Reconstrucción de la noche en la que El Portugués dejó un rastro de sangre en una boda en Torrejón

En la madrugada del 6 de noviembre de 2022, cuatro asistentes a la boda de Rubén y Sonia, en Torrejón de Ardoz (Madrid) fueron atropellados mortalmente, entre ellos, un menor de edad y la abuela y el tío del novio. Al volante iba Micael Da Silva, apodado El Portugués, uno de los asistentes al enlace que huyó del lugar arrollando a la multitud en su escapada. Todo se originó por un encontronazo entre la familia de uno de los contrayentes y el acusado del cuádruple crimen del que nadie recuerda muy bien los motivos. Tres semanas de juicio y 126 testigos después, esta es la reconstrucción de lo que se vivió aquella noche, en unas horas frenéticas de confusión y caos.

Poco antes de la medianoche Micael da Silva llega a la fiesta junto a sus hijos y sus sobrinos. En unos mensajes de WhatsApp que envía a una amiga le dice sobre las diez que se está preparando para acudir y que después hará emisiones en directo en sus redes.

Nada más llegar, Micael emite en directo desde el salón de bodas. A las dos y veinte, corta el vídeo y no vuelve a conectarse. La amiga de Micael le escribe para decirle que lo reinicie pero él ya nunca contesta. Ya se ha producido el siniestro y Micael se ha dado a la fuga. Poco después será detenido en Toledo.

A las dos de la mañana, los invitados bailan y celebran la boda de Rubén y Sonia. Entre la multitud, se distingue perfectamente a Micael y a sus hijos y sobrinos bebiendo cubatas y departiendo con otros invitados. Al acusado se le ve entre la multitud por una llamativa gorra naranja.

00:22

Micael, en la boda

En un segundo vídeo se observa cómo el padre del novio intercambia unas palabras con El Portugués y todo el grupo se dirige hacia la salida del salón de eventos. Los testigos hablan de un desencuentro en la boda pero aluden a diferentes motivos: unas fotos indiscretas, el puñetazo de uno de los sobrinos a un invitado, el robo de una botella de whisky... En el recorrido se ve al acusado dar varios abrazos al padre de Rubén.

00:24

Las imágenes de la salida de Micael de la boda

La familia del novio y Micael y sus hijos y sobrinos permanecen unos minutos en la calle. Ambas partes coinciden en que se produce un encontronazo porque piden al grupo del portugués que abandone la fiesta. Manuel Romero, el padre del novio, asegura que uno de los sobrinos le dio un golpe en la cara que le hizo sangrar. Los familiares de Micael sostuvieron en su declaración que los rodearon y empezaron a golpearlos.

En un cuarto vídeo del interior de la fiesta se ve a los invitados mirando en dirección al exterior de la sala y cómo los asistentes van abandonando la fiesta ante algo que les llama la atención en la calle. El salón se vacía paulatinamente y solo quedan unos pocos invitados que no se dan cuenta de que fuera está habiendo una pelea. No existen imágenes de la reyerta en la calle.

Micael sus hijos y sobrinos se dirigen a su coche, aparcado en la parte trasera del polígono y salen por la calle Jaen hacia el paseo de la Constitución. El policía instructor de la investigación describió cómo los asistentes a la boda se quedaron en la calle comentando el encontronazo en pequeños grupos. A las 2.36 el coche del Portugués, un Toyota Corola, emerge y se lleva por delante a decenas de personas. El arrollamiento múltiple deja tres muertos en ese momento y una docena de heridos, de los cuales uno acabará falleciendo en el hospital. Las víctimas mortales son Juan Manuel Romero, un patriarca de 69 años; Consuelo Bruno, abuela del novio de 65 años; Casiano Romero, tío del novio de 37 años e Iván Mendoza, de 17 años.

00:31

Una cámara graba a Micael da Silva camino a la boda en Torrejón

Las cámaras de una empresa del polígono captan al fondo el coche del Portugués saliendo de la callejuela en la que estaba aparcado a toda velocidad. Tienen un desfase horario de una hora. La Policía Municipal, encargada de investigar los accidentes de tráfico, utiliza estas imágenes, los testimonios de los presentes, los restos del vehículo en la escena y las imágenes que capta con un dron para simular el recorrido del vehículo y la manera en la que atropelló a las víctimas. La estimación de la policía municipal señala que el coche pudo llegar a alcanzar los 62 kilómetros por hora. En el lugar de los impactos quedó tirada la carcasa del ventilador y el parachoques delantero del vehículo del Portugués.

La simulación de la Policía Municipal se centra en el atropello de Consuelo, la abuela del novio, por ser la víctima que más restos biológicos dejó en el coche y cuyo cuerpo quedó en la calzada tal y como cayó. El informe que la atropelló junto a tres personas y que la mujer dejó incrustadas algunas lentejuelas rojas de su vestido y murió en el acto.

En ese momento se suceden de forma frenética las llamadas al 112 y al 091. El sumario recoge hasta 31. En la mayoría, los asistentes hablan de un atropello masivo, en otras, se menciona una reyerta, en cinco se alude a un tiroteo. Casi en todas se escuchan los gritos de fondo después de que el coche de El Portugués haya huido del lugar.

Los testigos describen una escena “de guerra” o “de atentado”. Por todo el suelo hay restos de cristales, prendas de vestir y zapatos, botellas y vasos. La policía encontrará después varias armas blancas tiradas bajo los coches, pero ninguna de fuego ni tampoco vainas. También se quedan tirados la gorra y una de las zapatillas naranjas de El Portugués.

A las 3.30 la Guardia Civil detecta un vehículo que derrapa en un descampado de la urbanización El Quiñón, en Seseña (Toledo). Los agentes observan a varias personas salir a la carrera del coche e intercepta en tres de ellas a punto de meterse en un portal. Son Micael da Silva y sus hijos. Otro de los ocupantes del coche, sobrino de Micael, es localizado en ese momento ya en su casa, en la misma urbanización.

Dentro del coche se hallaron 3.940 euros. Eran los que tenía Consuelo, una de las víctimas, en su faja, y que constituía parte de la “manzana”, el dinero que los asistentes a las bodas gitanas ofrecen a los cónyuges el día del enlace. La policía señala que debieron de caer al interior del vehículo cuando el cuerpo de la mujer atravesó la luna delantera.

La investigación apunta a Micael da Silva como el único responsable del atropello.

La defensa del acusado, ejercida por Paloma García, sostiene que Micael actuó “bajo un estado de shock pavoroso temiendo por su vida y la de sus hijos”. En las propias palabras de Da Silva: “En todo momento pité para que la gente se apartara. Todos me querían matar. Daban golpes en el coche. Escuché ‘pam, pam’ y me agaché y el coche aceleró por el peso de mi cuerpo”.

La Fiscalía se sumó en la última sesión a la petición de las acusaciones particulares de prisión permanente revisable para Micael da Silva. La representante del Ministerio Público comparó su actuación como la de alguien que coge una metralleta y dispara contra una multitud, sabiendo que hay muchas posibilidades de que haya muertos.

Las acusaciones particulares, ejercidas por Jaime Sanz de Bremond, Juan Manuel Medina, Juan Carlos Sánchez, Alexis Socias y Laura del Rosal hablaron de “masacre” y la falta de defensa de las personas a las que arrolló. El jurado popular se retira este lunes a deliberar su veredicto.