración máxima de ozono troposférico contemplada en las legislaciones española y europea es de 120 microgramos por metro cúbico (o 120 µg/m³), que no debe superarse más de 25 días al año. La OMS, más estricta en sus límites, baja el número a 100µg/m³ para un máximo tres días, un criterio bajo el cual todas las estaciones de Madrid que miden ozono troposférico han rebasado los niveles recomendados para proteger la salud. Si se aplica la legislación nacional, 11 de las 13 estaciones incumplieron el valor objetivo para la protección de la salud.
Los medidores que han detectado una mayor presencia de ozono troposférico están en Casa de Campo, El Pardo y Parque Juan Carlos I, con 120, 109 y 108 días de superación, respectivamente, según los límites permitidos por la OMS. “La estación Casa de Campo presentó el peor balance de todo el Estado, con 70 días de superación del valor objetivo legal, casi triplicando el número de días admitido”, ha subrayado el estudio para evidenciar “la delicada situación que viven el principal pulmón verde de la ciudad de Madrid y sus numerosos usuarios durante la primavera y el verano”, cuando el aumento de las temperaturas potencia este tipo de contaminación.
En la Comunidad de Madrid se producen 1.046 muertes al año atribuibles a la contaminación por ozono troposférico, según datos de AEMA citados por Ecologistas en Acción. En relación con la densidad de población, la CAM ocupa el segundo puesto a escala nacional —20 muertes de cada 100.000 habitantes—, solo superado por las Islas Baleares con 21 defunciones.
Ecologistas en Acción presentó una demanda contra el Gobierno regional en 2024 ante el Tribunal Superior de Justicia “por omitir el ozono en su Estrategia de Energía, Clima y Aire 2023-2030″. La organización ha ganado causas judiciales en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Castilla y León —con una resolución pionera en 2018— que han obligado a estas autonomías a preparar planes para reducir la contaminación por ozono troposférico.
El plan de la Comunidad de Madrid para depurar el aire en la capital está plasmado en un documento de 306 páginas, que reconoce que “se han registrado de forma generalizada niveles [de ozono] por encima del valor objetivo para la protección de la salud”. Sin embargo, solo contempla la futura redacción “de un plan de mejora de la calidad del aire por ozono troposférico” como medida para revertir la situación.
“Llevamos más de 10 años haciendo estudios. Ahora hay que hacer cosas concretas”, ha contrastado Juan Bárcena, coordinador de área de contaminación atmosférica de Ecologistas en Acción en Madrid, consciente de los avances que ya han presentado otras regiones de España.
En Castilla-La Mancha existe un plan contra el Ozono desde 2022, centrado en disminuir los precursores del O₃ mediante restricciones al tráfico. Valladolid ha activado en varias ocasiones el protocolo por contaminación por Ozono, que incluye limitaciones temporales al flujo vehicular durante los picos de las mediciones.
Incidencia del tráfico aéreo
La edición de este año del informe sobre calidad del aire en España ha prestado especial atención a la incidencia del tráfico aéreo en la contaminación atmosférica en las grandes ciudades. En Madrid, se han utilizado mediciones de AENA para monitorear la terminal aérea en Barajas, “cuyas cuatro estaciones de medición superaron entre 2022 y 2024 el valor objetivo para la protección de la salud, muy por encima de los 25 días establecidos”, ha reseñado el informe.
Las elevadas emisiones de óxidos de nitrógeno —gases precursores del ozono troposférico— derivadas de la actividad aeroportuaria no solo afectan al núcleo urbano de Madrid, sino que “parecen estar induciendo, junto a las procedentes de la ciudad de Madrid, a las concentraciones insalubres de ozono detectadas en el Corredor del Henares”, lo que preocupa a los ecologistas al ver que “26 de las 32 estaciones de las redes de medición autonómica” sobrepasaron los 25 días de superación establecidos por la normativa, según el informe.
La propuesta de ampliación del Aeropuerto de Barajas es otro frente abierto de Ecologistas en Acción en la Comunidad de Madrid. En 2024, protestaron frente al Ministerio de Transportes, semanas después de enviar, junta a otras 86 asociaciones, una carta al Gobierno para pedir la paralización de la ampliación del Barajas.
El ozono troposférico se forma en la atmósfera baja (troposfera) a partir de reacciones fotoquímicas de gases como los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COV) que reaccionan a la luz solar. Como estos contaminantes se pueden desplazar largas distancias, los lugares con niveles máximos de ozono troposférico suelen estar a varios kilómetros de distancia de los núcleos urbanos.
En consecuencia, las estaciones con mayor incidencia de O₃ no están en los focos de emisión de los precursores, sino en sitios como la Casa de Campo de Madrid. Para Bárcena esto es un mensaje claro: “Para reducir los niveles de contaminación en Orusco, en Algete o en la Sierra de Madrid hay que hacer bien las cosas en la ciudad”.
El portavoz de Ecologistas ha apuntado que el sistema de alertas de contaminación por ozono apenas llega a la ciudadanía. “Hasta 78 veces, las estaciones de Madrid superaron por más de una hora los 180 µg/m³. En esos casos, las autoridades están obligadas informar a la gente de que hay valores altos de contaminación por ozono, para que no haga ejercicio del aire libre y se proteja, pero vemos que no hay nada de eso, más que unos avisos en la web y la aplicación móvil”.
Madrid respira otro aire, menos contaminado por dióxido de nitrógeno, pero más sucio por ozono troposférico. Eso sí, en relación con los que mejoran, “todavía no estamos en valores inocuos”, ha matizado Bárcena.
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