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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El salto al vacío de la izquierda valenciana

Tras meses de presión para forzar la salida del ‘president’, ahora se encuentran frente al precipicio de tener que articular una alternativa

Carlos Mazón ha dimitido por fin, como veníamos pidiendo centenares de miles de valencianos y valencianas desde hace más de un año. Su siguiente paso debería ser ponerse a disposición de la justicia, especialmente tras las últimas revelaciones sobre su actuación durante la dana.

¿Y ahora qué? Su sucesor, Juanfran Pérez Llorca, no puede desligarse de la incompetencia del Consell en la riada de 2024, como también resulta imposible que se desvincule de los doce meses que la siguieron, trufados de mentiras,desprecio y chulería por parte de su propio partido. Llorca es además un president que llega aupado con entusiasta alegría por Vox, con quien se entiende a la perfección y del que parece una simple marioneta.

Ante este panorama de continuismo, podría parecer que la izquierda valenciana tiene el campo despejado y que el horizonte electoral, que se acerca a pasos agigantados, le es propicio. Nada más lejos de la realidad. Tras meses de presión para forzar la salida del president, ahora se encuentran frente al precipicio de tener que articular una alternativa. Ser mejor que quien contribuyó decisivamente a la muerte de 230 personas no debería ser un argumento propio de una campaña electoral, sino el mínimo absoluto requerido para demostrar competencia política y humanidad.

Poco se sabe del proyecto de PSPV y de Compromís para el País Valenciano, más allá de su inevitable y previsible oposición a las políticas reaccionarias del Consell actual. ¿Qué proponen, cuál es su meta? En el caso de la derecha es dolorosamente fácil identificar los objetivos marcados por su estrategia:desregulación administrativa, privatización de servicios públicos, rebajas fiscales a los más ricos, malvender el territorio y potenciar la especulación, erosión y borrado del valenciano, asfixia de la cultura y del arte, levantar muros y barreras entre seres humanos.

La izquierda, sin embargo, parece establecer su programa sólo contraponiendo lo anterior. El marco sigue siendo el de la derecha y ultraderecha, y la alternativa establece sus coordenadas en base a los dictados de Feijóo y Abascal, quienes de verdad gobiernan nuestro país. No puede ser que la única promesa sea recuperar lo perdido, volver a lo anterior, impedir que PP y VOX lleguena donde se habían propuesto. Necesitamos ideas, ilusión, mirada a largo plazo e hitos realistas en el corto. ¿Qué sanidad queremos? No basta con horrorizarse con el modelo de Ribera Salud, del que en el País Valenciano somos desgraciadamente pioneros. ¿Qué educación queremos? Debemos ir más allá de denunciar la laminación del valenciano y las precarias condiciones del profesorado y de muchos centros educativos. ¿Qué servicios sociales, qué territorio, qué cultura, qué deporte? ¿Qué economía, qué industria, qué turismo? ¿Qué...?

“Volem votar”. ¿De verdad? ¿A quién queremos votar? Por injusto que sea,resulta extremadamente complicado pensar que una candidata cuyo principal activo es ser ministra del gobierno de Pedro Sánchez (con todo lo que ello conlleva y lo que le facilita la campaña a la derecha), pueda ser la próxima presidenta, más aún cuando su desconexión con la realidad valenciana es palmaria. Es arduo también imaginar a la izquierda del PSPV recomponiéndose en tiempo y forma, especialmente con el cráter humeante que dejó la injusta persecución judicial de Mónica Oltra. Nadie ha conseguido llenar ese vacío, y no le falta razón a quienes proponen una vuelta de la exvicepresidenta, cuya legitimidad política, gestora y personal se mantiene intacta.

Queremos votar, por supuesto. Pero con ganas y con ilusión, sin pinzas y no para evitar el mal mayor. Queremos saber qué votamos y a quién. Queda poco tiempo para despejar esas incógnitas y, de no hacerlo, la misma gente que se desentendió de los valencianos y valencianas en octubre de 2024 lo volverá a hacera partir de 2027.

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